El uso de abayas en las escuelas de Francia seguirá prohibido. Así lo decidió el Consejo de Estado francés, la máxima instancia judicial administrativa, que rechazó este jueves una petición presentada por una asociación que defiende los derechos de la comunidad musulmana para que se derogue la prohibición decretada por el Gobierno sobre el uso de esta vestimenta en las aulas. 

La prohibición en primarias y secundarias públicas francesas de esta prenda–una túnica que cubre la totalidad del cuerpo, excepto rostro, manos y pies, utilizada habitualmente en países magrebíes y árabes– comenzó a regir el 4 de septiembre. Ese día, según informó el Ministerio de Educación, unas 300 alumnas se presentaron en las aulas con abaya. La mayoría aceptó quitársela, pero 67 de ellas se negaron a hacerlo y fueron enviadas de regreso a sus casas.

La Acción de los Derechos de los Musulmanes (ADM) advirtió que la prohibición era “un ataque a la educación”, así como a “la vida privada” de las alumnas, y recurrió de urgencia la medida ante el Consejo de Estado de Francia. Este jueves, finalmente, la máxima instancia judicial administrativa resolvió desestimar el recurso al argumentar que la decisión del gobierno francés “no supone una amenaza grave y manifiestamente ilegal a una libertad fundamental”.

En sus fundamentos, el Consejo citó una ley de 2004 que prohíbe “el uso de signos o atuendos con los que los estudiantes muestren ostensiblemente una afiliación religiosa” en las escuelas. Esto incluye las cruces cristianas, la kipá judía y los pañuelos islámicos.

“La ley prohíbe, dentro de los establecimientos educativos públicos, el uso por parte de los estudiantes de carteles o vestimentas que demuestren de manera notoria, ya sea por sí mismos o por su comportamiento, su afiliación a una religión”, indicó en su decisión el Consejo. 

En este sentido, sostuvo que el uso de abaya “se inscribe en una lógica de afirmación religiosa, tal y como se desprende de las observaciones realizadas durante los diálogos mantenidos con las estudiantes“.

La prohibición, concluyó el Consejo al desestimar la presentación de ADM, “no afecta” al “derecho de la vida privada” ni a “la libertad de culto, al derecho a la educación y al respeto del interés superior del niño o al principio de no discriminación”.

En cambio, para la ADM –quien considera que la abaya es un vestido social, no estrictamente religioso– se trata de una medida que “estigmatiza” a las personas de credo musulmán (unos 5 millones en Francia) y “representa una amenaza a sus derechos fundamentales en el plano social”.

Por eso, ADM seguirá batallado contra la prohibición y presentará un recurso en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo, adelantó el abogado de la asociación, Vincent Brengarth.



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