Israel profundizó este lunes sus bombardeos en la Franja de Gaza, mientras que Egipto presentó un plan para poner fin al conflicto bélico por el que Hamas debería renunciar por un tiempo a controlar el enclave e Israel a destruir al grupo islamista, pero ambos bandos lo rechazaron.
En Gaza, decenas de rescatistas, en algunos casos escarbando con sus manos, recuperaron cadáveres entre los escombros de un edificio de tres pisos y de varios otros cercanos destruidos la noche anterior en un ataque aéreo israelí contra el campamento de refugiados de Al-Maghazi.
Ashraf al-Qudra, portavoz del Ministerio de Sanidad gazatí, señaló que más de 70 palestinos fallecieron en el bombardeo, lo que lo convierte en uno de los más mortíferos desde el inicio de las hostilidades. También acusó a las tropas israelíes de bombardear la carretera principal que une varios campamentos de refugiados en la zona central del territorio palestino para obstaculizar el acceso de las ambulancias y de la defensa civil a los distintos lugares. Hacemos un llamado a todos los países del mundo libre a presionar a la ocupación criminal para detener la guerra de genocidio cometida por el ejército de ocupación contra nuestro pueblo palestino y contra niños, mujeres y civiles”, indicó al-Qudra.
Según el último balance de la cartera, la cifra total de muertos subió a más de 20.600 y a más de 54.500 los heridos, en el marco de la campaña de bombardeos de Israel contra la Franja, en represalia por el ataque terrorista de Hamas el pasado 7 de octubre que mató a alrededor de 1.200 personas y tomó 240 rehenes, entre ellos una veintena de argentinos.
El avance militar y la ayuda humanitaria
Mientras tanto, las tropas israelíes operaron cerca de dos escuelas pertenecientes a la Agencia de la ONU para los Refugiados (UNRWA), en las que localizaron artefactos explosivos, kalasnikovs y 15 cinturones explosivos, señaló un comunicado castrense. Además destruyeron una planta de fabricación de armas y una fábrica de cemento para la construcción de túneles en el área de Jan Yunis, al tiempo que le pidieron a los residentes de dos barrios de la zona que evacuen a Rafah, en el extremo sur de Gaza.
En los alrededores del Hospital Indonesio, en el norte de la Franja, el Ejército encontró un vehículo perteneciente a Samer Talalka, uno de los tres rehenes que abatieron por error a mediados de mes. En su interior había manchas de sangre de otro rehén, así como partes de un lanzagranadas.
Israel asegura que el hospital Indonesio, fundado en 2015, es uno de los que Hamas utiliza para esconderse detrás de civiles enfermos y desde donde opera infraestructura terrorista. Con ese mismo pretexto, asedió, evacuó y atacó otros hospitales como el Al-Shifa o el Rantisi, en ciudad de Gaza; el Nasser en Jan Yunis; o el Kamal Adwan en Beit Lahia.
Respecto a la ayuda humanitaria, más de 200 camiones con bienes de primera necesidad entraron a Gaza. El Coordinador de Actividades Gubernamentales en los Territorios (COGAT), dependiente del Ministerio de Defensa israelí, indicó en un mensaje publicado en la red social X que 142 camiones atravesaron el paso de Rafah –que conecta Egipto con el territorio palestino–, mientras que otros 76 lo hicieron por el paso de Kerem Shalom. Estos dos son los únicos pasos fronterizos habilitados hasta el momento por las autoridades israelíes.
Una propuesta sobre la mesa
Por otro lado, Egipto presentó a Israel y a Hamas un plan elaborado junto a Qatar para poner fin a la guerra. La primera etapa de la propuesta sería un cese de los combates de dos semanas, ampliables a tres o cuatro, a cambio de la liberación de 40 rehenes: mujeres, menores y ancianos, especialmente los enfermos. En tanto, Israel liberaría a 120 palestinos de las mismas categorías. Durante este tiempo, las hostilidades cesarían, los tanques israelíes se retirarían y la ayuda humanitaria entraría en Gaza.
En una segunda fase se celebraría un “diálogo nacional palestino” patrocinado por Egipto destinado a poner fin a la división entre la Autoridad Nacional Palestina (ANP), dominada por el partido secular Al-Fatah, y Hamas. Esto debería conducir a la formación de un gobierno tecnócrata en Cisjordania y Gaza que supervisaría la reconstrucción de la Franja de manera provisional y allanaría el camino para elecciones parlamentarias y presidenciales palestinas, una vez que la ANP y el grupo islamista hayan resuelto sus disputas.
La tercera y última etapa incluiría un alto el fuego integral, la liberación de los rehenes israelíes restantes, incluidos soldados, a cambio de un número aún por determinar de prisioneros palestinos entre los que habría miembros destacados de Hamas. A su vez, Israel retiraría sus fuerzas de las ciudades de la Franja de Gaza y permitiría que los habitantes desplazados del norte regresaran a sus hogares.
Rechazo unánime
Ambos bandos del conflicto expresaron su negativa a aceptar la idea. “No nos detendremos, seguiremos luchando y profundizando los combates en los próximos días. Esta será una batalla larga, no está cerca de terminar”, remarcó en rechazo a la propuesta egipcia el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, quien visitó el norte gazatí para reunirse con las tropas y conocer en detalle los últimos avances sobre el terreno, según recogió The Times of Israel.
“Las Brigadas Al Qasam (el brazo armado de Hamas) destruirán al ejército de ocupación, están en camino de aplastarlo y no se someterán a sus condiciones”, señaló por su parte uno de los líderes del grupo islamista en la Franja, Yahya Sinwar, en su primer discurso público desde el comienzo del conflicto bélico. También elogió el desempeño de sus milicianos y afirmó que logró acabar con más de un millar de militares israelíes, aunque las autoridades israelíes cifran en poco más de 150 el número de soldados caídos en combate, sumados a los 300 que fallecieron el 7 de octubre.
Sinwar es técnicamente el “número dos” del grupo islamista, detrás del jefe del buró político, Ismail Haniyeh, que vive desde hace más de una década autoexiliado en Qatar, pero aquel es considerado como la persona que realmente controla las decisiones importantes de Hamas, al ser quien gobierna dentro de la Franja, tanto el brazo político como el militar.