En el primer trimestre de 2023 la tasa de actividad alcanzó el 52,2 por ciento, un récord histórico desde que comenzaron a publicarse los registros de la Encuesta Permanente de Hogares en 2003. La caída de la desocupación en mujeres fue de un 0,5 por ciento interanual y vino aparejado con una disminución de la brecha en los índices de desocupación con respecto a los varones, pasando de 2,4 a 1,7 puntos porcentuales.
Los datos son resultado del último informe Igualar, que publicó el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidades a propósito de la celebración del Día Internacional de la Igualdad Salarial. Es un día que implementaron las Naciones Unidas, junto con las agencias de ONU Mujeres y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) con el objetivo de invitar a los Estados Miembros de la ONU a promover la igualdad de remuneración en trabajos de igual valor y la independencia económica de las mujeres.
El informe mide trimestralmente los índices de participación de las mujeres en el trabajo, el ingreso y la producción. Para el primer trimestre de este año, La caída de la desocupación en mujeres fue de un 0,5 por ciento interanual y vino aparejado con una disminución de la brecha en los índices de desocupación con respecto a los varones, pasando de 2,4 a 1,7 puntos porcentuales.
Sin embargo, los desafíos son muchos: “No es novedoso que las mujeres se encuentran más expuestas a trabajos precarios, sin acceso a la seguridad social ni a derechos laborales. Son empleadas en los sectores de menores ingresos y mayores índices de informalidad, a diferencia de los trabajos con mayores ingresos que también suelen ser los más masculinizados. Por poner un ejemplo, el 98 por ciento de quienes trabajan en casas particulares son mujeres; si todas estas trabajadoras estuviesen registradas, la tasa de informalidad en la economía argentina se vería reducida en un 6,7 por ciento. En mujeres, bajaría 14,7 puntos porcentuales”, asegura el Ministerio de Mujeres.
Las condiciones más desfavorables para las mujeres en cuanto al acceso al empleo y la permanencia en él se ven reflejadas en la brecha de ingresos, calculada en base a los ingresos que obtienen las personas por su ocupación principal. “En este sentido, perciben ingresos que -en promedio- son un 25 por ciento menores a los de los varones, lo que significa una reducción de 3,5 puntos porcentuales con respecto al primer trimestre de 2022. Esta brecha se amplía al 36,5 por ciento en el caso del empleo asalariado informal (sin descuentos jubilatorios), aunque también presenta una disminución interanual de 1,4 puntos porcentuales. Por su parte, en el caso del empleo a salariado registrado, la brecha es del 17,5 por ciento, exhibiendo una baja de 3,8 puntos porcentuales frente al mismo período del año anterior”, completa.
Políticas para igualar
“Hoy, que se conmemora la lucha por la igualdad salarial, es importante pensar que este Gobierno creó un montón de herramientas para alcanzarla, con lo que logramos tasas récord de empleo, las guarderías obligatorias en espacios de trabajo, el proyecto de ley Cuidar en Igualdad que ya tiene dictamen en el Congreso y el Programa Registradas para que los sectores en los que somos mayoría estemos mejor, entre otras políticas”, detalló la subsecretaria de Políticas de Igualdad, Lucía Cirmi Obón. Además, destacó los más de 360 espacios de cuidados construidos a través del Programa de Infraestructura del Cuidado del Ministerio de Obras Públicas.
Con respecto al desafío de sostener estas acciones, la funcionaria explicó: “Lo importante a tener en cuenta es que, si avanza un proyecto político de ajuste y de abandono de la regulación del mercado de trabajo, el mercado nos excluye naturalmente porque nos ve más costosas debido a los cuidados de los que nos hacemos cargo. Además, si se ajusta el Estado, los sectores en que se achica son donde en donde principalmente trabajan las mujeres: educación y salud; donde además de trabajadoras somos usuarias y beneficiarias de las políticas sociales”.