La escritora argentina Gabriela Cabezón Cámara resultó ganadora del Premio Ciutat de Barcelona de Literatura en lengua castellana, dotado con 9.500 euros, por su obra Las niñas del naranjel, que propone un abordaje lírico e irreverente del personaje histórico de la Monja Alférez, nacida en España como mujer en 1592 y que se sumó travestida como varón a la Conquista de América.

El jurado formado por Esther Zarraluki (presidenta), Ana María Iglesia Pagnotta, Isabel Sucunza, Pablo Martín Sánchez y Diego Falconí ha decidido por mayoría otorgar el Premio Ciutat de Barcelona de Literatura en lengua castellana a la obra de Cabezón Cámara, publicada por Penguin Random House, “por presentar la complejidad del discurso colonial y de género y por la capacidad de amalgamar diferentes tradiciones, culturas y lenguas”, destacó.

Asimismo, el jurado subrayó que la obra propone la “relectura audaz de una controvertida figura histórica”, al tiempo que la calificó de una “prosa arriesgada, poética y animal”, según informó hoy en un comunicado el Ayuntamiento de Barcelona, que otorga los premios que tienen por objeto el reconocimiento de la creación artística y cultural vinculada a la ciudad.

“Arriesgada, poética y animal me encanta, quiero escribir así como dicen ellos”, celebró Cabezón Cámara, en diálogo con Télam, sobre las palabras que eligió el jurado para calificar su obra.

En Las niñas del naranjel, publicado en octubre de 2023, la autora narra la crueldad en tiempos de la Conquista de América, en una trama que a pesar del horror del genocidio logra colmar de belleza una historia donde las cosmovisiones indígenas y la selva funcionan como el refugio y el antídoto en el que se detiene para refundar con esas voces una mitología híbrida y fluida.

El libro retoma la historia real de Catalina de Erauso, una monja que escapa de un convento con el deseo de ver mundo: cambia de identidad, vive aquí y allá, práctica numerosos oficios, grumete, tendero, soldado y pertenece a ese mundo de avaricia y supremacía colonial, hasta que se le pierde el rastro en América. Es a partir de ahí que la escritora imagina una trama en la que Antonio -antes monja, antes “niñita”- logra escapar de la horca y se interna en la selva con dos pequeñas indígenas desnutridas, Michi y Mitakuña. Con el trasfondo de una promesa a la Virgen del Naranjal, formarán una tribu junto a una perra, monos y caballos.

La autora de La Virgen Cabeza (2009) y Las aventuras de la China Iron (2017) había dicho a Télam, a raíz del lanzamiento de la obra, que conoció la historia de la Monja Alférez por una acuarela de Fermín Eguía que la representaba.

“Estaba en la casa de una amor que tuve, una acuarela de Fermín Eguía, una persona con armadura asesinando a otra persona que estaba a sus pies, claramente conquistador, asesinando a un miembro de un pueblo originario, debajo decía ‘monja alférez’, entonces dije ¿qué es esto? y ahí me puse a investigar y después ese personaje me cerraba para atravesarlo con mis obsesiones que son la colonianismo, el neo-colonialismo, el ecocidio, la vida, el hecho de que somos carne de la carne de la tierra, parte de la vida de la Tierra, la vida de la Tierra, la resistencia y la lucha por la vida de la Tierra, la posibilidad de pensar mundos que no están regidos por la avaricia y el lucro; la posibilidad de pensar a la ternura como un factor de transformación radical”, contó sobre la forma en la que llegó a la historia que llevó a la literatura.

En los próximos días se darán a conocer los galardonados de las otras categorías de los Premios Ciutat de Barcelona 2023, distinciones que tienen una dotación de 9.500 euros y se entregarán el 13 de febrero en una ceremonia en el Saló de Cent.



Fuente Pagina12