Invasión de mosquitos: pueden transmitir Encefalitis Equina y su reducción podría demorar 10 días
VER VIDEO
Especialistas del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y del Conicet evalúan la posibilidad de producir especies nativas de peces y camarones, para de esta forma reducir la presencia de mosquitos transmisores de enfermedades.
Con el objetivo de reducir la presencia de mosquitos que transmiten malaria, dengue, chikungunya, fiebre amarilla y zika, entre otros, los especialistas evaluaron producir peces y camarones en cuerpos de agua artificiales urbanos y periurbanos.
Esta iniciativa coincide con la virtual “invasión” de mosquitos que se registra sobre la Capital Federal desde este lunes, aunque los especialistas aclararon que, en este caso, no se tratarìan de especies transmisoras de enfermedades.
Los animales marinos citados son “enemigos naturales de larvas y pupas de mosquitos” y por tanto “un método efectivo de control biológico que reduce la presencia de mosquitos transmisores de enfermedades”, precisó el INTA en un comunicado.
Por caso, la especie Australoheros facetus, conocida como “chanchita”, castañeta, cará o chata, es un pez que habita en la Cuenca del Plata y es “capaz de consumir más de 500 larvas de mosquito en menos de un día”, detalló Ariel Belavi, Coordinador Nacional Acuicultura en INTA.
“Esto los hace ser un efectivo enemigo natural de los mosquitos y un excelente controlador biológico”, aseguró el investigador.
Existen otras especies nativas que pueden cultivarse y producirse en espejos de agua artificiales y que también consumen larvas y pupas de mosquitos, tales como el camarón de río y el camarón fantasma o de agua dulce.
“Estos crustáceos que habitan en ambientes de agua dulce en el centro de América del Sur pueden ser utilizados para controlar las poblaciones de estos insectos, incluso los de las especies Aedes sp, Anopheles sp y Culex sp, de relevancia por el potencial de transmitir enfermedades”, especificó Belavi.
A estas especies se los suele encontrar en lagunas someras, estanques y ríos ya que toleran un amplio rango de condiciones ambientales.
“Se reproducen en los ambientes dulciacuícolas sin necesidad de migrar a los marinos como lo hacen otros camarones”, detalló Pablo Collins, investigador del Conicet.
Collins agregó que su alimentación es omnívora utilizando los recursos tróficos que encuentran en el fondo de estos ambientes, en la columna de agua y entre la vegetación acuática.
“Pueden consumir 40 larvas por día”, aseguró el investigador, quien aclaró que las densidades de estos camarones en los ambientes naturales o en cultivos pueden alcanzar los 500 ejemplares por metro cuadrado.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), las patologías transmitidas por mosquitos provocan unas 700.000 muertes al año, por lo que controlar la presencia de estos insectos, es un modo de reducir la incidencia de las enfermedades que transmiten, advirtió el INTA.
El AMBA “invadido” por mosquitos
La Ciudad de Buenos Aires y alrededores recibieron este lunes una virtual invasión de mosquitos, lo que se reflejó en las redes sociales con fotos y videos de las “nubes” de insectos, los que según los especialistas no transmiten dengue y llegaron por las últimas lluvias e inundaciones.
A principios de enero se registró una situación similar, también a causa de intensas lluvias, lo que deparó la multiplicación del denominado “mosquito plaga” el cual “es diferente al del dengue”, según el CONICET.
“Las inundaciones mejoraron los procesos y por eso tenemos nuevos mosquitos, con los que vamos a tener que convivir 15 o 20 días más, ya que ese es su tiempo estimado de vida”, advirtió el instituto.