Estados Unidos y Reino Unido atacaron en las últimas horas a los rebeldes hutíes de Yemen como represalia a los bombardeos que el grupo insurgente viene asestando contra buques relacionados con Israel en el mar Rojo en apoyo a los islamistas palestinos de Hamas, y frente a las nuevas ofensivas los milicianos prometieron venganza.
Washington y Londres declararon en un comunicado conjunto que atacaron “ocho objetivos hutíes en Yemen, en respuesta a los continuos bombardeos de los hutíes contra el tráfico internacional y comercial, así como contra buques de guerra que transitan por el mar Rojo”.
Los ataques, realizados sobre la medianoche, “se dirigieron específicamente contra un centro de almacenamiento subterráneo de los hutíes y contra emplazamientos relacionados con capacidades de vigilancia aérea y de misiles”, añadió el comunicado conjunto, reproducido por la agencia de noticias AFP.
Desde mediados de noviembre, los hutíes atacaron lo que consideran buques ligados a intereses israelíes en el mar Rojo, en solidaridad con los palestinos de Gaza.
Las fuerzas de Estados Unidos y Reino Unido llevaron a cabo una primera ola de ataques contra el grupo rebelde a inicios de este mes.
Los rebeldes reportaron 18 ataques de Estados Unidos y Reino Unido contra su territorio en las provincias yemeníes de Saná, Hodeida, Taez y Al Baida, y prometieron en un mensaje en la red X que esas operaciones “no quedarán impunes”.
“Estos ataques de precisión están destinados a interrumpir y degradar las capacidades que los hutíes utilizan para amenazar el comercio mundial y la vida de los marinos inocentes”, precisó el comunicado.
“Lo que hemos hecho de nuevo es enviar el mensaje más claro posible de que seguiremos reduciendo su capacidad (de los rebeldes) de llevar a cabo estos ataques”, dijo el ministro británico de Exteriores, David Cameron.
En un comunicado separado, el Mando Central estadounidense (Centcom) afirmó que los objetivos incluyeron “sistemas de misiles y lanzadores, sistemas antiaéreos, radares e instalaciones de almacenamiento de armas bajo tierra”.
Según la cadena Al Masira de los hutíes, cuatro ataques tuvieron como objetivo la base militar de Al Dailami, al norte de la capital, controlada por los rebeldes.
El aumento de las tensiones y la violencia en la región -con la participación de grupos apoyados por Irán en Líbano, Irak, Siria y Yemen- han avivado el temor a un conflicto más amplio.
Los hutíes, movimiento respaldado por Irán y que apoya a Hamas en su conflicto con Israel, habían reivindicado el lunes un ataque contra un buque militar estadounidense frente a las costas de Yemen, y anticiparon que seguirán con sus ataques.
Las fuerzas hutíes “llevaron a cabo una operación militar dirigida contra el carguero militar estadounidense Ocean Jazz en el Golfo de Adén”, afirmó el portavoz del movimiento, Yahya Saree.
Además de la acción militar, Washington está tratando de ejercer presión diplomática y financiera sobre los hutíes, y la semana pasada volvió a calificarlos de entidad “terrorista” tras haber retirado esa etiqueta poco después de que el presidente Joe Biden asumiera el cargo.
Yemen es sólo una parte de la creciente crisis en Medio Oriente vinculada a la guerra en Gaza, donde los incesantes bombardeos y la ofensiva terrestre de Israel han causado la muerte de más de 25.000 personas, según el Ministerio de Salud del territorio, en manos de Hamas.
La campaña de Israel comenzó el 7 de octubre pasado después de los ataques sin precedentes de Hamas en su territorio, que causaran la muerte de unas 1.200 personas en Israel, en su mayoría civiles, además de llevarse alrededor de 240 rehenes, entre ellos una veintena de nacionalidad argentina.