El presidente estadounidense, Joe Biden, consideró el jueves “excesiva” la operación militar de Israel en la Franja de Gaza, que se desplaza ahora hacia la ciudad de Rafah, donde se hacinan cientos de miles de desplazados palestinos. “Mi opinión es que la respuesta en Gaza, en la Franja de Gaza, ha sido excesiva”, declaró Biden a la prensa en la Casa Blanca.

Los ataques israelíes incrementaron la preocupación por el riesgo de un desastre humanitario en esta ciudad en la frontera con Egipto que acoge a 1,3 millones de los 2,4 millones de habitantes de Gaza.

Una gira que no fue exitosa

El secretario de Estado estadiunidense, Antony Blinken, culminó el jueves sin éxito una gira por Oriente Medio para intentar obtener una tregua en el conflicto estallado tras el ataque del movimiento islamista Hamás el 7 de octubre contra el sur de Israel. Al término de su gira regional, Blinken destacó que todavía veía “margen para un acuerdo”, a la vez que instó a Israel a “proteger” a los civiles palestinos.

Una nueva ronda de negociaciones comenzó el jueves en El Cairo para alcanzar una pausa en el conflicto en Gaza y un canje de prisioneros por rehenes, informó un funcionario egipcio de alto rango.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, rechazó las exigencias de Hamás al alto el fuego propuesto por los mediadores y ordenó a sus tropas preparar una operación contra Rafah, señalando la ciudad como uno de “los últimos bastiones” del grupo.

El portavoz del Departamento de Estado estadounidense, Vedant Patel, advirtió que “realizar una operación de ese tipo ahora sin planificación y sin reflexión en una zona donde se albergan un millón de personas sería un desastre”.

La ofensiva

Las tropas israelíes, que iniciaron su ofensiva en el norte de Gaza, avanzaron hacia el centro y el sur del estrecho territorio de 362 km2, especialmente hacia la ciudad de Jan Yunis, epicentro de los combates y los bombardeos en las últimas semanas.

La atención parece desviarse ahora a Rafah. La Media Luna Roja palestina informó que tres niños murieron en un bombardeo israelí en la noche del jueves al viernes en esta ciudad.  El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, advirtió que una ofensiva terrestre en Rafah “aumentaría exponencialmente lo que ya es una pesadilla humanitaria”.

La guerra estalló el 7 de octubre cuando milicianos islamistas mataron a más de 1.160 personas, en su mayoría civiles, y secuestraron a unas 250 en un ataque en el sur de Israel, según un balance de la AFP basado en datos oficiales israelíes. Entre los muertos hay más de 300 militares.

Una tregua de una semana a fines de noviembre permitió canjear a un centenar de rehenes por presos palestinos detenidos en Israel. Se estima que unos 132 permanecieron cautivos en Gaza, 29 de ellos presuntamente fallecidos.

En los bombardeos y operaciones israelíes de represalia en Gaza murieron 27.840 personas, en su mayoría mujeres, niños y adolescentes, según Hamás, una organización catalogada como terrorista por la Unión Europea y Estados Unidos.

“Crimen de guerra”

El alto comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Turk, acusó al ejército israelí de querer destruir todos los edificios en Gaza situados a un kilómetro de la valla fronteriza. El objetivo del ejército sería crear una “zona de seguridad”, pero dicha acción constituiría “un crimen de guerra”, advirtió. Hace dos semanas la Corte Internacional de Justicia (CIJ) urgió a Israel, a instancias de Sudáfrica, a evitar actos genocidas en su guerra contra Hamás.

Además de sus operaciones militares, Israel también impuso a Gaza un estricto bloqueo que impide el ingreso de alimentos, agua, medicamentos y carburantes. La Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA) recordó que la última vez que se le permitió entregar suministros en el norte y el centro de Gaza fue el 23 de enero. Su responsable Philippe Lazzarini aseguró que la población del norte del territorio “está al borde de la hambruna“.

La guerra en Gaza también ha exacerbado las tensiones en Líbano, Irak, Siria y Yemen, donde grupos apoyados por Irán han lanzado ataques en apoyo a Hamás, generando represalias de Israel, Estados Unidos y sus aliados. El norte de Israel recibió una treintena de cohetes lanzados desde el sur de Líbano, después de un ataque israelí contra un alto cargo del grupo Hezbolá que resultó gravemente herido. De su parte, el ejército de Estados Unidos anunció nuevos ataques contra misiles y drones acuáticos de los rebeldes hutíes.



Fuente-Página/12