En “La pájara”, la obra elegida por Agustina Bazterrica, Hinde Pomenariec y Sergio Olguín como ganadora del Premio Futurock Novela 2023, el escritor Juan Federico von Zeschau cuenta la historia de un empresario obsesionado por vengar la muerte de sus padres que tiene que conseguir dos millones de dólares a través de un operativo peligroso que, según el autor, “trata de mostrar cuál es el límite al que podés llegar por buscar la redención”.
Juan Federico von Zeschau nació en Buenos Aires en 1982. Es licenciado en Ciencia Política y trabajó algunos años en el sector inmobiliario, de donde sacó inspiración para su novela. “Me di cuenta tres años después de estar trabajando ahí de que no era lo mío. No comulgaba ideológicamente con lo que se hacía ahí, no en la empresa en particular en la que yo estaba, sino con el tipo de gente con la que me relacionaba. Y me daba cuenta también que me estaba modificando, que en un punto si yo quería seguir en ese ambiente, iba a tener que ser este personaje”, confía a Télam el autor, quien en los agradecimientos del libro invoca a sus hermanas por haberlo motivado a correrse de ese espacio.
La novela describe el escenario de los millonarios que sacan plata del circuito económico gracias a una red corrupta de abogados y contadores que saben cómo escapar a la ley. El protagonista de “La pájara”, Gonzalo Villegas, es dueño de una inmobiliaria. Hace todo lo que implica su trabajo: vende, compra propiedades y también las construye. Sin embargo, también se mueve con descaro por el lado oscuro de este negocio: evade, coimea y tiene un centenar de testaferros en el país y afuera.
“Viví situaciones que no me agradaron, que están plasmadas en la novela, como el desalojo. Obviamente hay propiedades privadas y hay gente que las ocupa. Eso le pertenece a alguien. Pero la cuestión del desalojo, en mi experiencia, es algo extremadamente violento”, asegura el escritor sobre su experiencia. Actualmente Von Zeschau es profesor del Taller de Escritura Preprofesional en la Universidad Nacional de Lanús. Ha publicado la novela “Fuego amigo”, que resultó ganadora del 2° Premio Municipal de Novela de la Ciudad de Buenos Aires (período 2015-2017) y la novela colectiva “Doble Juego” (2021). Con “La pájara” tuvo que hacer una apuesta: antes de ganar el premio Futurock de Novela en 2023, el manuscrito se encontraba en la lista de libros finalistas al Premio Clarín Novela. Von Zeschau decidió retirarse de la competencia de Clarín -presentada en ese concurso como “Los chimangos”- y optar por Futurock.
La edición de la novela
La novela ya había sido presentada anteriormente en concursos pero no le iba bien. Según el escritor, la consideraba “fallida”. “A través de una de una amiga escritora, encontré una editora que se llama Silvia Itkin, que me hizo salir del laberinto. Me dijo: ‘Cambiá de primera persona a tercera’ y eso destrabó un montón de cosas’. No era solamente el narrador, sino que cambiaban las descripciones, los diálogos, el enfoque. Y la verdad que ganó muchísimo la novela”, cuenta el escritor sobre las versiones precedentes.
Con un ritmo trepidante y frenético, la historia premiada narra la travesía de un empresario argentino, Gonzalo, que tiene que conseguir dos millones de dólares en efectivo en una semana. La suma es descabellada y la tarea parece imposible. Sin embargo, la sed de vengar el honor de sus padres, lleva al protagonista a operar con ambición por conseguir el objetivo sin importarle el costo.
De esta manera, la violencia se va recrudeciendo poco a poco en este thriller económico donde priman las acciones. “Quería que la historia se llevara puesto o puesta también al lector, para dar la misma sensación que tiene el protagonista, de que las circunstancias se lo van llevando puesto. Entonces no pierdo tiempo en explicaciones. Los hechos suceden cada vez más rápido”, revela el escritor.
La primera escena de “La pájara” acerca al lector al pasado de Gonzalo y retrata un hecho cotidiano pero significativo. Tras la muerte del padre, la mamá se encerraba en la cocina a llorar. Una tarde la madre tira los fideos cuando intentaba colarlos y rompe en llanto. El protagonista, pequeño, toma de la mano a esa mujer quebrada y entonces madre e hijo se miran largo rato. Después, la madre no vuelve a llorar. “Gonzalo entiende que la madre lo eligió a él por sobre los hermanos”, cuenta el escritor.
“La primera escena da el puntapié inicial para entender los motivos de la venganza de Gonzalo o de esta redención que quiere para con sus padres. De alguna forma los quiere redimir. Ambos murieron en circunstancias oscuras: el padre suicidado y la madre en la cárcel. Gonzalo fue quien quedó más enganchado con la historia de ellos y en un punto él la continúa”, señala el escritor.
El protagonista “está muy volcado al hacer y se mira muy poco a si mismo”, describe el creador de este personaje. “Si bien hay una cuestión del pasado, lo tiene mal trabajado, por decirlo de alguna manera. Me hizo tomar ciertas decisiones como eliminar la cuestión de los monólogos internos, la cuestión reflexiva y llevarlo más hacia los diálogos y la acción”, cuenta Von Zeschau sobre el proceso de escritura.
En la trama, que va revelando de a poco sus hilos, el empresario tiene una aliada: Yeni, una presa del penal de Ezeiza, que conoció a la mamá de Gonzalo y que sabe moverse por las zonas ilegales.
La interioridad del hombre se asoma a través de sueños con accidentes y pájaros. “Es la única forma en la cual él cuenta algo de sí mismo y cómo ve también a Yeni, a “La pájara”. Se trasluce lo que sale de las grietas sin que Gonzalo quiera. Esta imagen recurrente que tiene él de las plumas y de la Glock en la frente. Todo esto puede ser una premonición, pero al mismo tiempo lo quería trabajar de una forma ambigua, como un síntoma de la ansiedad, la angustia, el estrés que está sintiendo Gonzalo en un ambiente tan violento”, explica el escritor.
Yeni tiene tatuados los nombres de los muertos en sus brazos. “Aunque Yeni y Gonzalo son de clases sociales completamente diferentes, creo que conectan en muertes y en lutos mal trabajados. En el caso de ella, tatuándose a los muertos en el cuerpo. Son cosas que si bien no las verbaliza, están”, señala el autor.
La familia a la que pertenece Gonzalo y sus contactos ofician como un clan. Él solo confía en quienes tuvieron el visto bueno de sus padres. “Confía más en Yeni, que en sus propios hermanos. Si bien son familia, de alguna manera salieron del clan, uno se metió a hacer política, el otro es un periodista de cultura en un diario. Aunque los jefes de este clan estén muertos, los dos están todavía muy presentes. Por eso la redención de la memoria de ellos está tan presente”, cuenta Von Zeschau.
La venganza constituye la columna vertebral de la novela, pero la redención es su musculatura. “La venganza es importante pero la redención también es central. Lo que yo trato de mostrar es cuál es el límite al cual podés llegar por buscar la redención de tus padres, de una memoria, de un mandato de vengarlos. Un poco la novela se trata de eso, de poner al límite a estos personajes, y ver hasta cuándo aguantan, a ver cuándo dicen ‘bueno, basta, hasta acá”, dice Von Zeschau.
“La pájara” no solo despliega las oscuridades del negocio inmobiliario ilegal y traza un mapa del dinero negro y la corrupción privada en Argentina sino que también ahonda en una universalidad que invita a reflexionar cuánto se decide heredar de los padres y qué batallas se eligen dar por ellos.