Los argentinos comemos muy poca fruta y verdura. En realidad, menos de la mitad de lo recomendado, alrededor de 170 gramos por día, por persona, cuando se recomienda más del doble (al menos 400 gramos). ¿Sabés qué comemos mucho? Harina. Así que no estaría mal que reemplacemos algunas porciones de pan, galletitas y facturas por más fruta y verdura.

Pero de ahí a adoptar una dieta keto o cetogénica, que baja los hidratos a menos del 20%, hay una enorme distancia. Y grandes riesgos.

Qué es una dieta keto

Las keto son dietas con mucha grasa, mucha proteína y casi nada de carbohidratos. Es decir, para que tengas una idea, estamos hablando de un equivalente a media banana por día por todo concepto de fruta y verdura. Ya hablamos hace algunas semanas sobre la importancia de una alimentación completa, que no elimine ningún grupo de nutrientes. La dieta keto es un régimen tan desbalanceado y poco equilibrado que genera alteraciones.

¿Por qué volvió a ponerse de moda? Sí, leíste bien, volvió, no es nueva. La dieta empezó a indicarse hace un siglo para tratar la epilepsia. Se usó con ese objetivo durante dos o tres décadas.

Los orígenes de la dieta keto

Cuando aparecieron los remedios para tratar la epilepsia, pasó a un segundo plano y recién en la década del ’60, algunos médicos la desempolvaron para bajar de peso. ¿Por qué? Porque da mucha saciedad, te quita el hambre.

Pero estamos frente a una dieta complicada. ¿Por qué? Porque provoca muchos efectos en el cuerpo. Rápidamente puede generarte acidez y elevar tus niveles de ácido úrico, que daña el riñón.

Al principio todo parece bárbaro, porque mejoran tus valores de colesterol, la insulina, la glucosa, bajás de peso. ¿Pero qué estás bajando? Agua. Es decir, el músculo pierde agua, el cuerpo pierde agua, se deshidrata. Estás bajando glucógeno muscular, que es la manera en que depositamos los azúcares en el hígado, en los músculos.

Por eso al comienzo todo parece bien. Pero, ¿qué pasa? Con el tiempo, es poco probable seguir adhiriendo a ese tipo de alimentación en la que tenés que evitar cualquier hidrato, por más saludable que sea: una fruta, verdura, un plato de arroz yamaní, por ejemplo. Nada de eso podés comer en una dieta keto estricta.

¿Qué dicen las investigaciones? Suelen ser a corto plazo y, llamativamente, no reportan los efectos adversos, los peligros. Y lo que vemos es que la gente las abandona y cuando eso ocurre, se produce el efecto más temido y frecuente de toda dieta restrictiva: el rebote. Los kilos también se recuperan en tiempo récord.

Adelgazar, pero a qué precio

Así que es muy importante que tengas en cuenta que si vas a adoptar una dieta keto sea por poco tiempo, muy asesorado y que tenés riesgos que debés asumir. Por ejemplo, puede bajarte la densidad del hueso, por lo que si sos mujer y estás cerca del climaterio, estás complicada.

¿Qué pasa en el embarazo? Hay evidencias de que las mujeres embarazadas que siguen la dieta keto, incluso tomando ácido fólico, pueden tener bebés con malformaciones.

Es peligrosa para gente con enfermedades como insuficiencia cardíaca, diabetes, que ya cursan con mucho ácido. ¿Por qué? Porque como no comen azúcares, frutas, muy poca verdura y nada de harina, obligan al cuerpo a usar la grasa como combustible. Y cuando la grasa se desarma se produce acidez, cetoacidosis, de donde deriva el concepto de dieta cetogénica.

Aumentan los cuerpos cetónicos, que son el producto de degradar la grasa.

Las keto son dietas con mucha grasa, mucha proteína y casi nada de carbohidratos. Foto Shutterstock.Las keto son dietas con mucha grasa, mucha proteína y casi nada de carbohidratos. Foto Shutterstock.

Y tenés dos peligros adicionales. Primero se produce un incremento del metilglioxal, que es tóxico para el cerebro y para los vasos sanguíneos, por lo que aumenta el riesgo cardiovascular. Por otra parte, el comer mucha carne eleva el TMAO, que es un producto que se produce en el intestino y el hígado, que también sube el riesgo para el corazón y el cerebro.

Estamos frente a una dieta muy peligrosa, que provoca síntomas en quienes la practican, que incluyen desde mareo, malestar, niebla mental, cansancio (una fatiga que no es normal), por eso se suele hablar de “gripe keto”.

¿Por qué tiene adeptos? Porque en el corto plazo se baja mucho de peso, pero ¿a qué costo? Síntomas molestos, metilglioxal y TMAO altos y, como si fuera poco, un trabajo reciente que nos preocupó muchísimo mostró que genera fibrosis del músculo cardíaco en las personas que hacen dieta keto en forma prolongada.

¿Podés elegir la dieta keto? Sí, pero con asesoramiento de tu nutricionista o tu médico de confianza y siempre recordá que cuando elegís un tratamiento, no solamente importa la eficacia (perder peso, que es lo que se suele buscar), sino la seguridad.

¿Te perdiste alguna cita al consultorio?

Encontrá las últimas acá:

➪¿Tomar agua con limón en ayunas sirve para adelgazar?

➪Si no comés, te comés: 6 grupos de alimentos y por qué todos importan

➪Alcohol y kilos de más: ¿es real que fija las grasas?

➪Cómo activar la grasa marrón para adelgazar

➪¿Tenés alguna duda sobre salud y bienestar que te gustaría que abordemos la sección? Entrá al Centro de Ayuda de Clarín haciendo click acá, ingresá a Mensaje a la redacción y luego a Preguntas a Buena Vida. Escribinos tu consulta y enviá. ¡Listo! Y si querés recibir cada 15 días en tu casilla el newsletter de Buena Vida, suscribite acá.



Fuente-Clarin