Cerca de la mitad de los hoteles y pensiones familiares de la Ciudad de Buenos Aires presentan condiciones de hacinamiento, mientras que en el 18 por ciento hay “hacinamiento crítico” según un informe de la Defensoría del Pueblo porteña. Los establecimientos habitados por los sectores más vulnerables de la Ciudad tienen, además, altos porcentajes de precariedad estructural y condiciones de seguridad deficientes. El informe advierte también que la demanda en estos establecimientos viene creciendo porque la oferta habitacional “está siendo cada vez más restringida y dolarizada” y por la “falta de políticas públicas eficientes que garanticen el acceso a la vivienda”

El trabajo fue realizado por un equipo de la Defensoría coordinado por Alejandro Lorences, director de Vivienda y Hábitat del organismo, y se llevó a cabo entre noviembre de 2022 y julio de 2023. Según se precisa en el informe final, la investigación surge ante la necesidad de conocer las “características y particularidades” de la vida en los hoteles, de los que la Defensoría “recibe cotidianamente denuncias por parte de personas que se encuentran alojadas“. Con este objetivo, el equipo seleccionó una muestra aleatoria de 91 lugares, concentrados mayoritariamente en los barrios de las comunas 1 y 3, zonas representativas por la gran presencia de hoteles y pensiones. 

“Se trata de establecimientos de diferentes tamaños, el más pequeño de los cuales consta de diez piezas y, el mayor,
de 63, lo que arroja un promedio de 30 habitaciones por establecimiento y una mediana de 29″, describe el informe sobre la cantidad de plazas de los lugares relevados. “Si bien la gran mayoría de los
encargados consultados manifestaron que las habitaciones eran privadas, el promedio de personas por
establecimiento asciende a 58, duplicando el promedio de piezas
, por lo que se presume que la mayoría de las
habitaciones son dobles”, continúa. 

En ese escenario, el equipo de la Defensoría encontró que “un 45 por ciento de los establecimientos relevados
presentan hacinamiento
“, ya que en ellos viven dos o más personas por cuarto. Ese 45 por ciento se divide, en tanto, en un 27 por ciento de “hacinamiento no crítico”, es decir “entre dos y tres personas por cuarto”, y un 18 por ciento de “hacinamiento crítico”, con más de tres personas por habitación

Según las cifras del último censo nacional, en la Ciudad hay alrededor de 38 mil personas que viven en este tipo de establecimientos, cifra que asciende a casi 80 mil si se consideran los inquilinatos y conventillos. Los hoteles también son utilizados por personas en situación de calle que “entran y salen” a medida que pueden o no conseguir el dinero para pagar la habitación que, precisa el informe, se encontraba a junio de este año en un promedio de 45 mil pesos mensuales. 

“Los residentes en piezas de hotel y pensiones familiares se caracterizan por tener condiciones de vida precarias:
residen en condiciones de hacinamiento, presentan elevados niveles de desocupación e inactividad, tienen acceso a
la salud mediante la red de hospitales públicos ya que carecen de obra social o plan de salud privado, tienen menor
nivel de educación formal que la población porteña en general y la escolaridad de los niños es menos extendida”, detalla el informe. 

En este sentido, el equipo de la Defensoría también relevó algunas variables de las condiciones de habitabilidad, divididas en dos grandes ítems: condiciones edilicias y de seguridad. En el primer punto, el relevamiento arrojó que “los hoteles presentan indicios de precariedad“, ya que se encontraron problemas de humedad en el 46 por ciento de los casos, rajaduras o caídas de mampostería en el 38 por ciento, condiciones de iluminación y ventilación inadecuadas en el 28 por ciento, y filtraciones de agua en el 26 por ciento

El informe alerta, además, que en buena parte de los establecimientos hay problemas vinculados a la seguridad. “El 55 por ciento de los establecimientos no tiene tableros eléctricos debidamente identificados o en condiciones de seguridad adecuadas”, señala, por un lado, mientras que añade que “se observaron deficiencias importantes en la prevención de caídas de
altura, dado que el 43 por ciento de los establecimientos tienen balcones sin la debida protección, y el 53 por ciento no cuenta con
ventanas adecuadamente protegidas”.

“El aumento de la demanda habitacional que experimenta la Ciudad se relaciona con el aumento de la pobreza y la falta de políticas públicas eficientes que garanticen el acceso a la vivienda”, sostiene la Defensoría sobre la situación actual, con una oferta “cada vez más restringida y dolarizada“. “El Gobierno de la Ciudad tiene la obligación de desarrollar políticas sociales que tengan como objetivo resolver progresivamente el déficit habitacional en busca de garantizar el derecho a la vivienda”, concluye el informe.



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