Al menos 100 personas murieron en ataques aéreos de Israel en la ciudad de Rafah, en el extremo sur de la Franja de Gaza, como parte de un gigantesco operativo militar en el que dos rehenes israelíes de nacionalidad argentina que habían sido secuestrados por Hamas el 7 de octubre pasado fueron liberados. Rafah, fronteriza con Egipto y único punto de la Franja donde las fuerzas israelíes aún no ingresaron por tierra, parece ser el próximo destino de las tropas que buscan controlar el conjunto de Gaza en su guerra contra Hamas. La Unión Europea (UE), la Organización Mundial de la Salud (OMS) y Naciones Unidas expresan a diario su preocupación ante la ofensiva planeada por Israel.
Bombas sobre Rafah
Según informó en un comunicado, el Ejército israelí atacó durante la madrugada el área del campo de refugiados de Shaboura en Rafah, mientras que según la agencia oficial de noticias palestina Wafa, las fuerzas israelíes realizaron “intensos bombardeos” contra varias zonas de la ciudad, donde se hacinan 1,4 millones de civiles palestinos, la mayoría desplazados internos. “Fuentes sanitarias en Rafah dijeron que unos 100 ciudadanos, entre ellos niños y mujeres, murieron y cientos más resultaron heridos”, informó Wafa.
Según medios locales, aviones de combate realizaron unos 40 ataques “dirigidos en particular a numerosas mezquitas y casas que albergaban personas desplazadas, junto con intensos bombardeos de artillería por parte de buques de guerra sobre la ciudad de Rafah”. Para la agencia Wafa, los bombardeos “también tuvieron como objetivo zonas cercanas a la frontera con Egipto” y muchos muertos y heridos fueron transportados al Hospital kuwaití de Rafah, donde se juntaron también cientos de palestinos que huían de los ataques israelíes.
Otro ataque israelí a una casa en el área de Deir Balah, en el centro de la Franja, causó la muerte de 15 palestinos. El operativo israelí en Rafah ocurrió pocas horas después de que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, le pidiera al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, abstenerse de una ofensiva militar en Rafah sin un plan que garantice la seguridad de civiles.
En una llamada que ambos líderes sostuvieron el domingo, Biden pidió medidas urgentes y específicas para aumentar el rendimiento y la coherencia de la asistencia humanitaria a civiles palestinos inocentes. “Una operación militar en Rafah no debería llevarse a cabo sin un plan creíble y ejecutable para garantizar la seguridad y el apoyo a los más de un millón de personas que se refugian allí”, señaló Biden durante la conversación, según un comunicado de la Casa Blanca.
Rafah es la zona de Gaza que fue designada como segura por Israel. A medida que avanzó su ofensiva en el norte y centro del enclave, el Ejército israelí ordenó la evacuación de civiles que se acumulan en Rafah, aunque los ataques se siguieron dando ahí durante estos meses. El primer ministro Benjamin Netanyahu asegura que Israel está decidido a realizar una ofensiva terrestre a Rafah, mientras va creciendo la presión internacional alertando contra esta operación.
Ola de repudios a la ofensiva en Rafah
El alto representante de la UE para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, dijo este lunes que el número de muertos en la guerra de Gaza es “muy alto” y pidió que se deje de dar armas a Israel. Borrell celebró que el Ejército israelí rescatara a dos rehenes en Rafah, pero mostró también su preocupación por el plan que ha anunciado este fin de semana Benjamin Netanyahu para ampliar la ofensiva militar terrestre en la ciudad del sur de la Franja, fronteriza con Egipto.
“Si lanzan una ofensiva contra una área altamente poblada con más de 1,7 millones de personas estrelladas contra un muro, no pueden escapar. Cuando hay una guerra la gente escapa, pero la gente en Gaza no puede escapar. Están con las puertas cerradas. Están siendo bombardeados sin que puedan escapar”, aseguró Borrell, quien agregó: “Espero que el mundo entero tome nota de ello”.
Volker Türk, el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, advirtió que la perspectiva de una “verdadera” ofensiva del ejército israelí en Rafah, en el sur de la Franja de Gaza, es “aterradora”. “Habida cuenta de la masacre que está teniendo lugar hasta ahora en Gaza, podemos imaginarnos totalmente lo que ocurrirá en Rafah”, declaró Türk en un comunicado.
“Un número extremadamente elevado de civiles, principalmente niños y mujeres de nuevo, serán probablemente asesinados o heridos”, dijo el Alto Comisionado, quien expresó su preocupación porque la incursión en Rafah “podría significar el fin de la escasa ayuda humanitaria que entra y se distribuye, lo que tendría enormes consecuencias para Gaza en su conjunto”, afirmó Türk.
En su discurso en la Cumbre Mundial de Gobiernos de Dubai (WGS), el director de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, aseguró que está “especialmente preocupado por los ataques recientes en Rafah, donde la mayoría de la población de Gaza ha huido de la destrucción del norte”. En relación a la actual emergencia en Gaza, indicó que la OMS ha entregado 447 toneladas de ayuda, algo que consideró “una gota en el océano que continúa aumentando cada día”.
Ghebreyesus apuntó que los trabajadores sanitarios están haciendo lo mejor que pueden “en circunstancias imposibles” en el enclave palestino donde “sólo 15 de 36 hospitales están funcionando parcialmente o mínimamente”. El director de la OMS pidió un acceso seguro humanitario para la entrega de suministros, la liberación de los rehenes cautivos por Hamas y un alto al fuego.
La Autoridad Nacional Palestina (ANP) acusó a Israel de acelerar los ataques a Rafah para forzar el éxodo de los palestinos hacinados en esa zona y dijo que Israel llevó a cabo “un brutal bombardeo” por la madrugada en Rafah. El objetivo de esa acción marca “un esfuerzo oficial israelí por atacar a los civiles y trasladar la guerra a la zona de Rafah, que está ampliamente poblada, para empujarlos a emigrar y desplazarse”, aseguró el ministerio de Exteriores de la ANP.
En paralelo, en Cisjordania –el otro terreno en que está confinado el pueblo palestino– un joven de 20 años y un menor de 16 resultaron heridos de bala por los disparos de colonos israelíes en la aldea de Asira al Qibliya, al sur de la ciudad cisjordana de Nablus, informó la agencia de noticias palestina Wafa. Según el alcalde de Asira al Qibliya, Hafez Saleh, colonos del asentamiento Yitzhar atacaron la zona oriental de la aldea. Uno de los jóvenes resultó herido en el estómago y el otro en la mano. Además, los asaltantes quemaron un vehículo y atacaron una vivienda con cócteles molotov, lo que provocó que se incendiara.
Estos ataques coinciden con el anuncio del Gobierno británico de que ha impuesto nuevas sanciones a cuatro “colonos extremistas israelíes” que han “atacado violentamente” a comunidades palestinas en la Cisjordania “ocupada”.