El secretario de Bioeconomía, Fernando Vilella, afirmó que hoy “se come más carne que el 9 de diciembre” sumando otra polémica declaración a las huestes del Gobierno. Además justificó el cierre del fideicomiso del trigo porque estaba orientado a salvar una empresa quebrada.
“Desde el 10 de diciembre el asado bajó 30 por ciento y desde que sacamos la regulación a fin de año [para exportaciones] bajó 20 por ciento. Hoy se puede comer más asado que el 9 de diciembre. Si se mira el valor del kilo vivo pasó esto. Es objetivo. No es opinable”, enfatizó durante su participación en el plenario de Comisiones de Diputados en el que se discutía la ley ómnibus. El cálculo es por lo menos azaroso en miras de que todos los cortes populares, que son los que tenían cupos de exportación, aumentaron fuertemente en diciembre: el asado 43,6 por ciento, el cuadril 42,8 por ciento, la nalga 40,3 por ciento, la paleta 38,4 por ciento, las hamburguesas 36,9 por ciento y la carne picada común 34 por ciento, según datos difundidos el jueves por el Indec.
En su cálculo, Vilella compara el valor máximo que tuvo el precio del kilo vivo en el Mercado de Cañuelas en el mes con los de mediados de enero. La carne aumentó 44 por ciento en un solo día, el 12 de diciembre luego de la megadevaluación que realizó el gobierno. El precio promedio ascendió a 1700 pesos el kilo vivo de los novillitos y llegó a los 1900 pesos dos días después. Es normal que luego de ese rebote el precio retroceda, y es lo que se experimentó en la tercera semana del mes cuando el kilo vivo cerró en 1350 pesos promedio. El punto a remarcar es que ese valor no llegó a bajar hasta los niveles que tenía a inicios de diciembre previo a la devaluación, que eran 1120 pesos el kilo vivo para novillitos. El precio al día de hoy se estabilizó en niveles más altos, 1300 pesos el kilo vivo.
Por otra parte, no se evidenció un comportamiento habitual en el precio de la carne que es un aumento para la fecha de las fiestas y una posterior caída a comienzos de enero. El kilo vivo en Cañuelas se mantiene en un promedio de 1300 a 1400 pesos el kilo vivo de novillitos desde la tercera semana de diciembre hasta mitad de enero.
Si se comparan estos valores con los precios de un año atrás, el aumento del precio de la carne de los novillitos fue de 438 por ciento, versus el pico máximo del 12 de diciembre, y de 300 por ciento versus los últimos valores del mes. Es decir, una inflación que a lo largo del año fue mayor a la del promedio general de precios de la economía difundida ayer por Indec del 211,4 por ciento.