Milicianos palestinos mataron a 24 soldados en el ataque más letal contra el Ejército israelí desde el inicio de su ofensiva contra Hamas en la Franja de Gaza, en medio de crecientes llamados a un alto el fuego. Horas después de informar del mortífero ataque, el Ejército anunció haber terminado de rodear la sureña ciudad de Jan Yunis, la segunda más grande de la Franja de Gaza, luego de tres meses y medio de una ofensiva que ya dejó más de 25 mil palestinos muertos y más de 60 mil heridos.
“No hay sustituto para la victoria”
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, lamentó la muerte de los soldados, pero prometió seguir con la ofensiva hasta lograr una “victoria absoluta” sobre Hamas y liberar a los rehenes que siguen en su poder en Gaza, desde que milicianos del grupo mataron el 7 de octubre a unas 1.200 personas en Israel.
“Mi principal expectativa es un triunfo completo, no hay sustituto para la victoria”, declaró el primer ministro israelí en una reunión con soldados en una base militar. Netanyahu está bajo presiones internas de signo opuesto: de los familiares de los rehenes para negociar su liberación con Hamas, que exige el fin de la ofensiva, y de su coalición de gobierno para redoblar la operación, alentar la emigración “voluntaria” de cientos de miles de palestinos de Gaza y restablecer allí colonias israelíes que habían sido retiradas en 2005.
Medios estadounidenses e israelíes informaron que Israel propuso a Hamas una tregua de dos meses en Gaza que permita traer a casa por etapas a los cerca de 130 rehenes que siguen cautivos luego de que más de 100 fueran liberados en noviembre durante un alto el fuego de una semana mediado por Qatar y Egipto, a cambio de palestinos presos en Israel. El portal estadounidense Axios, que dio la primicia, dijo que el plan fue presentado recientemente a Hamas a través de mediadores de Qatar y Egipto.
El Canal 13 de Israel informó que los principios del acuerdo consisten en tres o cuatro etapas de liberación de rehenes y que, mientras tanto, el Ejército israelí se retiraría de algunas zonas del enclave, pero sin poner fin a la ofensiva como demanda Hamas. El canal, que también citó a funcionarios israelíes no identificados, dijo que Estados Unidos impulsa el plan y que el coordinador de la Casa Blanca para Medio Oriente, Brett McGurk, estaba en El Cairo para discutir el acuerdo.
Ascienden los soldados caídos
Según el Ejército de Israel, al menos 221 soldados murieron desde que empezó la ofensiva terrestre a fines de octubre. Netanyahu dijo que era “uno de los días más difíciles” desde el inicio de las hostilidades, pero prometió mantener la ofensiva. “Estamos en medio de una guerra que está más que justificada. En esta guerra estamos logrando grandes logros, como el cerco de Jan Yunis, y también hay pérdidas muy grandes”, dijo el primer ministro israelí en un video publicado en sus redes.
El lunes reservistas israelíes estaban preparando explosivos para demoler dos edificios en el campamento de refugiados de Maghazi, en el centro de Gaza, cuando un miliciano disparó una granada propulsada por cohete contra un tanque cercano, dijo este martes el vocero del Ejército de Israel, Daniel Hagari. La explosión activó los explosivos, lo que provocó que ambos edificios de dos pisos se derrumbaran sobre los soldados y causara la muerte a 21 de ellos. A eso se suma la muerte de tres soldados en un incidente separado.
La ofensiva en Gaza forzó al 85 por ciento de los 2,3 millones de habitantes del territorio gobernado por Hamas a abandonar sus hogares y dejó a una cuarta parte de ellos en riesgo de muerte por hambre, según la ONU. El ministerio de Salud de Gaza dijo este martes que los cadáveres de 195 personas fueron llevados a hospitales en las 24 horas previas. Los hospitales también recibieron a 354 heridos en los ataques israelíes. Israel afirma haber matado a miles de milicianos y derrotado en gran medida a Hamas en el norte de Gaza en operaciones que causaron gran devastación.
Presión externa sobre Israel
El creciente número de muertos y la terrible situación humanitaria en Gaza derivaron en una creciente presión internacional sobre Israel para que reduzca la ofensiva y acepte negociar la creación de un Estado palestino después de la guerra. El secretario general de la ONU, António Guterres, repitió este martes que es “inaceptable” que Israel se niegue a aceptar la solución de los dos Estados, uno israelí y uno palestino, y que es una postura que “debe ser firmemente rechazada”.
Guterres se expresó así ante el Consejo de Seguridad en su reunión trimestral sobre la cuestión palestina, y recordó que “incluso amigos y aliados de Israel, sentados en esta mesa” lanzaron llamamientos claros para apoyar los dos Estados. Estados Unidos, que ha proporcionado ayuda militar y apoyo diplomático cruciales para la ofensiva, se sumó a esos llamados. Pero Netanyahu, cuya popularidad cae en picada en los sondeos desde el 7 de octubre, rechaza ambas demandas.
Los palestinos quieren fundar su Estado en Gaza y Cisjordania con capital en Jerusalén Este, el sector de la ciudad de mayoría palestina y el que alberga sus sitios sagrados. Pero tanto Cisjordania como Jerusalén Este están ocupados desde 1967 por Israel, que se niega a retirar sus colonias.