El atardecer de este domingo 17 de septiembre será el mejor momento para apreciar en el hemisferio norte al cometa Nishimura, que fue descubierto el pasado 12 de agosto por un astrónomo aficionado y que, según los cálculos de los expertos en el tema no volverá a verse hasta dentro de 434 años. En el hemisferio sur, en tanto, podrá verse entre el 22 y el 27 de septiembre.

El cometa C/2023 P1, bautizado Nishimura en honor al astrónomo aficionado que lo descubrió, el japonés Hideo Nishimura, está acercándose al Sol. Por eso, a lo largo de esta semana, su brillo creció progresivamente.

“En los últimos días, el cometa ha sido visible al amanecer, pero a muy poca altura sobre el horizonte este antes de salir el Sol”, dijo el miércoles el astrónomo del Observatorio Astronómico Nacional (OAN) de España, Miguel Querejeta. 

Desde el jueves, Nishimura empezó a ser “visible al anochecer, a muy escasa elevación sobre el horizonte oeste, avanzando desde la constelación de Leo hacia la de Virgo”, apuntó el investigador, quien señaló que “es posible que el cometa llegue a verse a simple vista, aunque con mucha dificultad” este domingo.

Crédito: NASA/Dan Bartlett

Cómo ver el cometa Nishimura

Para asegurarse el espectáculo Querejeta aconsejó colocarse en un lugar despejado, sin montañas ni obstáculos porque el cometa pasará “a poca altura sobre el horizonte oeste”, y recomendó observarlo con la ayuda de unos prismáticos o de un pequeño telescopio.

La empresa Apple, en tanto, lanzó una aplicación para localizar el cometa. La app se llama Comet Nishimura y se puede descargar a través de App Store. “Sólo tienes que sostener tu dispositivo hacia el cielo y encontrar el marcador rojo en la pantalla”, detalló la compañía acerca de lo que se debe hacer luego de abrir la aplicación.

En el hemisferio norte, el mejor momento para ver el cometa, según los cálculos del Jet Propulsion Laboratory de la NASA, será al atardecer del domingo 17 de septiembre, a las 19.35 horas, ya que es cuando Nishimura alcanzará su perihelio (su distancia mínima con el Sol): estará a solo 34 millones de kilómetros del Sol.

“Debido al brillo que tendrá el cometa, podría incluso verse a simple vista, pero durante un periodo de tiempo demasiado corto“, explicaron expertos del tema.

Los dos días siguiente, calcularon los especialistas, también podrá divisarse. “El día 18 podrá verse hasta las 19.50 horas y el día 19 hasta las 20 horas. Y así, cada día será visible durante más tiempo, ligeramente más lejos del Sol, pero en la misma dirección, en este caso hacia el oeste. Pero además, cada día será más tenue a partir del día 17″, detallaron.

Cuándo podrá verse en Argentina

Los especialistas esperan que entre el 22 y el 27 de septiembre también pueda observarse desde el hemisferio sur. 

Respecto a la posibilidad de verlo desde Argentina, el licenciado en Astronomía del Observatorio Félix Aguilar, Eric González, explicó a medios de la provincia de San Juan que “las aproximaciones de brillo de cometas no son fáciles de hacer: no es sencillo como decir ‘va a estar a tal distancia, entonces va a tener tal brillo y se va a ver’, sino depende mucho de la actividad de su núcleo. O sea, de qué tanto el material emite por acción del viento solar que incide sobre el cometa. Y este núcleo es bastante poco activo”.

“Entonces, lo que se puede saber es que van a ser cuatro o cinco días entre el 22 y el 27, en los que se vería. Pero sería al atardecer y, como la luz del Sol todavía está un poco fuerte, no sabemos si el cometa va a estar suficientemente brillante como para verse”, añadió González. “Tal vez podamos obtener algunas fotos con telescopios y exposiciones de largo tiempo, pero no es algo que uno va a poder señalarlo en el cielo, a simple vista”, concluyó.

Cometa Nishimura

Nishimura es un cometa de largo periodo, es decir, con una órbita muy larga. La última vez que visitó la Tierra fue en el siglo XVI y, según las estimaciones de los astrónomos, no volverá hasta dentro de 434 años.

Los cometas son amalgamas de pequeñas partículas de polvo fino (minerales residuales de la formación del sistema solar) más una proporción de hielo, no solo de agua sino también de metano y amoniaco, entre otros compuestos, además de materia orgánica.

Esta amalgama débilmente unida, al pasar cerca del Sol se calienta, pierde gran cantidad de gas y buena parte del agua puede quedar líquida, por lo que el interior del cometa se debilita y puede acabar fragmentándose.

Estos cometas de largo periodo proceden de la nube de Oort, una estructura que rodea el Sistema Solar formada por miles de millones de cuerpos helados, situada (en su punto más cercano) a una distancia de unas 2.000 veces la distancia entre la Tierra y el Sol.

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