El estudio se realiz en Argentina frente a otros pases que tienen una matriz similar Foto Prensa
El estudio se realizó en Argentina frente a otros países que tienen una matriz similar. Foto: Prensa.

Según datos publicados por el Centro de Estudios y Políticas Públicas del Libro de la Universidad Nacional de San Martín (Unsam), Argentina tiene 3,43 librerías cada 100 mil habitantes y supera así a países como Brasil, Colombia, Chile y México gracias, entre otros factores, a la actual Ley de defensa de la actividad librera que pretende ser derogada en la Ley “Bases”. 

Este viernes se difundió en redes sociales un cuadro que realizó este Centro en el que se refleja, entre otras cosas, la gran cantidad de librerías que tiene el territorio argentino en relación con su cantidad de habitantes.

“De las decenas de políticas del libro existentes y probadas, acá y en otros países, pocas, muy pocas, son tan virtuosas como la ley de precio único”, explicó este centro de estudios a través de su cuenta oficial de X y luego compartió un cuadro comparativo.

La ciudad de Buenos Aires y las provincias de Córdoba, Santa Fe y Neuquén son los distritos que más librerías cada cien mil habitantes tienen

Alejandro Dujovne, doctor en Ciencias Sociales, investigador de Conicet y director del centro, dijo a Télam, que las estadísticas de 2022 arrojan que Argentina contaba con 1623 librerías en todo el territorio, lo que representa 3,43 librerías cada cien mil habitantes.

Y esto es posible gracias, entre otro factores, a la actual Ley del Libro.

Este número toma relevancia cuando se compara con lo que sucede por ejemplo en Brasil, donde hay 2200 librerías, 1,01 cada 100 mil habitantes. En el caso de México, otro de los países más grandes de América Latina, el número alcanza 1640 librerías, que representa 1,30 librerías cada cien mil habitantes.

En el mismo informe también se incluyó un relevamiento que da cuenta que en Colombia, en 2022 había 484 librerías, lo que representa 0,94 librerías cada cien mil habitantes, y completa el estudio Chile, con 355 librerías, número que alcanza 1,93 cada cien mil habitantes.

Este relevamiento, según explicó Dujovne, se hizo a través de la consulta de fuentes oficiales en los distintos países mencionados: ministerios, secretarías y cámaras del libro. Luego, los datos fueron contrastados con editores y libreros.

El estudio se realizó en Argentina frente a otros países que tienen una matriz similar, que son comparables en términos de dimensión de territorio, desarrollo productivo y tradición editorial y librera.

“Este número demuestra que la ley de defensa de la actividad librera creó el terreno para el funcionamiento de un tendido grande de librerías. Hay otros factores que pueden afectar como el nivel socioeconómico de la población, las tasas educativas y la tradición librera de cada país, pero el devenir podría haber sido otro si no hubiéramos tenido una ley que neutraliza la competencia desleal”, explicó Dujovne.

“Es realmente muy preocupante que estemos ante esta posibilidad de retroceso, cuando podríamos estar pensando en la internacionalización y exportación, en políticas públicas de Estado que sigan potenciando la industria del libro”Alejandro Dujovne

En este sentido, el especialista sostuvo que el libro no es sólo un bien mercantil más, sino que tiene una dimensión cultural simbólica muy grande. “Entonces, las librerías no son meros expendedores de libros, sino que además crean las condiciones para generar nuevos lectores. Más librerías, más lectores: es una cuestión en definitiva de oferta y demanda”, agregó.

En cuanto a la distribución de las librerías en el territorio argentino, Dujovne detalló que la ciudad de Buenos Aires y las provincias de Córdoba, Santa Fe y Neuquén son los distritos que más librerías cada cien mil habitantes tienen. “Y además es una ley virtuosa porque opera no solamente sobre las librerías sino también sobre un sistema entero de desarrollo y creación de nuevos sellos editoriales independientes”, remarcó el investigador.

“Es realmente muy preocupante que estemos ante esta posibilidad de retroceso, cuando podríamos estar pensando en la internacionalización y exportación, en políticas públicas de Estado que sigan potenciando la industria del libro”, concluyó.





Fuente Telam