Pidieron incluir en las listas a organizaciones de colonos israelíes
La Autoridad Nacional Palestina (ANP) reclamó este martes que las organizaciones de colonos israelíes, que están ocupando con mayor intensidad territorios palestinos en Cisjordania y Jerusalén Este desde la ofensiva israelí en la Franja de Gaza, ingresen en las listas internacionales de los “grupos terroristas”.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de la ANP, que gobierna el territorio palestino de Cisjordania, denunció a través de un comunicado que dichas acciones son “una expresión de una política oficial israelí” encabezada por los ultraderechistas ministros de Economía, Bezalel Smotrich, y de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir.
Ambos funcionarios del gobierno del primer ministro Benjamin Netanyahu son colonos.
La Cancillería palestina sostuvo que el objetivo de los colonos es primero “llevar la situación en Cisjordania a una espiral de violencia y caos”, para después tumbar los acuerdos internacionales sobre la creación de un Estado palestino, la destrucción de la ANP y finalmente la anexión del territorio.
“El extremismo israelí (…) profundiza las bases del terrorismo judío en Cisjordania y las expande con el apoyo y la protección de la extrema derecha presente en el Gobierno israelí”, denunció en un comunicado, publicado en la red social X (antes Twitter).
La ANP también volvió a criticar la “debilidad” de las respuestas de la comunidad internacional.
“La escalada de los crímenes de los colonos es una prueba clara de que el Gobierno israelí ignora las posiciones internacionales y estadounidenses que rechazan sus crímenes (…) y una prueba más de que las decisiones y sanciones adoptadas por una serie de países son insuficientes”, manifestó, según recogió la agencia de noticias Europa Press.
Cerca de 340 palestinos murieron en incursiones del ejército o en ataques de colonos israelíes desde el 7 de octubre, según un balance publicado el domingo por la agencia de noticias AFP basado en datos del Ministerio de Salud palestino.
La guerra en Gaza comenzó por el ataque del movimiento islamista palestino Hamas contra Israel el 7 de octubre, donde mató a unas 1.200 personas, y secuestró a unas 240, entre ellas una veintena con nacionalidad argentina.
La ofensiva israelí en la Franja de Gaza ha dejado al menos 24.285 muertos, según el Ministerio de Salud de gazatí, administrado por Hamas.
La Unión Europea (UE) y una decena de países, entre ellos Canadá y Reino Unido, pidieron el mes pasado a Israel que tome “medidas inmediatas y concretas” para poner fin a la violencia de colonos y hablaron de una cifra “récord” de estos ataques.
Además, pedían prohibir cualquier traslado y deportaciones de personas protegidas de un territorio ocupado al territorio de la potencia ocupante o al de cualquier otro país, ocupado o no.
En tanto, Reino Unido y EEUU anunciaron la prohibición de entrada a esos países de colonos israelíes implicados en ataques a palestinos en Cisjordania.
La ONU decidió en 1947 dividir a Palestina, que entonces estaba bajo control británico, en dos Estados: uno para los árabes o palestinos y otro para judíos, Israel, que se creó al año siguiente. El Estado palestino no se creó, y Gaza y Cisjordania quedaron bajo el control de Egipto y Jordania, respectivamente.
En 1967, en una guerra contra Egipto, Jordania y otros países árabes, Israel capturó Cisjordania y Jerusalén Este y los colonizó, al igual que Gaza, pero se retiró de este último en 2005, aunque lo mantuvo bloqueado por mar, aire y tierra.
Palestina reclama los tres territorios para fundar su Estado, pero Israel se niega a retirar sus colonias y levantar el bloqueo, que son ilegales según el derecho internacional.
Según la organización sin fines de lucro israelí Peace Now, más de 460.000 judíos residen en asentamientos en Cisjordania, entre 2,9 millones de palestinos, y el actual gobierno de Netanyahu batió cifras “récord” de permisos de construcción de colonias.