¿Boca sana, corazón sano? No siempre. Sin embargo, algunos problemas en la salud bucal pueden estar relacionados con otras enfermedades, sobre todo del corazón.

Por eso, una nueva iniciativa de la American Heart Association (AHA, Asociación Americana del Corazón), se centra en los odontólogos para promover la prevención y detección temprana de varias enfermedades, entre ellas las cardíacas.

Según aseguran, el rol de los dentistas podría ser clave, dado que, por ejemplo, en Estados Unidos muchas personas acuden todos los años a los consultorios de los odontólogos, pero no necesariamente a otro médico.

Algo similar podría ocurrir a nivel local.

“Miles de personas consultan anualmente a un odontólogo, y creo que es una excelente oportunidad para no solo revisar la boca sino también tomar la presión arterial y derivar, por ejemplo, al médico, casos de hipertensión arterial que hubieran pasado desapercibidos”, destaca el cardiólogo miembro de la Sociedad Argentina de Cardiología (SAC) Mario Boskis, quien compartió con Clarín sus apreciaciones respecto a esta iniciativa.

Salud bucal y enfermedades coronarias

Según la iniciativa, denominada “Healthy Smiles, Healthy Hearts”, (boca saludable, corazón saludable), “las investigaciones muestran que la inflamación crónica de las encías puede estar asociada con otras enfermedades crónicas, como la enfermedad de las arterias coronarias y la diabetes”.

Además, señalan que ciertas bacterias que viven en la boca pueden viajar a través del torrente sanguíneo a otras partes del cuerpo, incluidos el corazón y los pulmones.

“Las bacterias orales, incluidos los estreptococos del grupo viridans (VGS), pueden causar endocarditis infecciosa, una infección del revestimiento interno del corazón o de las válvulas cardíacas”, indican.

En el mismo sentido, y teniendo en cuenta que las enfermedades bucales pueden afectar la salud sistémica, instan a reforzar las rutinas de cuidado bucal preventivo, ya que son fundamentales para reducir los riesgos de salud asociados, incluidas las afecciones cardiovasculares.

La visita al dentista podría ayudar a detectar enfermedades cardíacas. Foto Shutterstock,La visita al dentista podría ayudar a detectar enfermedades cardíacas. Foto Shutterstock,

En tanto, a la hora de explicar cómo es que la salud bucal puede incidir en la cardiovascular, Boskis reconoce que “si bien se ha encontrado que enfermedades bucales como la gingivitis o hasta las caries tienen una asociación directa con un mayor riesgo de infarto de miocardio o ACV, aún no se conoce el mecanismo por el cual esto podría suceder”.

“La teoría propuesta sugiere que la infección en la cavidad bucal sería responsable de generar en el organismo un proceso de inflamación crónica generalizada, que cuando se focaliza en las arterias, altera la capa endotelial de las mismas y las enferman, generando placas de ateroma”, amplía.

Y confirma que las propias bacterias presentes en la boca complicarían este cuadro, dado que son capaces de “viajar” por el torrente sanguíneo y depositarse en estas placas, que con el tiempo tienen la potencialidad de evolucionar a obstrucciones arteriales totales.

“Más allá de la teoría, hay estudios que dicen que limpiarse los dientes tres o más veces por día podría disminuir los eventos cardiovasculares descritos hasta un 9%, y que hacer una limpieza dental por el odontólogo una vez por año disminuye ese riesgo un 14%. Sin duda son números interesantes a tener en cuenta cuando hablamos de prevención cardiovascular”, pondera.

El odontólogo y el cardiólogo

“Los profesionales de la salud bucal pueden desempeñar un papel fundamental como parte de un equipo de atención de todo el cuerpo para reducir el riesgo de enfermedad cardiovascular”, afirma Joseph Wu, presidente y director de la AHA, del Instituto Cardiovascular de Stanford y profesor de Medicina y Radiología en la Facultad de Medicina de Stanford.

“Cuando los dentistas y los médicos de atención primaria trabajan juntos, podemos crear muchos más puntos de acceso para una atención médica integrada y de calidad y educar a nuestros pacientes sobre el impacto de una buena higiene bucal en la salud y el bienestar total”.

En este sentido, aclaran que hay más de 134.000 consultorios dentales en los Estados Unidos y aproximadamente 27 millones de pacientes visitan a su dentista cada año, pero no necesariamente a otro médico.

La inflamación crónica de las encías puede estar asociada con la enfermedad de las arterias coronarias. Foto Shutterstock.La inflamación crónica de las encías puede estar asociada con la enfermedad de las arterias coronarias. Foto Shutterstock.

Por eso, remarcan que los dentistas pueden ser un importante recurso para asesorar y examinar a los pacientes con el objetivo de detectar muchas enfermedades crónicas, incluidas la hipertensión y el cáncer bucal, creando una valiosa oportunidad para impulsar la prevención y la detección más temprana.

“Hay cada vez más evidencia en la literatura médica que sugiere que existe una relación entre una mala salud bucal y mayor riesgo de desarrollar enfermedad cardiovascular, tan es así que se está promoviendo por parte de las sociedades científicas una asociación estratégica entre cardiólogos y odontólogos, para concientizar acerca de este tema y convertir al dentista en un verdadero agente de salud”, concluyó Boskis.

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Fuente-Clarin