El nivel de actividad económica cayó 1,3 por ciento en julio en relación con el mismo mes del año pasado. Dicha merma se debió principalmente a la caída del desempeño del sector Agricultura, ganadería, caza y silvicultura, afectado por la sequía. El registro de julio significa la cuarta caída interanual consecutiva del índice. La actividad registró una variación positiva de 2,4 por ciento respecto a junio.
Los datos surgen del Estimador mensual de actividad económica (EMAE) publicado este martes por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). Si bien once de los 16 sectores de actividad que releva el EMAE marcaron subas interanuales en julio, la merma del 14 por ciento del rubro agricultura traccionó a la baja al total.
“El dato de julio sorprendió por lo positivo”, aseguraron desde la consultora LCG haciendo foco en el dato desestacionalizado, “con el dato de julio, la economía creció luego de cuatro meses consecutivos de caída. De este modo recuperó parcialmente la caída acumulada en dicho periodo (2,4 puntos porcentuales de los 3,2 perdidos) y opera 0,5 por ciento por encima del nivel de diciembre de 2022.
“En términos interanuales, el EMAE se ubica 1,3 por ciento por debajo de su valor de julio de 2022, lo que representa una contracción bastante menor al 4,7 por ciento registrado en junio, cifra que fue revisada a la baja desde el -4,4 por ciento reportado originalmente. En el acumulado de 2023, el EMAE acumula una caída de 1,8 por ciento, algo menor al 1,9 por ciento acumulado durante el primer semestre del año”, coincidieron desde Balanz.
Por sector
Julio presentó mejoras en once sectores que integran el EMAE. Destaca el rubro Pesca, con un aumento del 20,5 por ciento respecto al año anterior, y explotación de minas y canteras, que registró un incremento del 7,1 por ciento. El sector de explotación de minas y canteras fue el que más incidencia positiva tuvo en la variación interanual del EMAE. También aportaron Pesca y Actividades inmobiliarias, empresariales y de alquiler, que creció 1 por ciento.
En tanto cuatro sectores de actividad experimentaron caídas en la comparación interanual. Se destacan Agricultura, ganadería, caza y silvicultura, que disminuyó un 14 por ciento respecto al mismo período del año pasado, y la Industria manufacturera, que retrocedió un 3,7 por ciento. La caída del agro, que fue la que mayor incidencia tuvo en la caída del índice, significó a la vez una mejora significativa respecto a los tres meses anteriores en los que cayó 40 por ciento anual en promedio. En julio restó 0,8 puntos porcentuales al crecimiento anual, mientras que en junio lo había hecho en 3,3 puntos porcentuales. En siete meses de 2023, acumula una caída de 29 por ciento anual. Entre los dos rubros (agro e industria), incidieron en una disminución de 1,5 puntos porcentuales en la caída interanual del EMAE.
Los sectores más tradicionales como Construcción y Comercio permanecieron invariantes (0 por ciento) respecto un año atrás.
Proyecciones
A futuro son varios frentes los que se abren a la gestión del gobierno para lograr estimular una demanda agregada deprimida en un contexto de fuerte aceleración inflacionaria. Las exportaciones vienen retraídas debido a la sequía, pero también por un efecto precio que contribuye a enflaquecer aún más las reservas del Banco Central. El consumo doméstico exhibe muestras de desaceleración y es un segmento que posiblemente reciba cierto alivio tras las medidas que anunciará el gobierno en los próximos días. En tanto la inversión privada se encuentra casi suspendida a la espera del recambio político.
“No vemos que la recuperación registrada en julio sea sostenida en agosto”, aseguraron desde LCG y agregó: “En agosto se sentirá los efectos de un contexto más incierto, en el que el adelantamiento de consumo tenderá a moderarse ante la caída del salario real post devaluación. La devaluación implementada post PASO tuvo como correlato una nominalidad más alta, que erosiona más rápido el poder adquisitivo de los consumidores”.
“En un intento de llegar competitivo a las elecciones generales el gobierno está volcando un acaudalado paquete de medidas en vistas de frenar el deterioro. En poco más de tres semanas anunció complementos de ingresos o alivios fiscales por el equivalente a 1,02 por ciento del PBI. Esto podría sostener niveles de consumo, pero solo a corto plazo. Y el efecto podría ser marginal, si parte de estos mayores ingresos, principalmente los ofrecidos a los trabajadores de altos ingresos ante la suma del mínimo exento del Impuesto a las Ganancias , no se vuelcan a la compra de bienes (locales)si no a la compra de dólares paralelos a modo de cobertura”, sentenció LCG
“Sobre esta coyuntura se monta la permanente escasez de divisas y un escenario político incierto que paralizan proyectos de inversión afectando así también el nivel de empleo y creación de puestos de trabajo.En síntesis, esperamos que la actividad económica acelere el deterioro de cara al segundo semestre del año, promediando una caída del 3 por ciento anual a diciembre”, aseguró.