Más de veinte organizaciones barriales de la Ciudad de Buenos Aires se manifestaron en conjunto a las puertas de la Legislatura porteña para reclamar contra los impactos del Código Urbanístico (CUR). Con banderas, carteles y cantos que denunciaban el avance inmobiliario sobre los barrios, sostuvieron que la ciudad se encuentra en “emergencia urbanística ambiental” y pidieron la “modificación inmediata” del CUR aprobado en 2018, que flexibilizó la normativa de construcción. También reclamaron que la Legislatura debata los diversos proyectos que las agrupaciones ya presentaron para modificar los alcances del CUR en sus barrios y presentaron una nota al jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, detallando sus reclamos.
“Emergencia urbanística ambiental“, decía la larga bandera que, pasadas las 14 horas de este miércoles, los y las representantes de las organizaciones desplegaron en el cruce de Perú e Hipólito Yrigoyen, ante las vallas de la Legislatura porteña. Debajo de la consigna, la bandera llevaba la firma de “Interbarrial Buenos Aires“, el colectivo que se conformó a fines de julio para nuclear a más de veinte agrupaciones que se vienen organizando en los barrios desde que el oficialismo porteño aprobó el nuevo CUR en el año 2018. Al micrófono, una de las oradoras mencionaba uno por uno los nombres de los barrios y los y las manifestantes contestaban con el grito de “presente”.
Almagro,
Balvanera, Bajo Belgrano, Boedo, Caballito,
Chacarita, Coghlan, Colegiales, Flores, Floresta, Núñez, Palermo, Parque Chas,
Saavedra, San Cristóbal, Villa Crespo, Villa del Parque, Villa General Mitre,
Villa Ortúzar, Villa Pueyrredón y Villa Santa Rita, son algunos de los barrios que participan con sus agrupaciones en el colectivo que se manifestó este miércoles. También se hicieron presentes en la protesta representantes de otras organizaciones que trabajan en toda la ciudad, como Basta de Mutilar Nuestros Árboles o el Observatorio del Derecho a la Ciudad.
“El límite lo tenemos que poner los propios ciudadanos“, se escuchó entonces desde los parlantes, mientras los y las manifestantes gritaban “abajo el CUR” y golpeaban cacerolas o redoblantes. Acto seguido, la oradora, que mostraba un cartel del barrio de Coghlan, pasó a leer el documento unificado de las organizaciones. Ya somos más de veinte barrios porteños que nos declaramos en estado de Emergencia Urbanística Ambiental y exigimos la modificación inmediata del Código Urbanístico”, comenzó.
El documento de las organizaciones sintetizó en cinco puntos los principales reclamos vinculados a los impactos del CUR. En primer lugar, las agrupaciones denunciaron “el aumento
exponencial del volumen constructivo, las alturas y el avance sobre los
pulmones de manzana, líneas de frente y retiro”. Como consecuencia de esto, advirtieron, en los últimos años se verificó una “proliferación
desenfrenada de demoliciones y de construcciones que daña viviendas y afecta la
identidad de los barrios, su patrimonio arquitectónico y la calidad de vida de vecinos y vecinas”.
El tercer punto del documento alerta que la aplicación del nuevo CUR vino acompañada de una “ausencia de
regulación estatal” que se traduce en “una saturación de servicios públicos como electricidad, gas, cloacas, pluviales”, así como “estacionamiento, establecimientos de salud y escuelas”. Las organizaciones también denunciaron “el estallido de la explotación comercial y la saturación de usos del suelo”, y “el avance sobre los
espacios verdes, la destrucción y pérdida del arbolado urbano necesario para
el medio ambiente”.
En este sentido, las organizaciones de Colegiales, por ejemplo, reclamaron la recuperación de los cuatro lotes del playón ferroviario de ese barrio que todavía no fueron vendidos y que se encuentran judicializados. En el playón ya se vendieron otros lotes en los que se construyen edificios de ocho pisos, mientras que el GCBA inauguró una parte del parque que realizó en los lotes restantes. Las organizaciones ya presentaron un proyecto de ley para anexar al parque los cuatro lotes en conflicto, pero la iniciativa no tuvo avance legislativo.
Los otros proyectos presentados por las agrupaciones también estuvieron en el foco durante la protesta. Es que buena parte de las organizaciones de la Interbarrial ya presentaron iniciativas para modificar la normativa del CUR, pero todavía no se trataron ni siquiera en comisiones. Los casos de Lomas de Núñez y Bajo Belgrano son los únicos exitosos hasta el momento, mientras que todavía esperan los proyectos de Palermo, Chacarita, Villa del Parque y Villa Ortúzar, entre otras. Más allá de los casos puntuales, los y las vecinas reclamaron este miércoles la modificación integral del CUR para toda la ciudad.
Durante la protesta, los y las manifestantes también colgaban carteles en las vallas de la Legislatura. “Más verde, menos cemento”, “paren de destruir los barrios”, “no a la construcción desenfrenada”, decían. “En el día de la fecha
presentamos una nota al jefe de Gobierno, Horacio Rodriguez Larreta, pidiendo que
suspenda ya los permisos de obra, de demolición y convenios urbanísticos“, anunciaron hacia el final del acto los y las manifestantes. “Exigimos que nuestros planteos e inquietudes sean atendidos de forma inmediata de cara a las próximas elecciones y asumir el debido compromiso”, concluyeron.