La centralidad de la figura y la palabra de Cristina Fernández de Kirchner cobra una nueva dimensión en el ejercicio dedicado y minucioso que hizo el actual diputado del Parlasur, y exasesor en la Secretaría General de la Presidencia, Carlos López: la recopilación de sus discursos, también cartas e intervenciones en videos y redes, a lo largo de estos últimos años. No son años cualquiera: el primer discurso recopilado –y precedido por un desarrollo del contexto, como todos– es el que ella dio el 9 de diciembre de 2015, cuando una Plaza de Mayo colmada la despedía de su gobierno. El último, del 27 de diciembre del año pasado, en la inauguración del Polideportivo Diego Armando Maradona de Avellaneda, dejó una frase destacada: “Ni renunciamiento ni autoexclusión: acá hay proscripción”. La presentación de estos Mensajes y cartas militantes, publicado por Editorial Octubre, con prólogo de la vicepresidenta, tuvo el marco exacto de un lugar clave para la vida política argentina, la Confitería del Molino (aún no funcionando como tal, pero sí con todo el esplendor de su restauración), frente al Congreso de la Nación. Junto al autor, protagonizaron la presentación la directora de Página/12, Nora Veiras, y el periodista Roberto Caballero.
“Una militante que siempre se enorgulleció de poder mirar a la cara a los argentinos y argentinas, porque no traicionó”, según Carlos López. “Una dirigente que con cada intervención reivindicó la política, en el más cabal de los sentidos”, en la definición de Nora Veiras. “Una intelectual de la política, alguien que aporta al debate público con estas palabras”, en la reflexión de Caballero. Las definiciones alrededor de la figura de CFK marcaron tanto la convicción militante como la centralidad y lucidez de cada una de las intervenciones que recopila el libro, “a veces proféticas”, apuntó Caballero.
La nutrida convocatoria de público llenó el espacio sorprendente del gran salón del Molino, entre enormes vitrales, columnas de mármol y carteles de otras épocas: “Merengues – Chantilly”, “Snacks”. El ministro de Cultura, Tristán Bauer, Secretario Legal y Técnico de la Presidencia, Carlos Zannini, los y las diputadas Gisela Marziotta, María Rosa Martínez y Daniel Arroyo, la legisladora porteña Victoria Montenegro, el titular del Suterh y coordinador del Grupo Octubre, Víctor Santa María, estuvieron entre los presentes.
“En este momento en que los candidatos a cargos políticos denostan la política, y se reivindican como apolíticos, estos discursos marcan una profunda reivindicación de la política, y la coherencia de una militante que atravesó décadas como legisladora provincial, luego nacional, y finalmente al frente del gobierno nacional”, observó Veiras. Y eligió una cita puntual entre esos discursos, para retomar una palabra que hoy se presenta con el sentido desfigurado.
Así, recordó que un lluvioso 13 de abril de 2016, frente a los tribunales de Comodoro Py, Cristina Kirchner decía que “este frente ciudadano debe tener como eje la libertad“. “Necesitamos trabajo porque da libertad, necesitamos que ningún empleado público tenga miedo de ser echado por lo que piensa, por lo que dice o por dónde milita. ¿Qué es eso de que no se puede militar en la Argentina? ¿Qué es eso de que los partidos políticos son estigmatizados? La libertad de volver a soñar, porque para soñar, mis queridos compatriotas, y realizar una vida plena, tenemos que tener libertad”, definía.
“Vaya paradoja, que el libro comience con el discurso de despedida. Allí Cristina desgrana el futuro con mucho esperanza, y marca cuál era la tarea del movimiento nacional y popular a partir de entonces. Pienso ahora, cuánta razón tenía, y también, qué poco se la escuchó”, reflexionó Caballero. Y celebró la iniciativa de este libro de López, “el arquetipo de un militante comprometido, que asume el compromiso de transmitir saber histórico, de generación en generación”.
López eligió una cita de Rodolfo Walsh, la de su célebre Carta abierta a la Junta Militar, en la que el escritor se reivindicaba “fiel al
compromiso que asumí hace mucho tiempo de dar testimonio en
momentos difíciles”. Recordó que Cristina Kirchner se enorgullecía de que “en los gobiernos de Néstor y de ella no hubo una sola ley o decreto que fuera en contra de los intereses del pueblo”. “Estos discursos no sólo son un testimonio para mirar la historia, tienen que servir para las nuevas generaciones”, advirtió. El final sumó emoción y música: desde un balcón del salón del Molino, Francisco Ciprián interpretó con su bandoneón “Adiós Nonino”.