Está todo listo para que el Senado resuelva el debate en torno a la Ley de Alquileres la semana próxima. Después de días y días de negociaciones, el Frente de Todos logró acordar con el bloque Unidad Federal un dictamen conjunto que modifica la media sanción de Diputados, que fue duramente cuestionada por las asociaciones inquilinas. El proyecto propone sostener el plazo del contrato en tres años, baja a seis meses el período mínimo para la actualización y fija que el ajuste del alquiler tenga que hacerse a partir del índice “Casa propia” (que toma el indicador más bajo entre el promedio de variación salarial y el promedio inflacionario). Juntos por el Cambio, en cambio, optó por defender la reforma que se había aprobado en Diputados, a pesar de que más de uno había deslizado por lo bajo que podía ser mejorada. A pesar de la oposición cambiemita, el panorama de adhesiones del interbloque oficialista es prometedor y la mayoría descuenta que la semana que viene el Senado aprobará las modificaciones en el recinto.
Quince minutos antes de que comenzara el plenario de comisiones de Legislación General y Presupuesto, el escenario todavía estaba abierto. La bancada oficialista que lidera José Mayans venía negociando, hace semanas, con los distintos bloques y monobloques provinciales un único dictamen que modificase la reforma a la Ley de Alquileres que se había aprobado en la Cámara de Diputados hace menos de un mes. Había coincidencia en que había que hacerle cambios a la media sanción, pero no cuáles y por ese motivo el debate se había extendido una semana más. Finalmente, al filo de que iniciara el plenario en el Senado, el FdT respiraba tranquilo: tenían el número.
El encargado de anunciar las modificaciones fue el pampeano Daniel Bensusán (FdT), interrumpido de vez en cuando por senadores de JxC que cuestionaban las modificaciones. “¿Qué pasa? ¿Vas a firmar al final?”, chicaneó, risueña, Anabel Fernández Sagasti (FdT) a Martín Lousteau, después del que senador radical hiciera varias preguntas respecto al índice. El FdT había encarado acercamientos al bloque radical durante las negociaciones, entusiasmado luego de haber logrado sacar, juntos, un dictamen para regular los alquileres temporarios. Patricia Bullrich, sin embargo, salió a cuestionar con dureza a les senadores que habían acordado y se terminó bajando línea de que, a tan pocas semanas de las elecciones, no había margen para acordar.
“Nosotros vamos a insistir en la media sanción porque una modificación, por más buena voluntad que haya, va a tener que ir a Diputados y termina dilatándose”, anunció el chaqueño radical Víctor Zimmermann, quien sin embargo reconoció la “celeridad” que se le había dado al debate. La media sanción de Diputados, impulsada por JxC y gran parte del arco opositor, reduce de tres a dos años la duración de los contratos y deja librado a un “acuerdo entre las partes” el monto de los aumentos, que podrán darse dentro de un plazo mínimo de cuatro meses (y no de un año, como sostiene la ley actual). “Creo que Zimmermann quiere acompañar (nuestro proyecto). No lo van a echar del partido, necesitan gente”, bromeó José Mayans.
El dictamen de mayoría del FdT, acordado con Unidad Federal –el bloque creado a principio de año que incluye a cuatro exsenadores oficialistas–, propone dejar en tres años la duración de los contratos, un plazo mínimo de actualización cada seis meses y un índice de ajuste basado en el coeficiente “Casa Propia” que fija el Ministerio de Desarrollo Territorial, el cual tiene en cuenta el menor indicador entre el promedio de la variación salarial del último año y el promedio de la inflación del mismo período. Establece, a su vez, que los contratos deberán ser en moneda local y elimina la posibilidad de pagar por adelantado. Sostiene la obligatoriedad de registrar los contratos en la AFIP, un punto que la reforma opositora de Diputados había quitado. Y, finalmente, incorpora exenciones impositivas para los propietarios que pongan sus viviendas en alquiler. “Lo que se busca es asignar un equilibrio en esta relación contractual que observábamos que la media sanción de la Cámara de Diputados no tenía”, precisó el riojano Ricardo Guerra (FdT).
Además de las firmas de les senadores oficialistas, el dictamen contó con la firma de la riojana Clara Vega y de cuatro peronistas díscolos que integran Unidad Federal: el jujeño Guillermo Snopek, la puntana Eugenia Catalfamo, el entrerriano Edgardo Kueider y el correntino “Camau” Espínola. Estos últimos, sin embargo, buscaron diferenciarse y votaron en disidencia: están en desacuerdo con el índice fijado por el oficialismo y, en el recinto, buscarán modificarlo por un coeficiente basado en el índice salarial. “Esto es algo que nos une porque si hay algo que tenemos común es defender a los sectores más vulnerables que, en este caso, son claramente los inquilinos”, señaló Catalfamo, durante el debate en comisión.
El FdT cuenta con 31 senadores propios. Si logra sumar a los cuatro de Unidad Federal – la cordobesa Alejandra Vigo acompañará el dictamen de JxC-, la riojana Vega y la misionera Magdalena Solari Quintana, el FdT llegaría al quórum de 37 senadores para poder iniciar la sesión y, a su vez, aprobar las modificaciones. Se espera también que el rionegrino Alberto Weretilneck colabore con el quórum, aunque persiste la duda de si acompañará el dictamen de alquileres. “Él no está muy conforme, quería dos años de contratos”, deslizaron en su entorno. De todos modos, acompañe o no, el FdT tendría el número para aprobar las modificaciones en el recinto el miércoles o jueves de la semana que viene. En ese caso, el proyecto tendría que volver a la Cámara de Diputados, en donde se definirá si se sanciona la reforma con las modificaciones o tal como salió de Diputados hace un mes.
Será una sesión maratónica que incluirá, a su vez, el proyecto que busca regular los alquileres temporarios, así como todo el temario de la última sesión que se había caído por falta de quórum. Esto significa que se tratarán también los 74 pliegos judiciales que quedaron pendientes, luego de la discusión en torno al nombramiento de Ana María Figueroa.