Entonces, ¿qué pasa con la primera película de pura ciencia ficción de Zack Snyder? Eso Luna rebelde tiene todos los rasgos estilísticos del director de 300 mi Mujer Maravilla – la cámara lenta en las escenas de batalla, héroes y heroínas con cuerpos muy esculpidos, una cierta cantidad de BDSM que corre bajo la piel – y por lo tanto es muy snyderiano, casi un resumen de la trayectoria del director, pero luego dibuja mucho, demasiado, de una infinidad de mundos de ciencia ficción ajenos (y no sólo cinematográficos).
¿Pecado mortal? No, porque, si por un lado te hubiera gustado encontrar un poco más de novedades, por otro ni siquiera puedes decir que estabas aburrido. En pocas palabras, el entretenimiento está ahí y llegas allí al final de la película, incluso preguntándote qué vendrá después.
Todas las cosas consideradas Luna rebelde – que no por casualidad empezó en Rotten Tomatoes con un mísero 5% de aprobación de la crítica y que hoy se sitúa en un bajísimo 23% frente al 69% del público – es un desastre con muchos ingredientes, a veces casi insertados al azar, que, sin embargo, cuando sale del horno huele bien, es fácil de comer y, de hecho, apetecería una segunda ración (sobre todo porque parece de fácil digestión).
El defecto de base, mezclar cosas, al final es parte de la receta, lo que le da nombre y no conozco a nadie que pueda resistirse a un desastre. Snyder's, tras un preámbulo por todo lo alto Guerra de las Galaxias (área para la que nació el proyecto, que luego fue rechazado), inicialmente recurre a su propio repertorio. Cuando conocemos al protagonista de Luna rebeldeKora, interpretada por Sofia Boutella, tenemos la impresión de volver a ver a un joven Kal-El de El hombre de Acero, escondido con amor en una situación normal, hasta que sus raíces y su pasado llaman violentamente a su puerta. La contraparte del Ejército Imperial Guerra de las Galaxiasen su caso, recuerda bastante al estilo vagamente steampunk del primer Dunala película de Lynch de 1984, una película que me viene a la mente al examinar las costumbres de sus peores oficiales, que sacan a la superficie recuerdos desagradables relacionados con la primera versión del barón Harkonnen (pero también los sistemas de renovación vital de Fantasma en la concha oh Carbono alterado). Entonces, la trama vuelve al canon. Guerra de las Galaxiascon la clásica berlina donde podrás encontrar un facsímil de Han Solo para que te lleven mientras buscas alianzas, pero por el camino habrá criaturas aladas que domesticar y montar como en Avatar y arañas humanoides que parecen salidas del mundo de tolkien. Sin embargo, cuanto más profundizas en la historia, más te das cuenta de que, sí, tal vez la columna vertebral narrativa la proporcione el universo lanzado por George Lucas (él mismo no del todo ajeno a un libro titulado Duna y de alguna manera forjado en el topos de los cuentos de hadas más clásicos), pero desde el vestuario y el maquillaje, estilísticamente, aquí todo está tomado de un juego que es el antepasado de los videojuegos (martillo de guerra 40.000, que luego inspiró varios videojuegos propios y ajenos). Y aquí empiezas a divertirte viendo la película y googleando el aspecto de las miniaturas de aquel juego para compararlas con los personajes de Snyder, casi como si fuera un segundo nivel de diversión para el que fue diseñada esta superproducción.
En este punto surge nuevamente la duda… por lo tanto, Luna rebelde ¿Es algo más que una estafa?
De nuevo, no.
Copiar, copiar, ay, si y cuánto copiar, pero luego, con astucia, Snyder, que también es guionista de la película, cambia un par de detalles en la caracterización de los personajes principales y da un par de giros bastante buenos, dos momentos. en el que te dices “vale, entonces sigo” y en ese punto continúas hasta el final y de ahí empiezas a esperar la siguiente parte también, aunque – spoiler – casi todos están muertos (un motivo más que despierta curiosidad respecto al espectáculo galáctico que aún puede salir a la luz).