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Foto: Presidencia.

El presidente Alberto Fernández asistirá el miércoles y jueves próximos a la Cumbre del Mercado Común del Sur (Mercosur) en Río de Janeiro, en su última actividad antes de la finalización de su mandato, el 10 de diciembre, cuando entregue el poder al mandatario electo Javier Milei.

La cumbre se realizará en el Museo del Mañana de Río de Janeiro y Fernández estará acompañado por la secretaria de Relaciones Económicas Internacionales de Cancillería, Cecilia Todesca Bocco, informaron a Télam fuentes oficiales.

El canciller Santiago Cafiero no podrá participar del encuentro porque deberá quedarse en Buenos Aires para trabajar en el proceso de transición.

Durante la cumbre del bloque integrado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay se realizará el traspaso de la presidencia pro tempore del Mercosur del país anfitrión a Paraguay, que ocupará la titularidad durante el primer semestre de 2024.

Asimismo, se anunciará la adhesión de Bolivia como miembro pleno del Mercosur, después de la ratificación por parte del Senado de Brasil el martes último.

La mayor expectativa está puesta en la posibilidad de cerrar el acuerdo comercial entre la Unión Europea (UE) y el Mercosur, del que todavía las negociaciones están en curso.

La futura canciller Diana Mondino, quien la semana pasada estuvo en Brasil para entregar una carta de invitación al mandatario de ese país, Luis Inácio Lula da Silva, para la asunción de Milei, destacó los beneficios de ese entendimiento y las “monumentales” oportunidades comerciales que trae para la Argentina.

Foto Victoria Gesualdi
Foto: Victoria Gesualdi.

“Agradeceríamos que Alberto Fernández, como presidente saliente, pueda concretar el acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea”, remarcó Mondino el jueves último, al exponer en la 29º Conferencia organizada por la Unión Industrial Argentina (UIA).

Mondino se reunió el viernes con Amador Sánchez Rico, embajador de la Unión Europea en la Argentina, para “repasar temas de interés mutuo, incluyendo el acuerdo UE-Mercosur”, refirió el propio diplomático.

Lula dialogó también el viernes último con la titular de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, sobre las negociaciones para cerrar ese acuerdo.

Lo hizo en Dubai, en los márgenes de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2023, la COP28, donde Von der Leyen le expresó al mandatario brasileño que “la UE está comprometida con cerrar este acuerdo”.

No obstante, según fuentes citadas por la agencia de noticias Bloomberg y reproducidas por Europa Press, ese tratado de libre comercio no se firmará el 7 de diciembre y se aplazará al menos hasta después de que Milei tome posesión.

Ambas partes “trabajan de forma intensa y constructiva” y han logrado “importantes avances en los últimos meses”, según un portavoz de la Comisión Europea, Ölof Gill.

“Las negociaciones seguirán con espíritu constructivo y con la ambición de terminarlas lo antes posible”, añadió.

Tras ese cambio de última hora, la delegación de la UE, liderada por el vicepresidente económico y responsable de Comercio, Valdis Dombrovskis, no viajará a Río de Janeiro para asistir a la cumbre de Mercosur, según las fuentes citadas por Bloomberg.

Tampoco lo hará Von der Leyen, según precisaron sus voceros a Télam.

Los requerimientos de la UE que condicionan el acuerdo con el Mercosur

En marzo, la UE presentó un instrumento adicional al Mercosur en el que incorporó una serie de exigencias medioambientales suplementarias que podrían perjudicar la exportación de determinados productos de la región, por lo que se encontró con la resistencia de algunos países.

Este punto fue considerado por Lula como una “amenaza”, pese a manifestar su intención de cerrar el pacto, al igual que el presidente Alberto Fernández.

El Mercosur, por su parte, entregó su contraoferta formal a principios de septiembre, tras lo cual la UE dijo que sigue empeñada en cerrar un acuerdo comercial.

En tanto, el presidente del gobierno de España y del Consejo de la Unión Europea, Pedro Sánchez, manifestó al mandatario de Paraguay, Santiago Peña -quien asumirá la presidencia pro tempore del Mercosur-, el compromiso de su país con el impulso de las negociaciones que permitan cerrar el acuerdo entre ambos bloques regionales, porque consideró que las relaciones con América Latina son “prioritarias”.

El martes último, Peña se reunió en Roma con su par italiano, Sergio Mattarella, ante quien destacó las bondades del Mercosur, bloque que, enfatizó, “está llamado a ser el gran protagonista en el gran desafío de las próximas décadas”.

La incorporación de Bolivia

Por otra parte, Bolivia fue aceptado el martes último como miembro pleno del Mercosur, luego de que el Senado de Brasil, el último escollo que le faltaba al Gobierno del presidente Luis Arce, aprobara el ingreso al bloque que además integran la Argentina, Uruguay y Paraguay.

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Foto: Cris Sillie.

La discusión sobre la posibilidad de que Bolivia ingresara al Mercosur comenzó durante el primer Gobierno de Lula, en 2006, y en enero de 2007 el bloque aceptó el pedido del país vecino, durante una cumbre celebrada en Río de Janeiro.

Para adaptarse al Mercosur, Bolivia necesitará adoptar la nomenclatura común del bloque, el Arancel Externo Común y el Régimen de Origen, en un plazo máximo de cuatro años a partir de la fecha de ingreso al bloque.

Es el primer ingreso de un país al bloque luego de la experiencia registrada por Venezuela, que se unió al bloque pero fue suspendida desde 2017 por incumplimiento de estatutos.

Actualmente, Bolivia es un estado asociado al Mercosur, misma condición de Chile, Perú y Colombia.

Arce consideró el miércoles un “hito histórico” que su país fuera aceptado como miembro pleno del Mercosur y agradeció a Lula y al pueblo brasileño por este hecho para “la integración latinoamericana” frente “a los desafíos que representa la crisis multidimensional que amenaza a la humanidad”.

Por su parte, Uruguay propondrá en la Cumbre del Mercosur celebrar una reunión con China, en momentos en que Montevideo busca firmar un Tratado de Libre Comercio (TLC) con el país asiático.

El presidente uruguayo, Luis Lacalle Pou, estuvo la semana pasada en Beijing para encontrarse con su par chino, Xi Jinping, con el objetivo de fortalecer los vínculos diplomáticos con miras a firmar un tratado de libre comercio.

La postura de Uruguay se enfrenta a un acuerdo del año 2000 del Mercosur que establece que cualquier negociación con terceros países tiene que contar con el aval del resto de sus miembros.

Xi ratificó su apoyo al Mercosur y a otras organizaciones regionales para estrechar el diálogo político y la cooperación económica y comercial con China, que ya invirtió miles de millones de dólares en infraestructura en la región.

Lacalle Pou planteó que su país quiere posicionarse como “un interlocutor válido” en el bloque del Mercosur y también en América Latina.

“Queremos que el año que viene se dé la reunión de la Celac (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños) con China y Uruguay va a ofrecer ser anfitrión”, señaló.





Fuente Telam