Todas las personas con indicación de bajar de peso lo saben: no resulta nada sencillo, e incluso las intenciones de hacerlo en muchísimos casos se pierden en el intento.
El resultado es bien conocido, el sobrepeso y la obesidad ya son considerados “pandemia” y la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que más de la mitad de la población mundial padece una u otra, lo que en nuestro país se traduce en 6 de cada 10.
Las consecuencias para la salud son variadas y perjudiciales: enfermedades cardiovasculares (principalmente las cardiopatías y los accidentes cerebrovasculares); diabetes; trastornos del aparato locomotor (en especial la osteoartritis, una enfermedad degenerativa de las articulaciones muy discapacitante), y algunos cánceres (endometrio, mama, ovarios, próstata, hígado, vesícula biliar, riñones y colon), según indica la entidad.
Por eso, las investigaciones que se dedican a analizar cuáles son los factores que pueden actuar como obstáculos cobran cada vez mayor relevancia y constituyen una valiosa herramienta que puede ayudar a modificar este panorama. En ese contexto se inscriben los hallazgos de un trabajo del Colegio Americano de Médicos publicados en Annals of Internal Medicine.
El estudio
Pautas internacionales aconsejan que los médicos de atención primaria promuevan la detección del sobrepeso y obesidad y ofrezcan tratamiento de manera oportuna. Y cómo hacerlo, importa.
Investigadores de la Universidad de Oxford del Reino Unido analizaron grabaciones de conversaciones que los médicos tuvieron con sus pacientes sobre una intervención conductual de pérdida de peso sin costo de 12 semanas para así evaluar las relaciones entre el lenguaje utilizado en la visita clínica y los comportamientos de los pacientes, incluida la participación en el programa y los resultados de la pérdida de peso.
El análisis llevado a cabo se basa en las grabaciones de los encuentros que 246 pacientes con obesidad mantuvieron con 87 médicos generales en 38 clínicas de atención primaria.
En esas conversaciones -en las que hay una derivación a un programa conductual de control de peso- se identificaron los enfoques que primaban en la interacción de los médicos y se analizó su asociación con la pérdida de peso del paciente luego de un año.
Tres maneras de comunicar
En este sentido, pudieron identificar tres enfoques interaccionales sobre la base de las prácticas tanto lingüísticas como paralingüísticas de los médicos:
- Transmisión de la derivación como “una buena noticia” y una oportunidad. Este enfoque, que fue el estilo de lenguaje menos común entre los analizados, comunicaba positividad y optimismo, se centraba en los beneficios de la pérdida de peso y presentaba el programa como una “oportunidad”, con muy poca mención a la obesidad, el peso o el índice de masa corporal como un problema. El estilo paralingüístico era suave y rápido, y transmitía entusiasmo.
- Dar a entender la derivación como una “mala noticia”, centrándose en los daños de la obesidad. Esta perspectiva hacía foco en la obesidad como un problema, en un discurso que ponía a los médicos en el lugar de expertos y que centraba su atención en los desafíos del control del peso en un tono pesimista.
- Dar el mensaje con neutralidad (sin hacer foco en lo malo ni en lo bueno). Se trata de la más frecuente, y el tono del médico carecía de características positivas o negativas.
Si se compara con el tono neutral, el enfoque de las buenas noticias se asoció con un mayor acuerdo para asistir al programa, una mayor asistencia, y modificaciones de peso.
Tratamiento como oportunidad
Cuando se plantea el tema del exceso de peso en las visitas clínicas, presentar el tratamiento de pérdida de peso como una oportunidad positiva se asocia con una mayor aceptación y con más pérdida de peso.
De hecho, los investigadores descubrieron que los pacientes que recibieron asesoramiento a través del enfoque de las buenas noticias tuvieron la mayor pérdida de peso observada al final de los 12 meses, perdiendo aproximadamente 5 kilos en promedio en comparación con los menos de 3 entre aquellos que recibieron el enfoque de las malas noticias. Los del grupo de noticias neutral fueron los que menos bajaron: aproximadamente 1,2 kilos.
La mayor pérdida de peso en el grupo de buenas noticias pareció ser impulsada por una mayor inscripción en el programa de pérdida de peso: el 87% de los participantes en este grupo asistieron, en comparación con menos de la mitad de los del grupo de noticias neutrales y malas.
➪ ¿Tenés alguna duda sobre salud y bienestar que te gustaría que abordemos en notas de la sección? Entrá al Centro de Ayuda de Clarín haciendo click acá, ingresá a Mensaje a la redacción y luego a Preguntas a Buena Vida. Escribinos tu consulta y enviá. ¡Listo!