El candidato a jefe de Gobierno de La Libertad Avanza, Ramiro Marra, dio un paso más en su cruzada contra los medios públicos y los contenidos educativos, en especial contra Pakapaka, el canal que su madre le habría desaconsejado mirar. Aparentemente, el origen de su encono con la historia contada por Zamba, el dibujo animado emblema de la señal, es personal: “Soy español y no me gusta cómo se cuenta la historia”, dijo. Si bien sus declaraciones anteriores -que incluyeron propuestas tales como construir torres en el predio donde funciona la TV Pública- habían cosechado críticas de diversos sectores en las primeras horas, la revelación de su autopercibida identidad europea le valió otra tanda de respuestas de parte de funcionarios, historiadores –como Felipe Pigna– y hasta de la propia vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, quien subió un video a sus redes sociales para respaldar a la señal educativa.
“Un chico me dijo una vez que en Pakapaka decían que los españoles eran los malos y que los argentinos eran los buenos. Me parece que no es así”, lanzó Marra en una entrevista televisiva en la que también afirmó: “Yo soy español, tengo pasaporte español, mis abuelos eran españoles. Mis abuelos no eran malos y yo no soy malo”. Suena contradictorio: un dirigente que se postula para gestionar la capital argentina repite una y otra vez que se considera español, reclama que se lo reconozca como un ciudadano del viejo mundo y acusa a los medios públicos de difundir una historia sesgada donde se ataca indiscriminadamente al país del que se siente parte. “Tratá de respetar mi patria”, le reclamó a un periodista que le consultó por el saldo de muerte y saqueo que dejó la conquista de América. Más aún, el libertario usó ese argumento -su pretendida condición de europeo- para desviar la conversación y evitar pronunciarse sobre el tema.
“Ser español no inhabilita poder criticar las
cosas que hizo mal España en la historia”, dijo a Página/12 el historiador
Felipe Pigna. La justificación del libertario, aseguró, encuentra límites muy concretos,
aun si hubiese que considerar a Marra como un español que habla por su
país. Fue el propio rey Juan Carlos quien el 13 de enero de 1990 en la
ciudad mexicana de Oaxaca pidió disculpas en nombre de España por la conquista. “El argumento de ser español es absurdo porque con ese
criterio los alemanes no podrían criticar al nazismo”, aseguró Pigna. Señaló, asimismo, que ese discurso está errado en tanto advierte sobre un “antiespañolismo” inexistente: “Acá se está corriendo el eje. Nadie es anti español. España tiene una cultura interesantísima que reconocemos y además el vínculo entre los pueblos español y argentino siempre fue muy profundo”.
La historia siempre es ideológica y siempre tiene una lectura política. La historia oficial que se ha enseñado durante casi un siglo y medio es la historia de Mitre, con un recorte liberal muy concreto. Las de Pakapaka son miradas de la historia como tantas otras que primaron en la educación formal”, señaló Pigna. En este sentido, el señalamiento de Marra “no es inocente, es un ataque a los medios públicos y a las formas de poder contar nuestra historia”.
Marra sigue el manual de la provocación libertaria, el mismo que usan otros dirigentes de su espacio cuando cuestionan la soberanía argentina sobre las Malvinas, amenazan con cerrar el Conicet o realizan actos negacionistas en la Legislatura porteña. Impone falsas dicotomías: Medios públicos o construcción de escuelas; ESI o pornografía; privatización o adoctrinamiento. Fueron muchos los que recogieron el guante y salieron a contestarle. La vicepresidenta de la Nación, por caso, publicó en su flamante cuenta de Tik Tok un video donde, al final de un discurso, destacó la importancia de la señal infantil y aseguró: “Ahora tenemos a nuestros propios héroes hechos realidad y cultura para todos los argentinos”. También le contestó la gerenta de Contenidos Públicos Sociedad del Estado, Jésica Tritten, quien señaló que el libertario no distingue entre los hechos de la Revolución de mayo y la inmigración masiva del siglo pasado. “Hay varias generaciones de niños y niñas Pakapaka y saben más de los procesos históricos que Marra”.
“Hoy en la oferta de canales hay muchos privados que tienen sus estrategias comerciales. Nosotros tenemos la misión de ser una pantalla que le hable a todos y todas, y eso no se le puede exigir a los privados. Y una pantalla que te mira, te nombra y te representa tiene un valor enorme en el vínculo con las infancias. No es lo mismo la televisión infantil sin Pakapaka”, dijo a este medio Cielo Salviolo, directora de Pakapaka desde sus inicios. Los contenidos de Pakapaka, afirmó, se hacen junto a la escuela, en áreas relacionadas con la currícula escolar y los núcleos de aprendizaje prioritarios.
Por eso, para Salviolo en las declaraciones de Marra hay también una cuota de desconocimiento, que el mismo legislador reconoce al decir que nunca vio el canal. “Invitamos a que nos conozcan. Pakapaka es un canal infantil, educativo, público que es un hito en la televisión regional, que crea contenido federal y es también el primer canal en el mundo que tiene un consejo de chicos y chicas que asesora al canal para pensar temas, agendas, abordajes, narrativas. Por eso, cuando se desacredita la experiencia pública tan genuina también se subestima la participación activa de las infancias en esa construcción“. Salviolo remarca que se trata de chicos que se anotan voluntariamente para participar del consejo, y no de un “focus group”. Otra dicotomía para la reflexión de Marra.
Informe: Diego Castro Romero