Desde Rosario
Sabrina Maturano tiene 29 años, cinco hijos y pelea por su vida en el hospital Eva Perón, tras haber sido baleada el jueves a la noche. A causa de los disparos recibidos, perdió el embarazo que cursaba, casi en término. El ataque tuvo lugar en Baigorria y J. López, una de las zonas más humildes del barrio Nuevo Alberdi, al norte de Rosario.
La mujer estaba en la semana 36 de gestación y una de las versiones que trascendieron ayer es que había salido “a pedir”, aunque ese dato no fue aportado aún a la causa, se indicó. Además, trascendió que de manera transitoria estaba viviendo en la casa de un tío, a pocas cuadras de donde dos personas en una moto la interceptaron cuando bajaba del colectivo y le descerrajaron entre 7 y 15 disparos. Uno le dio en el abdomen. Ayer por la tarde permanecía internada, en estado “crítico.
Al momento del ataque estaba con uno de sus hijos, de 10 años, a quien le rozó una bala la espalda, aunque estaba fuera de peligro. Desde Fiscalía aseguran que no descartan ninguna hipótesis, y por el momento, los indicios apuntan a que se trató de un ataque directo del que se investiga la motivación.
Desde que fue atacada, Sabrina permanece internada en el hospital de Granadero Baigorria. A primera hora del día, el director médico de ese centro asistencial, Tomás Diez, informó que la paciente presentaba “entre 13 y 15 impactos de bala en la zona del abdomen y espalda”, que fue operada y que se le practicó una cesárea de urgencia, aunque el feto falleció.
Además, el profesional confirmó que la víctima cursaba un embarazo, “casi en término” y que su actual estado clínico es “crítico, muy grave”.
Más tarde, la vicedirectora del centro asistencial, Lorena Yiguerimian, precisó que “la paciente llegó anoche, doce menos cuarto, con quince balazos que se constataron. Entró en estado de shock hipovolémico, se realizó cesárea de urgencia y el bebé nació sin signos vitales”.
Consultada sobre el feto, la médica agregó que “tenía 36 semanas de gestación y presentaba desprendimiento de placenta y también impactos de bala”, aunque dijo que no puede determinar qué circunstancia fue la que le provocó la muerte.
Sobre la madre agregó que “tiene múltiples heridas en miembros superiores, miembros inferiores, tórax y abdomen, se encuentra en estado crítico, asistencia respiratoria mecánica, hemodinámicamente descompensada y hubo que realizar la resección de gran parte del intestino delgado”
Por orden de la Justicia, el cuerpo del nonato fue trasladado al Instituto Médico Legal de la Unidad Regional II de la Policía de Rosario para la autopsia de rigor.
Desde Fiscalía también indicaron que el hecho ocurrió después de las 22.30 del jueves, cuando dos personas interceptaron a Sabrina en la vía pública, cuando bajaba del colectivo, y le dispararon. Se constataron 7 impactos de bala, según el parte de la investigación. Además, un vecino dijo en Radio2 que se escucharon “siete u ocho disparos. La chica quedó tirada ahí. Tenía una panza grande, ya estaba por tener. Supuestamente pasó una moto y tiró tiros”, relató el hombre.
Sin embargo, de la escena del hecho, los peritos de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) secuestraron 10 vainas servidas calibre 9 milímetros y un plomo encamisado deformado.
Los datos de la víctima que trascendieron ayer a la mañana dan cuenta de una situación de extrema vulnerabilidad: desde hace un tiempo está viviendo de forma transitoria muy cerca del lugar donde fue atacada, a unos 200 metros, en la casa de un tío, según se indicó desde el móvil de LT8 sobre lo que se pudo conocer por testimonios de la zona del hecho, en relación al conflicto habitacional por el que ya venía atravesando la mujer que permanece internada.
En principio, la investigación da cuenta de que no hay indicios de que se haya tratado de un hecho de robo. En ese sentido, aunque no se descarta ninguna hipótesis, apunta más bien a un ataque que pareció directo, ya que en principio no había más gente en la vía pública que ella y su hijo.
Los investigadores procuraban establecer si por la mecánica del ataque la mujer fue asesinada en el marco de un posible ajuste de cuentas o una disputa vinculada al narcotráfico en esa zona humilde de Rosario, aunque admitieron que aún no hay elementos para consolidar una única hipótesis. Lo que sí tienen claro los pesquisas es que el ataque fue dirigido a ella.
La investigación está por ahora en manos de la fiscal rosarina de turno, Georgina Pairola, quien dispuso que se practique la autopsia al bebé fallecido y evalúa cómo caratulará la causa.
“La investigación está en curso, hay diligencias para establecer la mecánica del caso en una zona donde no hay cámaras de vigilancia y donde según algunos testigos los agresores vestían ropas de color oscuro”, apuntaron a Télam las fuentes consultadas.
Añadieron, que también trabajan para localizar el padre del bebé fallecido y que se aguarda el testimonio de familiares y allegados a las víctimas que puedan dar información que permita establecer las motivaciones del ataque por parte de los presuntos sicarios.