La fiscalía de Giessen en Alemania anunció este viernes la acusación por complicidad en asesinatos de un exguardia del campo de concentración nazi de Sachsenhausen cercano a Berlín, en Oranienburg. El hombre tiene 98 años y la fiscalía no reveló su nombre. Se lo sospecha cómplice del asesinato de 3.300 personas entre 1943 y 1945 en esas instalaciones, indicó el fiscal en jefe Thomas Hauburger en un comunicado.

Gregor F. “era adolescente en el momento del crimen, está acusado de haber apoyado el asesinato cruel e insidioso de miles de prisioneros como miembro de la guardia de las SS”, precisó el fiscal Thomas Hauburger. Si la denuncia da lugar a un juicio, el hombre será juzgado por la sala de menores del tribunal de gran instancia de Hanau. Según un análisis psiquiátrico realizado en octubre de 2022, al acusado se lo considera “parcialmente apto para un juicio”, indicó el fiscal. 

Entre su apertura en 1936 y su liberación por los soviéticos el 22 de abril de 1945, el campo de concentración de Sachsenhausen vio pasar a unos 200.000 opositores políticos, judíos y homosexuales. Decenas de miles de ellos murieron, víctimas principalmente de agotamiento debido al trabajo forzoso y a las crueles condiciones de detención.

Experimentos “médicos”

“Fue la deshumanización absoluta”, dijo el abogado Hans-Jürgen Förster, exfiscal federal del Tribunal Supremo y jefe de la Oficina de Protección de la Constitución del estado federado de Brandeburgo.

En caso de celebrarse un juicio contra Gregor F., el abogado Förster representará a Shimon Rothschild de 96 años, quien junto a otros diez niños judíos fue víctima desde los 16 años de experimentos médicos con vacunas y otras sustancias para la hepatitis en la enfermería del campo de concentración de Sachsenhausen que hacía de laboratorio con humanos.

Förster está convencido de que guardias como Gregor F. no sabían de los experimentos y más bien cree que los ensayos se practicaban de forma encubierta. “Pero constituían un aspecto especial de las condiciones hostiles que regían en todo el complejo del campo”, promovidas de manera objetiva y subjetiva por cada guardia como parte del “escenario de amenazas”, sostiene.

No hay olvido ni perdón

En los últimos años se han multiplicado los juicios a exguardias de los campos nazis en Alemania. En junio de 2022, la Audiencia Provincial de Neuruppin condenó al exguardia del campo de concentración de Sachsenhausen Josef S., de 101 años, a cinco años de prisión por complicidad en asesinato en 3.518 casos.

En diciembre de 2022, la Audiencia Provincial de Itzehoe condenó a dos años de libertad condicional a Irmgard Furchner, de 97 años, exsecretaria en el campo de concentración de Stutthof, en territorio polaco, por complicidad en asesinato en más de 10.000 casos. En ambos juicios, Förster representó a la parte civil.



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