Jacinto Javier Apodaca Ferreira, de 27 años, fue condenado a perpetua por el doble femicidio de su pareja, María Magdalena Figueredo, de 23, y de la hija de ésta, Luz Emily, de 4, a quienes ahorcó mientras dormían en una casa del partido bonaerense de Moreno en junio de 2020, informaron hoy fuentes judiciales. 

La sentencia fue dictada por unanimidad por el Tribunal Oral en lo Criminal 3 de Mercedes y recayó sobre Apodaca Ferreira, acusado del delito de “homicidio agravado por el vínculo, con alevosía, y por ser cometido contra una mujer por parte de un hombre y mediando violencia de género”. 

Según los magistrados Ignacio Racca, Daniel Eugenio Machain y Juan Manuel Renaud Mas, el hecho se encontró debidamente acreditado y argumentaron dicha resolución basándose en el análisis de los diversos elementos que se adjuntaron a la causa, los cuales se ventilaron durante varias jornadas de juicio que concluyó el 1 de este mes, tras iniciarse el 5 de agosto último. 

De esta forma, los jueces respaldaron la imputación sostenida por el fiscal de la Unidad Fiscal de Juicio 2, Guillermo Massaroni, quien había pedido la pena máxima para Apodaca Ferreira.

Según había indicado el fiscal de instrucción Federico Soñora, el doble crimen fue cometido entre las 0 y las 5 del 27 de junio, cuando las víctimas dormían en su casa de la calle Juana Azurduy, en la zona oeste del conurbano.

“El imputado, en el interior del domicilio en calle Azurduy 2021 de la ciudad de Francisco Álvarez, partido de Moreno, de manera sorpresiva y presumiblemente mientras la víctima dormía agredió, con claras intenciones de darle muerte a Figueredo, con quien mantenía una relación sentimental, la que se enmarca en un contexto de violencia de género”, afirmó el fiscal en el requerimiento de elevación a juicio al que Télam tuvo acceso.

Según la investigación, el acusado, “valiéndose de la situación de indefensión en que se encontraba” la víctima y “haciendo evidente uso de una relación desigual de poder entre ambos”, la golpeó en el rostro y la estranguló con un lazo. Luego, agredió a la niña también “valiéndose del estado de indefensión en que se encontraba, presumiblemente durmiendo” y la asesinó de manera similar a que lo hizo con su madre.

El doble femicidio fue descubierto el 28 de junio de 2020 por la tarde, cuando personal de la comisaría 6a. fue alertado a través del 911 de que Figueredo, que vivía allí con su hija, no respondía a los llamados de un amigo que se acercó hasta la vivienda. 

Al llegar al lugar, los agentes comprobaron que ambas estaban fallecidas, tras lo cual se dispuso el levantamiento de rastros en la escena del crimen y se entrevistó a los vecinos del barrio para establecer si habían observado movimientos extraños en el domicilio. Con esa información, la Policía aprehendió como principal sospechoso a Apodaca, quien convivía con la mujer y la menor de edad en la casa.

Al momento de la detención, el imputado dijo “espontáneamente” a la policía que había sido él el que las mató “haciendo ademanes con sus dos manos de las circunstancias como las había ahorcado, expresando además que los motivos fueron que la víctima no le mostraba los mensajes de su celular”, aunque luego no declaró ante el fiscal de la causa.



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