“Quiero transmitirles una convicción: el salario no es ganancia, es remuneración, es el pago por el trabajo y el esfuerzo que hace cada trabajador, y era vergonzoso que en un país donde promovemos el trabajo, los trabajadores paguen impuesto a las ganancias”. Con esta definición de fondo, un cambio conceptual central de la política tributaria, Sergio Massa inició, sobre un escenario montado en Plaza de Mayo, el anuncio de que a partir de 2024, si prospera el proyecto enviado al Congreso, la cuarta categoría del impuesto a las ganancias, la que grava los “Ingresos del trabajo personal en relación de dependencia” y a las jubilaciones, será eliminada y, por lo tanto, dejará de pagar el impuesto, sin importar el monto de la retribución. 

MIentras tanto, por resolución ejecutiva (decreto de necesidad y urgencia) se dispuso aumentar el piso de ingreso salarial alcanzado por el impuesto. Ese piso, que en agosto había sido fijado en 700.875 pesos, para septiembre se eleva a 1.770.000 pesos, equivalente a 15 salarios mínimos de 118.000 pesos. Según informó el Ministerio de Economía, de los 890 mil asalariados que en agosto estaban alcanzados por el impuesto, en septiembre sólo quedarán 90 mil. A partir del 1° de enero próximo, de acuerdo a la modificación a la ley del impuesto, nadie pagará Ganancias sobre la retribución a su trabajo.

Críticos y contradictorios

Celebrado por los dirigentes gremiales de las tres centrales sindicales (CGT, CTA de los Trabajadores y CTA Autónoma), el importante paso dado por el gobierno recibió la crítica y el repudio de  varios dirigentes alineados en Juntos por el Cambio, quienes lo calificaron de “irresponsable” y hasta “fantasioso”, siempre con el fundamento de que el impacto sobre las cuentas fiscales “es inaceptable”. 

El cálculo hecho en el Palacio de Hacienda sobre el impacto fiscal de eliminar Ganancias sobre la cuarta categoría redondea el billón (un millón de millones) de pesos en el año. Massa, al hacer referencia al tema en su discurso, argumentó que la extensión del impuesto PAIS a las importaciones de servicios y algunos bienes suntuarios, con una tasa general del 25 por ciento (con excepciones), compensa en parte aquélla retracción de ingresos. Pero, además, computando el impacto sobre la actividad económica que generará esa transferencia de ingresos a favor de los que dejan de pagar Ganancias sobre su trabajo, estima que provocará un incremento adicional de ingresos al fisco que terminará equiparando el costo total de la desaparición de la Cuarta Categoría de Ganancias.

“Hemos decidido presentar esta ley. Y esperemos que aquellos opositores que no nos permiten cobrarle impuestos a quienes tienen su plata en el extranjero, porque no nos votan la ley-acuerdo para determinar quienes tienen cuenta en Estados Unidos, al menos se dignen a aceptar que los y las trabajadoras argentinos no paguen más el impuesto a las ganancias”, los desafió el ministro de Economía desde el escenario. 

Mientras la oposición intentó descalificar la propuesta señalándola como “una especulación de campaña electoral”, la propuesta de eliminar el pago de Ganancias sobre sueldos y jubilaciones tiene antecedentes no tan lejanos, y en boca de los mismos que ahora la critican. 

Massa recordó ayer que “un presidente” (Mauricio Macri) prometió en 2015 eliminar el impuesto y “no sólo que no lo hizo, sino que terminó cuatro años después haciendo pagar Ganancias al doble de trabajadores”. En efecto, en 2015 fueron poco menos de 1,2 millones de contribuyentes (entre asalariados y jubilados) a los que se les practicó la retención del impuesto a las ganancias. Al final del mandato de Macri, ese número había crecido a 2.425.000 personas. Más del doble, siendo precisos.

Pero no hay que ir tan atrás para encontrar estos tropiezos de un pie sobre el otro de miembros connotados de la oposición. “El impuesto a las Ganancias de los trabajadores recauda menos de 0,2% del PBI. La nada misma. Es como el 90% de los impuestos nacionales : se pueden eliminar con un bajísimo costo fiscal y aliviarle mucho la vida a la gente”, escribía el ex libertario devenido cambiemita José Luis Espert, en su cuenta de twitter el jueves pasado, 7 de septiembre. Pero algo le hizo cambiar de idea durante el fin de semana.

Este lunes 11, apenas cuatro días después, y en respuesta a la promesa de Sergio Massa de eliminar el impuesto sobre los salarios, Espert escribía en la misma cuenta de twitter: “No sólo es una medida irresponsable (el gobierno tiene déficit fiscal) sino que Ganancias es de los pocos impuestos nacionales, de 41 que hay, que NO hay que eliminar”. ¿En qué quedamos? 

Apoyos diversos

La dirigencia sindical no sólo movilizó sino que le organizó el acto en Plaza de Mayo, para que Sergio Massa pudiera informar directamente a los concurrentes la novedad. Numerosos dirigentes rodearon al ministro al momento de hablar (ver nota aparte) y también algunos, pero menos, dirigentes políticos. Entre ellos, se destacó la presencia de Máximo Kirchner, que también manifestó su apoyo a través de declaraciones que formuló al cierre del acto. 

“Es un poco de esperanza en medio de tanta fantasía” dijo. “Creo que siempre recuperar el poder adquisitivo de la gente es positivo. Es la gran deuda del Frente de Todos. Lo principal es que le va a servir a un montón de argentinas y argentinos para poder afrontar mejor este tiempo. Eso es lo principal”, señaló. Y agregó: “Vamos a hacer todo el esfuerzo para ganar y recuperar el poder adquisitivo de las mujeres y los hombres de Argentina, que trabajan en medio de una situación muy compleja y difícil, impuesta por las condiciones del endeudamiento que generó Macri y del acuerdo que firmó Guzmán”.



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