El secretario de Malvinas, Antárdida y Altántico Sur, Guillermo Carmona, reclamó este lunes ante Naciones Unidas (ONU) “justicia” frente a la “flagrante y permanente violación del derecho internacional que el Reino Unido comete desoyendo los mandatos de la comunidad internacional” para sentarse a negociar con Argentina la soberanía sobre las Islas Malvinas.
Fue durante el plenario de la Cuarta Comisión de Descolonización de la ONU, que tiene a su cargo la “cuestión Malvinas”, como se denomina en la diplomacia a la invasión de las islas por parte del Reino Unido en 1833.
“Lamentablemente, el Reino Unido no sólo ignora este llamado de la comunidad internacional sino que además continúa llevando adelante acciones unilaterales relacionadas con la exploración y explotación de los recursos naturales renovables y no renovables y mantiene una desproporcionada presencia militar en el Atlántico Sur”, advirtió este lunes el funcionario.
El episodio más reciente en tal sentido, señaló, “ha sido el despliegue en las Islas de las denominadas Fuerzas de Seguridad de Kosovo, lo que supone la introducción de fuerzas extranjeras con capacidad militar en un territorio bajo disputa de soberanía”.
Sobre este punto, “Argentina insta al Reino Unido a poner fin a estas acciones unilaterales y a cumplir con lo dispuesto en la resolución 31/49″, sostuvo Carmona, y aclaró: “hasta tanto esto no ocurra, la Argentina continuará llevando adelante todas las acciones a su alcance, en el marco del derecho internacional y de las resoluciones pertinentes, para preservar sus legítimos derechos de soberanía sobre los recursos naturales.
Inaplicabilidad del “principio de libre determinación”
En su intervención, el funcionario argentino explicó que “la cuestión de las Islas Malvinas difiere de manera sustantiva de otras cuestiones coloniales ya que se trata de una situación especial y particular que involucra una disputa de soberanía entre la Argentina y el Reino Unido, que debe ser resuelta mediante negociaciones bilaterales entre las dos únicas partes en la controversia, teniendo en cuenta los intereses de los habitantes de las Islas Malvinas”.
Sin embargo, advirtió Carmona, “Reino Unido alega que no entrará en negociaciones con la Argentina a menos que los habitantes del territorio así lo deseen, un razonamiento que no tiene sustento en el derecho internacional“.
En ese sentido, apuntó el funcionario argentino, “ninguna de las resoluciones sobre la cuestión de las Islas Malvinas ha hecho mención a los deseos de los habitantes del territorio ni al principio de libre determinación”. Incluso, en 1985, la Asamblea General “rechazó el intentó británico de incluir referencias a dicho principio en la resolución”, amplió el secretario de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur.
La “inaplicabilidad” del principio de libre determinación, argumentó, “responde a que en la cuestión de las Islas Malvinas nos encontramos con un territorio colonizado, sin que haya un pueblo sujeto a la subyugación, dominación o explotación colonial“.
En 1833, recordó Carmona, “el Reino Unido ocupó por la fuerza el territorio que estaba bajo control y jurisdicción del Gobierno argentino, expulsó a las autoridades allí radicadas y puso en marcha medidas para implantar súbditos británicos, con el propósito de definir una composición demográfica que le permitiera afianzar su control colonial“.
De este modo, quebrantó la integridad territorial de Argentina, una nación con la que desde 1825 mantenía relaciones diplomáticas amistosas, afirmó. “La ilegítima legislación colonial británica estuvo pensada desde un comienzo para preservar el ‘carácter británico’ de la población de las islas y dificultar el asentamiento de argentinos provenientes del continente”, enfatizó.
Las negociaciones
En la exposición de este lunes, Carmona recordó que en 1966, “luego de que la Resolución 2065 (de Naciones Unidas) fuera aprobada por la Asamblea sin votos en contra”, el Reino Unido acordó con la Argentina iniciar un proceso de negociaciones, lo que fue formalmente comunicado al Secretario General de la ONU.
Desde entonces y durante 16 años, Argentina y el Reino Unido mantuvieron conversaciones en las que la cuestión de la soberanía fue abordada bilateralmente. “En la mesa de negociaciones hubo varias propuestas concretas para poner fin a la controversia, como la transferencia del ejercicio de soberanía a la Argentina, la administración conjunta o el retroarriendo de las Islas”.
Los negociadores, repasó, “nunca perdieron de vista el interés de los habitantes de las islas, a cuyo fin se examinaron salvaguardias especiales y se implementaron una serie de medidas prácticas que mejoraron las condiciones de vida de los isleños y estrecharon los lazos entre el continente y las islas”.
Sin embargo, la “reticencia del Reino Unido ha llevado a que las negociaciones lleven más de 40 años interrumpidas”, advirtio el funcionario, mientras que en ese periodo Argentina “se ha consolidado como un país democrático y ha dado sobradas muestras de que aspira a la recuperación del ejercicio pleno de su soberanía exclusivamente por medios pacíficos, respetando el modo de vida de los habitantes de las Islas, lo que se encuentra consagrado en su constitución nacional”.
La propuesta de Argentina
Luego del repaso histórico, Carmona recordó que el 2 de marzo se propuso al Reino Unido una “renovada agenda bilateral sobre el Atlántico Sur con el objeto de dar cumplimiento al mandato de las resoluciones pertinentes de la Asamblea General”.
Para lograr ese objetivo, siguió Carmona, “propusimos el establecimiento de un proceso formal de negociaciones, transparente y basado en la buena fe, de carácter periódico, donde se abordaran los temas de interés mutuo, entre ellos, la reanudación de las negociaciones de soberanía, la conectividad de las islas con el territorio continental argentino, medidas prácticas tendientes a garantizar los intereses y el modo de vida de los habitantes de las Islas, la conservación de los recursos naturales y la desmilitarización de las áreas bajo disputa”, puntualizó.
También “se transmitió la disposición de la Argentina a dar continuidad a las tareas humanitarias de identificación de los ex combatientes, en el marco de las obligaciones que surgen del Derecho Internacional Humanitario y en aras de brindar respuestas y consuelo a las familias”.
Hasta el momento, “el Gobierno argentino continúa aguardando una respuesta favorable del Reino Unido”, lamentó Carmona.
Por último, destacó que Argentina “cuenta con el firme respaldo” de los países de América Latina y el Caribe, aunque recordó que “el llamado a la reanudación de negociaciones transciende las fronteras de América Latina, como lo prueban los pronunciamientos del Grupo de los 77 y China, la Organización de Estados Americanos, la Cumbre Iberoamericana, la Zona de Paz y Cooperación del Atlántico Sur, la Cumbre Países Sudamericanos – Países Árabes y la Cumbre de países de América del Sur y de África”.