Mientras los especialstas alertan sobre el futuro de la investigación científica ante la amenaza de la ultraderecha y su motosierra arrasadora, en la semana se conoció que un ranking internacional volvió a reconocer al Conicet como la mejor institución de su tipo en la región. Pero fiel a su estilo, y haciendo oídos sordos a la realidad, Javier Milei volvió a ratificar que rebajará la categoría de la institución y anunció que quien dirigirá la nueva área será Daniel Salamone, médico veterinario especialista en clonación, una técnica que el candidato de La Libertad Avanza destaca en cada entrevista que puede.
Tal como publicó este diario, el viernes pasado, el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas difundió los resultados del ranking Scimago, una lista que se hace desde 2009 y toma en cuenta centros de investigación e instituciones de educación superior que reúnen al menos cien trabajos publicados en la base de datos bibliográfica Scopus.
En ese ranking, el Conicet volvió a ser elegido en el primer puesto entre las 95 de las instituciones gubernamentales con mayor impacto social en la región latinoamericana, y en el puesto 13 entre 1.747 entidades a nivel mundial.
Ese mismo día, el candidato presidencial por La Libertad Avanza (LLA) ratificó que, en caso de asumir la presidencia el 10 de diciembre, va a reformar el organismo e incluso se animó a decir que “el Conicet como existe hoy no va a existir más”, un mantra que repite desde “un mantra que repite desde que salió primero en las PASO”.
En su discurso, Milei va contra cualquier investigación que no sea “ciencia dura” y pone los mismos ejemplos que utilizó Villarruel en el debate de candidatos a vicepresidentes de enunciar títulos de investigaciones randoms para hacer una generalización sobre las investigaciones en lingüística, comunicación o psicoanálisis. Lo que genera extrañeza es que el mismo que infravalora a todo lo que no sean números exactos, es aquel que dedica papers económicos a su perro.
Daniel Salamone, otra figurita que Milei quiere en su álbum
Pero Milei quiso dar un paso más y, en lo que algunos polítologos temen que sea el fenómeno de “almorzarse la cena”, ya anticipó quién será el hombre destinado para estar al frente de la ciencia nacional. “El que estará al comando es un científico de super primera línea a nivel internacional”, sostuvo Milei en referencia a Daniel Salamone, médico veterinario especialista en clonación.
Para empoderar las aptitudes de Salamone sobre coordinación y liderazgo de la ciencia y la academia, Milei usó de ejemplo al polista Adolfo Cambiasso. En forma de relato cortito, el ultraderechista explicó que el crecimiento de capitán de La Dolfina fue a partir de clonar a sus caballos, lo que le permitieron tener un rendimiento excepcional durante décadas en los Abiertos.
Pero…¿quién es Salamone? De acuerdo a la información disponible, Salamone es graduado en Veterinaria en la Universidad de Buenos Aires y tiene un master en reproducción animal en la Universidad de Saskatchewan, en Canadá, y un doctorado en Filosofía, Biotecnología y Medicina en la Universidad de Massachusetts Amherst en Estados Unidos. Recibió varios premios, entre ellos el Konex, el Pérez Companc y el Innovar.
En su perfil de LinkedIn, describe que los principales temas en los que investiga son “la micromanipulación de embriones y la edición de genes en bovinos, equinos, ovinos, caprinos, porcinos y felinos”. También, expresa, está “interesado en la reproducción asistida en mamíferos salvajes”.
El investigador integró el equipo que produjo en Argentina el primer ternero de fecundación in vitro, y que en Sudamérica produjeron tanto el primer bovino clonado y transgénico como el primer equino clonado. Junto con otros investigadores logró la primera clonación en el país de un animal en peligro de extinción en 2015 y en 2020 la primera clonación in vitro de embriones de cebra en el mundo.
Este año, Salomone fue noticia cuando su equipo de Biotecnología Animal de la Facultad de Veterinaria presentó junto con el Conicet y el INTA los primeros cinco cerdos editados genéticamente para potencialmente realizar en un futuro un trasplante de órganos a seres humanos.
Una práctica millonaria y extravagante
Durante la campaña electoral, se dio a conocer una historia poco convencional que capturó la atención de todos: la particular relación entre Javier Milei, y su leal mastín inglés, Conan. “Es mucho más que el perro de Milei y se ubica en el contexto de la terrible soledad que vivió”, contó Juan Luis González, periodista que publicó el libro El loco, una investigación exhaustiva sobre la vida del candidato libertario.
Conan falleció en 2017, después de una lucha contra una enfermedad, pero su legado perduraría de una manera única, por decisión de su dueño. Milei decidió clonarlo y desde allí nacieron Murray, Milton, Robert y Lucas.
Este proceso, que involucra la toma de muestras de tejido y la intervención de expertos en biotecnología de la empresa Perpetuated en Texas, tuvo un costo aproximado de 50,000 dólares y se realizó en la provincia de Córdoba.
Si el 10 de diciembre Milei llega a presidente, quien manejará la ciencia nacional será una voz autorizada de la ténica que permitió a Mieli, según sus textuales, “mantener viva la memoria de su mascota”.