Hace varios años, el equipo de neurocientíficos de la Universidad del Sur de California comenzó a notar que, a veces, cuando colocaban un ratón anestesiado de nuevo en su jaula, su compañero de jaula comenzaba a actuar de manera extraña, olfateando y mordiendo la cara del ratón inconsciente.
Para el científico Li Zhang casi parecía que el ratón estaba tratando de revivir a su compañero inconsciente con algo parecido a primeros auxilios.
Se han observado comportamientos similares en otras especies, como elefantes o delfines que ayudan a miembros incapacitados del grupo. Aunque otros investigadores de ratones han observado comportamientos similares con ratones inconscientes, nunca se ha estudiado en profundidad, dice Zhang.
Ahora, él y sus colegas demuestran que los ratones inconscientes provocan una serie de comportamientos en sus compañeros de jaula que parecen acelerar la recuperación de la anestesia.
“Para mí, esto se parece mucho a un comportamiento impulsado por lo que yo llamaría el impulso altruista”, dice James Burkett, un neurocientífico de la Universidad de Toledo que no participó en el estudio.
“No podemos inferir sólo a partir de nuestras observaciones que estos ratones tienen la intención de ayudar. Sólo sabemos que están respondiendo a un animal necesitado y que realizan un comportamiento que los beneficia”.
Zhang y sus colegas estudiaron este comportamiento al presentarle a un ratón un compañero de jaula inconsciente y un ratón activo. Descubrieron que el ratón en cuestión pasaba mucho más tiempo interactuando con el compañero de jaula inconsciente, exhibiendo un conjunto consistente de comportamientos que se intensificaban con el tiempo.
Al principio, el ratón se limitaba a olfatearlo y a acariciarlo, pero como el ratón no reaccionaba, el ratón en cuestión comenzaba a morderle la boca e incluso a sacarle la lengua.
“Parece que el ratón puede llevar a cabo, deliberadamente, todo este conjunto de comportamientos”, afirma Huizhong Whit Tao, neurocientífico de la USC y coautor del estudio. Estos comportamientos deben ser instintivos, afirma Whit Tao, ya que estos ratones nunca habían tenido la oportunidad de aprender, ya que nunca antes se habían encontrado con un ratón inconsciente. “Esta es la primera vez que informamos de este tipo de respuestas similares a las de una emergencia en animales”.
Todos los empujones y pinchazos dieron resultado para los ratones inconscientes, ya que aceleraron un poco su recuperación de la anestesia. Tirar de la lengua resultó especialmente eficaz, ya que los investigadores descubrieron que expandía las vías respiratorias de los ratones inconscientes. El equipo incluso colocó pequeños objetos en la boca de los animales inconscientes, que se desprendieron al tirar de la lengua.
“Ésta fue la parte más sorprendente del estudio”, afirma Whit Tao. “Obviamente, los efectos son beneficiosos”.