El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, puso hoy fin a más de diez días de especulaciones al hacer oficial el cese del jefe de las Fuerzas Armadas, Valeri Zaluzhni, un general inmensamente respetado en Ucrania que ha aceptado su relevo en tono conciliador haciendo un llamamiento a “adaptarse a las nuevas realidades” en el terreno tras dos años de invasión rusa.

Zelenski ha justificado el cambio de guardia en la necesidad de que la cúpula del Ejército ucraniano desarrolle “una nueva visión para la guerra” más acorde con la de los soldados que combaten en el frente.

El jefe de Estado ha confiado esta tarea al que hasta ahora era jefe de las Fuerzas Terrestres ucranianas, el coronel general Oleksandr Sirski, de quien ha destacado que es “el comandante ucraniano más experimentado”. Sirski, de 58 años, dirigió la defensa de Kiev en los primeros días de la agresión rusa, cuando las fuerzas del Kremlin intentaron sin éxito tomar la capital ucraniana.

Meses después, en otoño de 2022, Sirski fue el principal responsable de la contraofensiva en los territorios ocupados por Rusia en la región oriental de Járkov, que fueron liberados con éxito. Y dirigió la defensa de Bajmut, una ciudad del este de Ucrania que fue tomada en mayo del año pasado por Rusia tras diez meses de cruento asedio.

Un cambio de “sistema” en el Ejército

Zelenski ha explicado sobre el relevo: “Se trata del sistema de nuestro Ejército, de la gestión en las Fuerzas Armadas de Ucrania y de sumar la experiencia de combate de los comandantes en esta guerra”. El mandatario negó que la decisión de cambiar a Zaluzhni por Sirski tenga un matiz personal o político.

El presidente dio las gracias al general por “dos años de defensa” de Ucrania y “por cada victoria”, y afirmó que sigue contando con Zaluzhni para el futuro, en lo que puede interpretarse como un intento de mitigar la previsible indignación que el cese provocará entre muchos ucranianos.

Zelenski explicó que espera del nuevo jefe del Ejército “un plan de acción realista y detallado” para 2024 que debe estar listo “en el menor plazo posible” y dar más protagonismo a la tecnología en las operaciones militares.

El presidente también espera mejoras en el entrenamiento de los soldados y la logística, “un sistema efectivo de rotaciones” de los soldados que están en el frente y un aligeramiento del número de personal no esencial en algunos departamentos del Ejército.

“Aguantamos juntos. Nuestra batalla continúa y cambia diariamente. Las tareas de 2022 son diferentes de las tareas de 2024. Por lo tanto, todos deben cambiar y adaptarse también a las nuevas realidades. Para ganar juntos”, recalcó por su parte Zaluzhni, que ha insistido en que la guerra requiere un avance tecnológico importante para salir de su estancamiento.

Según publica el diario Ukrainska Pravda esta semana, tanto el Gobierno como el servicio secreto ucraniano temen las posibles reacciones negativas que pueda despertar entre la ciudadanía el cese de Zaluzhni, que, según la encuesta más reciente, es apoyado por un 88 % de los ucranianos.

Desacuerdos públicos

Zaluzhni dice adiós al cargo después de una serie de desacuerdos públicos con Zelenski que comenzaron el pasado noviembre al publicar el general un artículo en el que advertía de que la guerra había entrado en una fase “posicional” que podía serle favorable a Rusia.

Algunos analistas y medios han atribuido el distanciamiento entre Zelenski y Zaluzhni a la desconfianza que provocaría en el presidente la gran popularidad del general, a quien algunos le suponen ambiciones políticas.

El asesor de la oficina presidencial ucraniana Mijailo Podoliak, que suele ejercer de portavoz cuasi oficial de la Administración de Zelenski, también explicó los motivos del cambio en sus redes sociales. “La decisión se debe a la necesidad de revisar las tácticas de las acciones, que no garantizaron por completo el resultado adecuado el año pasado”, escribió. Podoliak agregó que el cambio busca “evitar el estancamiento en la línea del frente” que, según dijo, afecta al estado de ánimo de la opinión pública.



Fuente-Página/12