INTRUSO 6 puntos
Foe; Estados Unidos/Australia/Reino Unido, 2023
Dirección: Garth Davis.
Guion: Iain Reid y Garth Davis.
Duración: 110 minutos.
Intérpretes: Saoirse Ronan, Paul Mescal, Aaron Pierre.
Disponible en Prime Video.
La ciencia ficción (la pura y dura, no tanto sus alianzas con la aventura o el horror) ha dedicado ingentes esfuerzos a investigar cuestiones ligadas a la identidad, a la esencia del hecho mismo de ser humano. Intruso, tercer largometraje del australiano Garth Davis, transita esos caminos con las mejores intenciones y resultados dispares, en un relato futurista que, sin embargo, se acoge en las entrañas del drama intimista. Una placa anticipa que el año es 2065 y el planeta Tierra se ve aquejado por todos los males que la realidad de nuestro presente anticipan: sequías e inundaciones calamitosas, temperaturas extremas a ambos lados del termómetro, enfermedades y otros males. No es tanto un cataclismo como una nueva normalidad, que Hen y Junior, un joven matrimonio que en otros tiempos se hubiera calzado los ropajes del granjero, atraviesa sin quejas aparentes. La apariencia es clave: a Hen, en particular, la rutina matrimonial, la pérdida gradual de aquello que los unió en primera instancia, acecha su día a día como una sombra amenazante.
Cierta noche un automóvil de silueta ochentosa pero inteligente, sin piloto a la vista, estaciona frente a la casa de la pareja. De su interior desciende Terrance (Aaron Pierre), el enviado de un proyecto de estación espacial que ha comenzado a esperanzar a una parte de la humanidad, un nuevo inicio en el espacio. El visitante no da demasiadas vueltas y explica que Junior ha sido elegido para abandonar el planeta y pasar una temporada allá arriba. Solo, sin su esposa. Intruso practica entonces las artes de la elipsis y regresa a los protagonistas –interpretados por dos actores de fuste de la nueva generación: Saoirse Ronan y Paul Mescal– un año más tarde, cuando los preparativos para el viaje ya son inminentes. Terrance será su huésped durante algunas semanas, conversará con ambos juntos y por separado, comprenderá la dinámica del matrimonio, y afianzará el terreno para la construcción de un sustituto sintético de Junior, un ser idéntico en forma y fondo. El intruso del título en español; el rival del original.
El paseo sobre el lecho seco de lo que supo ser un lago permite que Davis disponga el lente de la cámara en modo Malick, mientras el sexo habilita nuevamente una intimidad emocional que parecía olvidada. Entonces comienzan las confusiones, la pérdida de control, los miedos. Ciertos pasajes de Intruso, basada en la novela del canadiense Iain Reid Foe, rozan lo pretencioso y no alcanzan la profundidad deseada, confundiendo morosidad con hondura psicológica, pero en líneas generales la película logra aires inquietantes con una historia alejada de la ciencia ficción más pueril. O tal vez el futurismo sea lo de menos, apenas una excusa para contar nuevamente la erosión y posible fin de un matrimonio. El aporte de Mescal y Ronan no es menor: son sus rostros y cuerpos los que logran transmitir con diversas intensidades la travesía emocional que están sufriendo. De fondo, un tema de la primera etapa de Fleetwood Mac: “Si me dejas, me romperás el corazón”.