Un día después de bajarse del palco en el que el ministro de Economía, Sergio Massa, anunció la suba del mínimo no imponible a los impuestos a las Ganancias; el secretario general de UPCN, Andrés Rodríguez, cerró en el Ministerio de Trabajo un acuerdo de incremento salarial para los empleados públicos nacionales del 23,2% en dos cuotas de 11% para septiembre y octubre, lo que supera la devaluación post PASO. En la negociación también estuvo el secretario general de ATE, Hugo Godoy, quien valoró: “El conjunto de medidas adoptadas por el Gobierno para mejorar la calidad de vida de las trabajadores”.  

El acuerdo para los estatales nacionales alcanzado en el Ministerio de Trabajo define, además, que el bono de 60 mil pesos no será absorbido por el acuerdo paritario. Y el Gobierno nacional también aceptó que la paritaria sea revisada en octubre.  Según informó UPCN, el acuerdo implica un incremento salarial, entre junio y octubre, de 63,89 por ciento, ya que el aumento se aplicará sobre el premio por presentismo, el jardín maternal, viáticos y otros conceptos salariales.

Por su parte, ATE indicó que la primera cuota del bono de 60 mil pesos se cobrará alrededor del 15 de este mes y la segunda con los salarios de septiembre y precisó que será percibido por el personal que cobre haberes netos de hasta 400 mil pesos a agosto último. Mientras que quienes ganen más de 370 mil pesos netos recibirán la diferencia para llegar a los 400 mil. 

Ningún trabajador debe estar por debajo del nivel de pobreza“, reinvidincó ATE tras cerrar la negociación que busca mantener el objetivo de que los salarios le ganen a la inflación. En ese sentido, Godoy consideró que el acuerdo obtenido por solo dos meses permitirá lograr “un incremento por arriba de la inflación en los últimos cinco meses”, y solicitó que “la paritaria se mantenga abierta permanentemente”.

A pesar de la buena negociación alcanzada este miércoles, el gremio encabezado por Godoy marcó otros pendientes que se continuarán negociando. Entre ellos, será el de incorporar la suma fija de 60 mil pesos como parte integrante y permanente del salario; la necesidad de eliminar la exigencia del período de prueba de 12 meses o la modificación del régimen de licencias, justificaciones y franquicias que rige desde la dictadura cívico-militar. 

De esta manera, el Estado nacional cierra el anuncio hecho por Massa de aplicar una suma fija de 60 mil pesos en los salarios, que en las últimas dos semanas también se trasladó a las provincias. Las posiciones para las negociaciones con los estatales provinciales fueron diversas sin mediar entre oficiales y opositores. Unas 14 provincias –entre ellas Chaco, Salta y la Ciudad de Buenos Aires– informaron que la suma fija era parte de las negociaciones paritarias y que no acatarían la cifra propuesta por el gobierno. 

En tanto, La Rioja, Mendoza, Chubut y Santiago del Estero anticiparon que darían una suma fija, que en el caso santiagueño fue incluso más alta que la propuesta por el ministro de Economía. También se sumó al bono la provincia de Buenos Aires, que acordó un aumento salarial para los trabajadores públicos de la Provincia de Buenos Aires, con una suma fija para aquellos agentes que cobren salarios por debajo de los 400 mil pesos y otra para las jubilaciones menores a los 120 mil. Además generó un fondo especial para asistir a los municipios en sus negociaciones locales.



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