Desde Resistencia
Su estadía en el Chaco fue breve, pero no iba a dejar pasar la oportunidad. Con el resultado de la elección que consagró a Leandro Zdero como gobernador electo todavía caliente, Patricia Bullrich hizo una parada en el barrio Emerenciano Sena, al que llegó secundada por sus equipos de prensa con la idea de filmar un video de campaña. “Vengo a denunciar la existencia de un Estado paralelo”, dice en el spot en plan justiciero que subió más tarde a sus redes sociales. Algunos vecinos ya estaban enterados de la visita de la exministra, que lo había adelantado en una entrevista televisiva en la tarde del domingo, así que la estaban esperando. No para darle la bienvenida, sino más bien lo contrario. “Acá, no”, le dijeron cuando se toparon sobre la entrada de la escuela pública que funciona dentro del barrio y escucharon la palabra “asesino” en boca de Bullrich. “No venga a provocar a gente trabajadora”, le advirtieron. Enseguida empezó un cruce que derivó en acusaciones de si se trataba o no de un “barrio privado” o “de todos los argentinos”. El episodio quedó registrado por el teléfono de una vecina, y finalmente terminó viralizándose en redes sociales.
“No es que vino después de haber hablado previamente con algún vecino. Se mandó de prepo, en una actitud prepotente. En el barrio la estamos pasando mal, hace tiempo que nos estigmatizan injustamente por el sólo hecho de vivir acá. Así que este tipo de cosas de campaña, para sacar provecho de nosotros como si fuéramos un trofeo, nos hace peor. Hay gente que no quiere salir del barrio porque tiene miedo, o si saben que sos de acá no te atienden en un comercio o no te toman para un trabajo. Por eso reaccionamos así, no se dan cuenta de lo que están generando con este tipo de cosas, el odio, la discriminación. Estamos hartos de que nos usen”, contó a Página/12 Cecilia, la vecina del Emerenciano que filmó el video.
La visita de Bullrich, coinciden varias voces de la política chaqueña, estuvo carente de timing. Ni siquiera el propio Zdero se atrevió a hacer recorridas por el barrio durante su campaña provincial. Tampoco acompañó el lunes a la exministra en su intento de filmarse en el lugar y sus voceros incluso negaban que la actividad fuese a concretarse. Desde que se produjo el femicidio de Cecilia Strzygowski, al que están vinculados –como responsables del crimen y encubridores– los máximos referentes de la organización, el clima en el Emerenciano es cuanto menos tenso. Un sector de los vecinos sigue apoyando a sus líderes Emerenciano Sena y su esposa Marcela Acuña –ambos esperan el juicio oral, pautado para el año que viene– y otro no. Con los líderes del movimiento presos, el barrio fue intervenido por el Estado provincial, que despidió a cientos de docentes y trabajadores sociales, lo que también generó malestar con la gobernación. “En el barrio hay de todo, hasta gente que vota a Milei o al propio Juntos por el Cambio. Pero sobre todo hay bronca contra la política en general, por eso nadie vino desde que pasó el asesinato. Nosotros quedamos en el medio”, relataba Elio, otro de los vecinos que participó del cruce con la exministra.
En ese marco, la discusión de la candidata con los vecinos y militantes estaba cantada. Sólo ella sabe si eso es lo que fue a buscar. Consultada sobre el tema en una conferencia de prensa que brindó junto a Zdero este lunes temprano, desde un hotel del centro de Resistencia, Bullrich sacó pecho y comparó a los Sena con Milagro Sala. “Estuve en el barrio Emerenciano Sena, que no merece llevar el nombre de un barrio del Chaco, y es importante porque muchas veces las cosas que pasan en muchas provincias argentinas las tienen que conocer todos los argentinos. Acá había y todavía subsiste un Estado paralelo, que al igual que como hizo Gerardo Morales con Milagro Salas en Jujuy, Leandro (en referencia a Zdero) lo va a combatir con mucha claridad, porque acá explotó de la peor manera”, dijo.
En respuesta, un grupo de vecinos analizaba este lunes presentar una denuncia por daños y perjuicios contra la candidata.
“Maldonado se ahogó”
El video que difundieron los vecinos (también circuló uno tomado por los equipos de Bullrich, que llegaron al barrio en dos camionetas 4×4) reprodujo el siguiente diálogo, que se dio en el bulevar de entrada del barrio, sobre la esquina de la escuela donde comen y estudian unos 300 alumnos:
– Hasta ahí nomás señora, con mucho respeto –dice la referenta del barrio Natalia Pelizardi–. Váyase de acá.
– Yo vine porque soy libre de andar en mi patria como quiera, ustedes no son dueños de ningún barrio. Vine a hacer fotos para denunciar al asesino de Emerenciano –responde Bullrich.
– Asesina será usted, que asesinó a Santiago Maldonado –insiste la referenta.
– Maldonado, siempre con Maldonado. Maldonado se ahogó –remata Bullrich.
Fue la segunda vez en lo que va de la campaña que Bullrich dijo textualmente que “Maldonado se ahogó”. La primera fue en junio y ya le había valido un cruce en redes sociales con Sergio Maldonado, hermano de Santiago.
Los piqueteros como enemigos
En sintonía con el discurso de mano dura que forma parte de su campaña desde las PASO, Bullrich le agregó a toda la escena el condimento anti-piquete. En conferencia de prensa, sostuvo que durante su hipotético gobierno, “en una argentina ordenada no va a haber lugar para los extorsionadores y piqueteros”. Ese slogan ya había sido parte de la campaña local del propio Zdero, en base a varias encuestas que mostraban un desgaste de la gobernación por los persistentes cortes de calle en Resistencia. “Conmigo se terminaron los piquetes y los Estados paralelos”, agregó, mancomunado, el gobernador electo.
Bullrich viene de quedar tercera en Chaco en las PASO presidenciales, muy lejos –unos 20 puntos menos– de los números que obtuvo Juntos por el Cambio en la elección provincial. La candidata presidencial quedó tercera en la provincia, detrás de Sergio Massa y de Javier Milei. Bullrich necesita del empuje del radicalismo en el NEA para despegar y no quedarse afuera del ballottage. Con ese objetivo viajó, post-conferencia de prensa, rumbo a Corrientes, para continuar con la mini-gira de la mano del gobernador Gustavo Valdés.