La actividad que la diputada pro-dictadura Victoria Villarruel prepara para el lunes en la Legislatura porteña generó una ola de rechazos. La presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de ese cuerpo, Victoria Montenegro, advirtió que es una forma de poner en peligro los acuerdos básicos que lograron las distintas fuerzas democráticas. Organismos de derechos humanos convocaron a un acto de repudio en las inmediaciones del edificio de la calle Perú.
Como reveló Página/12, la convocatoria empezó a circular en Twitter y anuncia un “homenaje a las víctimas del terrorismo“. El flyer dice que quien invita es la diputada Victoria Villarruel, pese a que ella no tiene nada que ver con la Legislatura porteña, ya que ocupa una banca en el Congreso nacional. Más pequeño aparece el nombre de la legisladora de La Libertad Avanza (LLA) Lucía Montenegro, una de las leales de Milei en el frente porteño. La actividad está prevista para el lunes a las 17 en el Salón Dorado.
La invitación lleva el sello del Centro de Estudios Legales sobre el Terrorismo y sus Víctimas (Celtyv), la entidad que preside Villarruel. El Celtyv fue conformado en 2006 como una reacción a la reapertura de los juicios por crímenes de lesa humanidad. El principal objetivo de este grupo es llevar a juicio a los militantes de los años ‘70. El Celtyv se creó como una rama de la Asociación Unidad Argentina (Aunar), fundada en 1993 por militares que actuaron en la represión ilegal.
Los rechazos
Victoria Montenegro es la presidenta de la Comisión de Derechos Humanos, hija de víctimas del terrorismo de Estado y restituyó su identidad gracias a la búsqueda de Abuelas de Plaza de Mayo. Cuando advirtió que se estaba preparando el acto, la legisladora del Frente de Todos (FdT) le mandó una nota al vicepresidente primero de la Legislatura, Emmanuel Ferrario (Pro), para advertirle acercade la seriedad del tema.
“Quiero expresarle mi más profunda preocupación por este acontecimiento, ya que pone en peligro acuerdos básicos alcanzados por la mayoría de las fuerzas políticas con representación parlamentaria y contradice los posicionamientos históricos que cada año esta Legislatura renueva, en referencia a la última dictadura cívico-militar acontecida en nuestro país entre 1976 y 1983”, dice la nota que envió Victoria Montenegro. En su escrito le pide a Ferrario que tome las medidas necesarias.
La legisladora Alejandrina Barry del PTS-FIT-U, que también es hija de desaparecidos, reclama que se suspenda el acto de Villarruel. “No es un homenaje, es una reivindicación de la dictadura. Resulta una verdadera provocación que en la Legislatura se realice una actividad para reivindicar y promover la impunidad de los crímenes más atroces del terrorismo de Estado”, afirma.
Gabriel Solano, del PO-FIT-U, envió otra nota para que el evento sea dejado sin efecto. “Estamos en presencia de un acto político reaccionario en defensa de los genocidas de la dictadura y el terrorismo de Estado”, manifestó.
El legislador del FdT Claudio Morresi también observa con preocupación la presencia de Villarruel en la Legislatura. Él integra Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas. Su hermano Norberto fue secuestrado a los 17 años y asesinado por los grupos de tareas. “Es otra acción más de este grupo tan identificado con la dictadura, desde que están sentados en La legislatura, cada 24 de marzo no acompañan el documento consensuado con los otros bloques políticos donde se repudia el golpe de Estado. Y cuando vos no repudiás los crímenes de lesa humanidad que se cometieron en ese tiempo es porque decidís avalarlos”, sostiene.
Una manifestación de repudio
Organismos de derechos humanos convocaron a un acto a las 16.30 en la puerta de la Legislatura, en Perú al 160. “Decimos que no hubo dos demonios y el único terrorismo fue el que llevó adelante el Estado genocida”, dice el comunicado firmado por Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora, la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH), la Fundación Memoria Histórica y Social Agentina, Familiares y Compañeros de los 12 de la Santa Cruz, la APDH La Matanza, la Comisión Zona Norte, el Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos, la Liga Argentina por los Derechos Humanos (LADH) y la Asociación Buena Memoria.
“Exigimos que se adopten todas las medidas necesarias para evitar que esa provocación se materialice, que no sólo niega y falsea la verdad histórica sino que ofende la memoria colectiva, y demandamos que las autoridades y el pleno de ese cuerpo legislativo, como de todo el arco político, las organizaciones sociales, estudiantiles y sindicales, que efectivamente aspiran a consolidar el estado de Derecho y la Democracia, que tanto nos costara recuperar, se expresen en idéntico sentido”, añaden.
El Encuentro Memoria, Verdad y Justicia hará una conferencia de prensa a las 12 en la entrada de la Legislatura y también movilizará a la tarde. La candidata a legisladora porteña Cele Fierro (MST- FIT-U), por su lado, promovió desde sus redes sociales un escrache al acto de LLA. La Central de Trabajadores y Trabajadoras de la Argentina — filial Ciudad-– se declaró en estado de alerta y movilización.
Desde Unidad Popular, Claudio Lozano reclamó que la Legislatura impida el evento por considerarlo negacionista y reivindicador del golpe de Estado de 1976. La Federación de Entidades Culturales Judias de la Argentina (ICUF) también pidió que se cancele el acto por ser una desvergüenza y un intento de reinstalar la teoría de los dos demonios.
Una militante pro-impunidad hecha y derecha
Desde sus redes sociales, la diputada nacional Myriam Bregman apuntó contra Villarruel por el encuentro que organiza para el lunes “El único sentido que tiene esto es provocar.
Villaruel visitaba genocidas, ¿ahora quiere visitar la Legislatura para contarlo?”, se preguntó la candidata presidencial del FIT-U.
Villarruel suele esconder su militancia previa en organizaciones que directamente reivindicaron el accionar de la última dictadura. No habla de Aunar ni de Memoria Completa, grupo en el que militó –según publicó el mayor retirado Pedro Rafael Mercado, marido de Cecilia Pando– a principios de este siglo.
Villarruel también integró Jóvenes por la Verdad y, desde allí, organizaba visitas a Jorge Rafael Videla mientras estaba detenido en la casa, de acuerdo con lo que recordó Mercado. Jóvenes por la Verdad también juntaba cartas para mandarle al marino Ricardo Cavallo –represor de la ESMA– mientras estaba preso en España. A Villarruel también la une una relación con otro de los que actuaron en el campo de concentración de la Marina, Alberto Eduardo González.
Esta semana se conoció que Villarruel figuraba en las anotaciones que hizo Miguel Osvaldo Etchecolatz mientras preparaba su defensa para el primer juicio que debió afrontar tras la reapertura de los procesos. La abogada Guadalupe Godoy también exhibió que aparecía en los registros de visitas a Norberto Cozzani, la mano derecha de Etchecolatz durante los años del terrorismo de Estado y después también.
La avanzada negacionista
A principios de año, otras organizaciones pro-impunidad usaron la fórmula “víctimas del terrorismo” en una presentación que hicieron ante la Legislatura porteña para pedir que se saque el nombre de Rodolfo Walsh de la estación de subte de la Línea E. Justicia y Concordia –que reúne a abogados de quienes afrontan procesos por delitos de lesa humanidad–, la Asociación de Familiares y Amigos de Víctimas del Terrorismo en Argentina (Afavita) y el Centro de Estudios Cruz del Sur pidieron que el nombre de Walsh se reemplace por “Víctimas del Terrorismo”.
Estas tres organizaciones suelen tener críticas hacia Villarruel –fundamentalmente porque con los años licuó su discurso de defensa de los militares y policías y se enfocó en la acusación de los militantes–. Si llegaran a participar del evento, mostraría que la dama de hierro de La Libertad Avanza (LLA) está ampliando sus bases dentro de la familia militar después de que la lista que encabezan con Javier Milei consiguiera casi 30 por ciento de los votos.