Los precios de los alimentos aumentaron 1,9 por ciento en la última semana de agosto y cerraron el mes con un alza promedio de 10,1 por ciento, aunque el aumento en la medición punta a punta llegó al 12 por ciento, de acuerdo con el análisis de la consultora LCG.
La suba de 1,9 por ciento de la quinta semana de agosto se ubicó 4 décimas por debajo del 2,3 por ciento de la semana anterior, pero el impacto de la inflación de alimentos de la tercera semana, con el 4,1 por ciento, llevó a convertir agosto en el mes de la mayor inflación de por lo menos los últimos 21 años. La buena noticia fue que el porcentaje de productos con aumentos semanales disminuyó la semana pasada, alcanzando el 17 por ciento, 9 puntos porcentuales por debajo del promedio de las últimas cuatro semanas.
Dos rubros tuvieron alzas superiores al promedio semanal: Frutas (5,7 por ciento) y Comidas listas para llevar (4,1 por ciento), en tanto se ubicaron por debajo del 1,9 por ciento Carnes y Productos de panificación, cereales y pastas (1,7 por ciento, en cada caso), Bebidas e infusiones para consumir en el hogar y Verduras (ambas con 1,3), Productos lácteos y huevos y Condimentos y otros productos alimenticios (los dos con 1), Aceites (0,4) y Azúcar, miel, dulces y cacao (0,2 por ciento).
En la medición mensual, fueron tres los rubros que sobrepasaron la suba promedio de 10,1 por ciento fueron Productos de panificación, cereales y pastas (13 por ciento), Verduras (12) y Carnes (11,3), mientras que Bebidas e infusiones para consumir en el hogar sumó 10,1 por ciento. Los seis rubros con alzas inferiores al promedio fueron Azúcar, miel, dulces y cacao (8 por ciento), Comidas listas para llevar y Condimentos y otros productos alimenticios (ambos con 7,3 por ciento), Frutas (6,6) y Productos lácteos y huevos y Aceites (los dos con 5,7 por ciento).
Carnes fue la categoría que más aportó a la inflación mensual con 3,5 puntos porcentuales y junto con panificados explicó más de la mitad de la suba promedio. Lo preocupante es que, pese a la suba, la carne todavía mantiene un atraso de 14 por ciento respecto de los demás precios en el último año.
El trabajo que LCG realiza semanalmente se basa en el estudio de 8.000 productos distribuidos en cinco cadenas de supermercados. El relevamiento se lleva adelante mediante la web y los ponderadores corresponden a la estructura del Índice de Precios al Consumidor que elabora el Indec.
Perspectivas
“En estos niveles de inflación, la devaluación parece trasladarse con más fuerza a los precios que en escenarios de estabilidad. Sin medidas que afecten sobre las expectativas del público es muy difícil hacer la corrección de precios relativos sin acelerar (aún más) la tasa de inflación, algo que puede incluso deslegitimar cualquier intento de reorganización”, sostuvo la entidad dirigida por el economista Guido Lorenzo.
En este contexto, LCG proyectó una inflación “de dos dígitos mensuales en los próximos meses, lo que carcomerá la mejora real conseguida con la corrección cambiaria” y en consecuencia, “más temprano que tarde, los niveles de competitividad precio serán los de hace un mes”.
“La última devaluación deja al menos dos lecciones: 1) buena parte de los precios no estaban ya definidos al blue (algo que también se había evidenciado en la devaluación de diciembre 2015) y 2) una corrección cambiaria aislada no soluciona ningún problema de fondo, sólo aumenta los costos”.
Al respecto, la consultora advirtió que «en cualquier programa de estabilización, la devaluación deberá ser sólo una de un conjunto de medidas a aplicar» y que «la corrección de precios relativos esperada tras la devaluación dependerá sensiblemente de que esas medidas sean creíbles y aceptadas por la sociedad».
“Aun con la suba del tipo de cambio oficial, las expectativas de devaluación no ceden y esta semana el dólar CCL llegó a superar la barrera de los 800 pesos, reflejando que las presiones por desprenderse de las tenencias en pesos y conseguir dólares directamente en el exterior siguen estando a la orden del día. La brecha se sostiene en niveles altos y coquetea con volver a los niveles de hace un año (135 por ciento promedio en julio 2022), cuando el ministro Massa asumió en medio de la crisis en el Ministerio de Economía. Otra lección de una devaluación desordenada: la brecha no se cierra moviendo solo el piso”, agregó su editorial semanal.