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Las empresas de medicina prepaga notificaron a sus clientes sobre un aumento del 6,97 por ciento en las cuotas de octubre, pese a que el ministro de Economía, Sergio Massa, anunció días atrás el congelamiento de los valores de las cuotas de la atención de salud por 90 días, como una de las medidas para aminorar el impacto en los bolsillos que tuvo la devaluación posterior a las PASO. Este viernes Massa estuvo reunido con los principales referentes de las empresas de medicina prepaga, entre ellos Claudio Belocopitt (dueño de Swiss Medical y presidente de la Unión Argentina de Salud). Acordaron continuar hoy las negociaciones en base a la propuesta oficial de congelar por 90 días los aumentos previstos en las cuotas.
Para septiembre, las prepagas ya están enviando facturas con un alza del 7,18 por ciento. Así, entre septiembre y octubre, los ajustes rondarían en el 14 por ciento. Ante esta situación, el Gobierno abrió una mesa de negociación con las empresas, en donde se estarían barajando opciones para aminorar el impacto de costos que dicen sufrir las firmas.
Las compañías justificaron esta decisión bajo el argumento de que no existe un decreto oficial que respalde el congelamiento anunciado. Por esto es que están notificando a sus clientes del aumento, conforme a la normativa vigente.
En las cartas y los correos electrónicos que las prepagas enviaron a los usuarios indican que “a partir del mes de octubre de 2023, estamos autorizados por el Ministerio de Salud a incrementar los valores de las cuotas de nuestros planes de cobertura médico asistencial como consecuencia del aumento de costos reflejado en el Índice de Costos de Salud del sector. Además, aclaran que “dicho aumento solo representa de manera parcial los incrementos reales verificados en nuestra estructura de costos por lo que se solicitará a la autoridad de aplicación la autorización de incremento de cuota por la diferencia restante”.
El aumento de las cuotas de las prepagas se establece según la variación del índice de costos de salud, que es elaborado por la Superintendencia de Servicios de Salud. De hecho, dicha oficina publicó, luego del anuncio de congelamiento de Massa, el índice correspondiente a los costos de agosto, que determinó el aumento de octubre.
En tensión
El anuncio que encabezó Sergio Massa el último domingo incluía la suspensión por tres meses del aumento de la medicina prepaga para las familias con ingresos que no superen los 2 millones de pesos mensuales, es decir, para una gran mayoría de los hogares del país.
A pesar de la comunicación de Massa, todavía no se oficializó la medida en el Boletín Oficial y de este punto se agarraron las prepagas para difundir sus nuevos aumentos. En off, la dirigencia del sector dice que está dispuesta a darle pelea a la medida del Gobierno, ya que “el resto de los costos siguen subiendo”.
Entre las alternativas que analizan está la de judicializar la medida o cobrar copagos (una situación que ya se viene dando en muchos puntos del país), y también congelar los aranceles de los prestadores. Esa última opción fue objetada por las cámaras del sector prestador, que advirtieron que no la pueden soportar y que, de realizarse, generaría una crisis en todo el sistema. Fuentes del sector también dicen que hay sobre la mesa de negociación con el Gobierno una rebaja de contribuciones patronales para sostener los precios.
El tema de las prepagas ya viene delicado políticamente desde comienzos de año, cuando en febrero pasado, después de que la vicepresidenta Cristina Kirchner criticara los aumentos de las prepagas, se modificó el esquema de instrumentación de los incrementos de las cuotas. En aquel momento, quienes perciben ingresos netos inferiores a seis veces el salario mínimo, vital y móvil pudieron pedir que se le aplique un tope equivalente al 90 por ciento de la variación de la Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (RIPTE).
Deterioro
Según datos de las prepagas, por primera vez las altas de afiliados están siendo menores a los egresos, algo que no se daba desde la crisis del 2001. Esto se produce a causa de la situación económica general y una escalada de aumentos en las cuotas que superan a la evolución de los ingresos de los trabajadores.
De hecho, desde marzo se registra un fuerte corrimiento desde planes más altos a más económicos, ya que los afiliados buscan sostener un servicio básico de atención de la salud frente a la alternativa de la atención pública más desbordaba.
Si la suba de septiembre se realiza, en los primeros nueve meses del año, las cuotas habrán acumulado un alza de 78,1 por ciento (63,8 por ciento para aquellos que se hubieran registrado como de menos poder adquisitivo).