El equipo de Jorge Almirón atraviesa un presente que no es bueno en el ámbito local, ya que viene de empatar 1-1 en su estadio contra Lanús, sin jugar bien y dejando mucho que desear. En lo que va de la Copa de la Liga, acumula tres derrotas, un empate y dos victorias, una ante Platense, y la otra sobre Central Córdoba en Santiago del Estero.

En medio de todos esos partidos, claro, tuvo los duelos de los octavos de final ante Nacional de Uruguay y los de cuartos de final ante Racing Club. En ambas series, pasó por penales y sin contar que, en esos cuatro encuentros, sólo le convirtió dos goles a los uruguayos en la vuelta en la Bombonera. Además, tuvo el cotejo frente a Almagro por los octavos de final de la Copa Argentina que se definió desde los doce pasos, pese a que el conjunto de la Ribera ganaba 2-0. Antes de que finalizara la primera mitad se lo empataron y llevaron la definición a los penales donde el Xeneize se llevó la serie por 4-3 tras otra gran actuación de Sergio Romero.

“El jueves hay que jugar con otra energía y otro vértigo”, dijo Almirón en conferencia de prensa post empate ante Lanús. El entrenador sabe que su equipo no pasa por un buen momento futbolístico, pero también que los partidos de copas internacionales para Boca son diferentes al resto, y que es ahí cuando los jugadores sacan adelante el plus que necesitan para salir adelante.

En cuanto al equipo para enfrentar a Palmeiras, el orientador deberá definir si para una línea defensiva de cinco defensores, como utilizó en ambos encuentros frente al conjunto de Fernando Gago, con la inclusión de Nicolás Valentini junto a Figal y a Marcos Rojo como centrales, más Luis Advíncula y Frank Fabra como laterales-volantes. O apela a cuatro hombres en defensa, sin Valentini, con misma cantidad de mediocampistas y con dos delanteros, uno de ellos sería Edinson Cavani y el otro podría ser Darío Benedetto, o Lucas Janson un poco más adelantado.

Por su parte, el elenco de Abel Ferreira llegará a disputar la ida con un poco más de descanso que su rival, ya que su último juego fue el jueves pasado con derrota ante Gremio por la mínima diferencia. En dicho encuentro, su director técnico paró un equipo completamente titular en Porto Alegre, y el mismo podría repetir en Buenos Aires: Weverton; Marcos Rocha, Gustavo Gómez, Murilo Cerqueira, Joaquín Piquerez; Gabriel Menino, Raphael Veiga, Zé Rafael; Mayke, Artur, Rony.

El equipo paulista llegará a La Bombonera en un momento distinto a los últimos años, ya que no cuenta con figuras de élite tras la lesión de Dudu, que sufrió la rotura del ligamento en una de sus rodillas y no jugará en lo que resta del 2023. En la caída con Gremio no presentó su mejor versión y la tiene difícil en el campeonato brasileño, ya que quedó en la segunda ubicación del Brasileirao, a seis unidades del líder Botafogo, y cortó una racha de seis encuentros sin conocer la derrota. 

Su principal figura es Raphael Veiga, que es el distinto por su manera de manejar la pelota y desenvolverse, y además es citado seguido la Selección de Brasil. Además, su entrenador mantiene diferencias personales con Gustavo Gómez, uno de sus centrales, que se fueron generando luego del último partido.

Sin embargo, más allá del resultado, una de las situaciones más polémicas del choque ante Gremio fue cuando el técnico Ferreira se enojó por una jugada puntual, y luego sostuvo que los árbitros le habían robado. “Eso es robar, eso es robar”, decía en portugués mientras se retiraba del campo de juego, totalmente ofuscado.

Ante esta situación, la Asociación de Árbitros del Fútbol de Brasil (ABRAFUT) tomó la decisión de denunciar al técnico portugués ante el Tribunal Superior de Justicia Deportiva de Brasil (STJD), por una “conducta muy grave en contra de la ética, el carácter y todos los principios de honestidad e integridad del árbitro”.

Con este panorama, el STJD tendrá que llevar a cabo una investigación y Ferreira podría ser sancionado, en caso de que la entidad lo encuentre “culpable” por los hechos que relata el ABRAFUT. Mientras tanto, el orientador cambió de chip y comenzó a enfocarse en el partido ante Boca. Cuando le preguntaron en la última conferencia de prensa sobre este tema, evitó responder al respecto y enfocó su análisis en el primer choque por la Copa. “Hay que prepararse ya para el próximo partido, que es decisivo. Estamos muy contentos de estar nuevamente en la semifinal y tenemos la intención de llegar a la final”.

Cómo llegan ambos a disputar las semifinales

El conjunto de Almirón comenzó con el pie izquierdo el certamen, empatando con Monagas en su debut y ganando con lo justo en la segunda jornada frente a Deportivo Pereira -en la fecha 4 sí le ganó al Xeneize 1-0-. Luego, el plantel superó 1-0 a Colo Colo en Argentina, lo había vencido 2-0 en Chile, y goleó 4-0 al elenco colombiano. De esta manera, quedó primero en el Grupo F.

En octavos de final se enfrentó a Nacional de Uruguay. En la ida, de visitante, empataron sin goles; y en la vuelta, en La Bombonera, volvieron a igual, pero en dos. En la tanda de penales también fue figura el Sergio Romero, y el equipo de Edinson Cavani, Cristian Medina y Valentín Barco pasó a cuartos. En esas instancia, luego de dos empates sin goles ante Racing, volvió a clasificar con una definición desde los 12 pasos.

Por su lesión en el partido de ida contra Racing, el jugador Barco se perdió la vuelta en Avellaneda. Tampoco pudo jugar Luca Langoni, el delantero goleador de la Liga Profesional 2022. Sin embargo, el defensor llegará en condiciones físicas a pesar de haber jugado sólo un tiempo contra Lanús, pero el delantero no estará a disposición del técnico, ya que se recupera del quinto desgarro sufrido en lo que va de este año. El delantero de 21 años será el único del plantel que no será tenido en cuenta por Almirón.

El equipo de San Pablo, por su parte, también arrancó de forma inesperada, con una derrota 3-1 frente a Bolívar, aunque después ganó todos sus partidos y clasificó puntero del Grupo C. En instancias finales, le ganó de forma ajustada (1-0 en la ida y 0-0 en la vuelta) a Atlético Mineiro, pero en cuartos superó de forma holgada a Deportivo Pereira con una goleada (4-0) en la ida, y un empate en cero en la vuelta.

El historial entre los dos equipos

La historia de la Libertadores tiene capítulos inolvidables en los que Boca Juniors se cruzó con Palmeiras. Si de antecedentes se tratara, el club argentino tendría buenos augurios para lo que viene: en los cruces mano a mano tiene un cien por ciento de efectividad ante adversarios brasileños y en dos de tres series en las que se cruzaron, fue campeón.

En fase de grupos de la Libertadores se encontraron en un par de oportunidades. La primera vez fue en 1994 y la otra en 2018. En el primer antecedente, Palmeiras goleó 6-1 en Brasil y luego cayó 2-1 en Buenos Aires. En tanto, 14 años después, igualaron 1-1 en el Allianz Parque, con un gol de Carlos Tevez, y fue 2-0 para el conjunto brasileño en La Bombonera. En esa edición, volvieron a encontrarse en semifinales con final feliz para el elenco que dirigía Guillermo Barros Schelotto, previo a jugar la final contra River.

En los duelos mano a mano, se vieron las caras tres veces en seis partidos y no solamente Boca avanzó en todas las ocasiones, sino que además en dos oportunidades fue campeón y en la otra se metió en la final. Por ejemplo, en el 2000 el histórico equipo comandado por Carlos Bianchi le tocó medirse con Palmeiras en la final a dos partidos para ser campeón de América.

La llave comenzó el 14 de junio en Buenos Aires y, con doblete de Rodolfo Arruabarrena, terminó 2-2. La serie se cerró el 21 de junio por penales en el Morumbí, tras un empate sin goles, con Oscar Córdoba como protagonista debajo de los tres palos. De esta manera, le arrebató el título al campeón defensor y volvió a levantar la Libertadores después de 22 años.

Una temporada más tarde, el destino los volvió a juntar, pero esta vez en semifinales. En la ida igualaron 2-2 en La Boca, con un penal del delantero Barros Schelotto y otro tanto de Antonio Barijho, que terminó expulsado. En la revancha, Walter Gaitán abrió la cuenta y Juan Román Riquelme, el hoy vicepresidente de la institución, tuvo un juego muy bueno y puso el 2-0. Pero se lo empataron y fueron a los penales. Nuevamente el arquero colombiano fue protagonista, y Boca se metió en la final en un momento conflictivo que atravesaba el plantel, en disputa con la dirigencia por una deuda económica. Finalmente, terminó ganándole a Cruz Azul y tuvo su segunda consagración consecutiva.

Superados los años dorados del Xeneize, en el 2018 volvieron a encontrarse en semifinales. El equipo de la Ribera ganó 2-0 en la ida, con doblete de Darío Benedetto. En la revancha, el goleador volvió a convertir en el 2-2, y el otro fue de Ramón Abila. 

En el historial de partidos oficiales, Palmeiras le saca a Boca una ventaja de tres triunfos, dos caídas y siete empates, mientras que por Copa se cruzaron diez veces, con dos victorias para cada equipo y seis igualdades.



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