El presidente Alberto Fernández habló este martes ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, en su última alocución como mandatario. “El mundo está sometido a un tiempo de cambios”, dijo en una ponencia en la que criticó al Fondo Monetario Internacional, pidió el fin de las sanciones a Cuba y Venezuela y reivindicó la soberanía sobre las Malvinas, entre otros puntos.
El discurso duró casi 20 minutos, y arrancó con un recordatorio de lo que fueron los últimos años, marcados por la pandemia “que acabó con la vida de más de 15 millones de personas”, más el cambio climático y los efectos de la guerra en Ucrania. Al respecto, señaló que “la guerra se prolonga y desató una crisis energética y alimentaria de tremendas proporciones”, al tiempo que hay una “revolución tecnológica” en la que “la inteligencia artificial nos obliga a repensar la educación”.
El centro de su discurso pasó por la crítica al Fondo. “No podemos seguir hablando de los problemas mientras caminamos por una cornisa”, dijo, para graficar que se insiste con las “mismas políticas ortodoxas que profundizaron la desigualdad”, en un marco en el que “la arquitectura financiera mundial sólo sirve para concentrar el ingreso en muy pocos”.
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