La justicia estadounidense falló en contra del millonario ruso Dmitry Rybolovlev, quien había acusado a la rematadora Sotheby’s de colaborar con el marchante suizo Yves Bouvier en un presunto fraude que incluyó sobreprecios millonarios en importantes obras de arte, incluida la emblemática pintura “Salvator Mundi”, atribuida a Leonardo Da Vinci.
En la ciudad de Nueva York, luego de tres semanas de juicio, un jurado desestimó todos los cargos presentados contra la casa de subastas Sotheby’s relacionados con las ventas privadas de cuatro obras: “Salvator Mundi”, una pintura de aproximadamente el año 1500, atribuida a Da Vinci, un lienzo de 1907 de Gustav Klimt, otro de René Magritte y una escultura, titulada “Tête”, de Amedeo Modigliani.
El multimillonario Dmitry Rybolovlev -dueño de una fortuna de 6.400 millones de dólares gracias a su imperio de fertilizantes- había acusado a la reconocida Sotheby’s de connivencia con el marchante de arte suizo Yves Bouvier para engañarlo y hacerle pagar precios inflados por las cuatro obras. El jurado no le dio la razón.
El magnate ruso, también propietario del equipo de fútbol AS Mónaco- había reclamado a Sotheby’s al menos 190 millones de dólares por daños y perjuicios relacionados con los negocios con Yves Bouvier.
El veredicto, emitido en una sala judicial de Manhattan, “falló a favor de Sotheby’s en todos los cargos, cerrando de un portazo una de las disputas legales más largas y dramáticas que se recuerdan en el mercado del arte“, informó el inglés The Art Newspaper.
“El fallo de este miércoles reafirma el compromiso de Sotheby’s de mantener los más altos niveles de integridad, ética y profesionalidad en todos los aspectos del mercado del arte. Estamos agradecidos al jurado por su veredicto, que exculpa totalmente a Sotheby’s de cualquier supuesta conducta indebida”, dijo un portavoz de la casa de subastas en un comunicado.
La adquisición de las obras
Las cuatro obras en cuestión habían sido adquiridas por Accent Delight International o Xitrans Finance, los fideicomisos familiares extraterritoriales de Rybolovlev, a través del marchante suizo Yves Bouvier, a precios que oscilaron entre 40 y 200 millones de dólares cada una. La cuestión en el juicio era si Sotheby’s había “contribuido sustancialmente” al fraude mediante sus interacciones con Bouvier en torno a la reventa de las obras. La respuesta del jurado fue un rotundo no.
Uno de los únicos aspectos positivos para Rybolovlev es que el veredicto no concedió ninguna indemnización compensatoria a la casa de subastas, lo que significa que Sotheby’s debió pagar sus propios gastos legales para defenderse en los tribunales.
Aun habiendo perdido el caso, la defensa del ruso señaló: “Este caso ha logrado nuestro objetivo de arrojar luz sobre la falta de transparencia que asola el mercado del arte. Ese secretismo dificultó la prueba de un complejo caso de fraude por complicidad”, dijo en un comunicado Daniel Kornstein, uno de los abogados que representan a los fideicomisos del acusador.
Rybolovlev lleva una década acusando sin éxito a Bouvier de fraude, alegando que le cobró millones de dólares de más en las transacciones de obras vendidas a sus fideicomisos.
Después de presentar cargos civiles y penales contra Bouvier en territorios como Suiza, Mónaco, Hong Kong y Singapur, Rybolovlev resolvió todos los asuntos con Bouvier en todas las jurisdicciones en diciembre de 2023.