El Ejército ruso aumenta la presión en el frente oriental y lanza ataques masivos con drones kamikazes contra varias regiones ucranianas, mientras que el retraso de las ayudas occidentales cuestiona la capacidad de Kiev de hacer frente a la ofensiva.
Veinticuatro drones iraníes Shahed, de un total de 28, fueron interceptados en la madrugada de este viernes por la defensa antiaérea ucraniana, informó el Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas de Ucrania en un comunicado. Las regiones de Kiev –en el norte–, Odesa, Mikoláyiv y Jersón –en el sur– y Zhitomir, Rivne y Jmelnitski –en el oeste– fueron los objetivos del ataque aéreo lanzado desde la región de Kursk, en el oeste de Rusia y fronteriza con Ucrania, y desde la península de Crimea y el distrito ruso contiguo a ésta, Primorsko-Ajtarsk.
En el centro de Kiev se escucharon explosiones de madrugada, y el alcalde de la capital, Vitali Klitschkó, informó de varios heridos debido a la caída de los fragmentos de los drones destruidos sobre zonas residenciales, donde varios apartamentos y vehículos sufrieron daños.
Las fuerzas ucranianas respondieron al ataque aéreo con el lanzamiento de al menos una decena de drones contra Rusia. Los sistemas de defensa antiaérea rusos derribaron once drones de ala fija ucranianos sobre el territorio de las regiones de Briansk y Bélgorod, fronterizas con Ucrania, así como en Kaluga, cerca de Moscú, informaron las autoridades locales.
Cuerpos recuperados
Por otro lado, las autoridades ucranianas anunciaron este viernes la recuperación de los restos de 66 soldados caídos en combate. La operación fue posible debido a la actuación del Cuartel de Coordinación para el Trato de los Prisioneros de Guerra en cooperación con el Centro Conjunto de los Servicios de Seguridad de Ucrania, el Ministerio del Interior y otras instituciones, según informó el primero a través de su canal de Telegram.
Esa institución también agradeció al Comité Internacional de la Cruz Roja (ICRC) y al jefe de la delegación en Ucrania Jürg Eglin su “apoyo e importantes esfuerzos. Los cuerpos de los soldados serán transportados a centros especiales designados por el Estado, donde serán transferidos a representantes de las fuerzas del orden y expertos forenses que llevarán a cabo su identificación. La última operación de este tipo se había producido a finales del mes pasado, cuando se habían recuperado 94 cuerpos.
Inestable equilibrio en el frente
Mientras, la situación en el frente de cerca de 2.000 kilómetros parece haberse estabilizado, en opinión de los expertos del centro de análisis estadounidense Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW), aunque advierten que la guerra de posiciones que se libra en Ucrania no está en un punto muerto, porque el actual equilibrio podría inclinarse a un lado u otro debido decisiones tomadas por Occidente.
El ISW también aprecia pequeños progresos rusos en la región oriental de Donetsk. Es más, el Ministerio de Defensa de Rusia afirmó en su parte semanal que el Ejército ruso mejoró sus posiciones en la región ucraniana de Donetsk. “En el sector de Donetsk el grupo militar Yuzhni (Sur) mejoró sus posiciones en la primera línea con apoyo de la aviación y el fuego de la artillería”, declaró el portavoz de Defensa, Ígor Konashénkov, quien agregó que las fuerzas rusas repelieron 43 ataques ucranianos en ese sector del frente, en las cercanías de las localidades de Shumi, Belohirivka y Márinka. “Las bajas enemigas en este sector superaron los 1.610 militares, entre muertos y heridos, tres tanques, 17 blindados, una lanzadera HIMARS, 25 automóviles y 44 piezas de artillería”, precisó.
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, aseguró el martes ante altos mandos militares que el Ejército ruso tiene la iniciativa. “Se puede afirmar con seguridad que nuestras tropas tienen la iniciativa. En resumen, hacemos lo que consideramos necesario, hacemos lo que queremos”, enfatizó, además de reafirmar que Rusia cumplirá su objetivos de su campaña militar, que él definió en su momento como la desnazificación y desmilitarización de Ucrania.
Hasta ahora Ucrania ha logrado hacer frente a las fuerzas rusas e incluso recuperar parte importante del territorio ocupado por Rusia en los primeros meses de la guerra, pero la contraofensiva lanzada por Kiev a comienzos de junio pasado no dio los frutos esperados debido a la solidez de las líneas defensivas rusas.
El empantanamiento de la contraofensiva ucraniana coincidió con el bloqueo republicano en Estados Unidos a un paquete de ayuda militar para Kiev por un monto de 61.000 millones de dólares, clave para la defensa de Ucrania. “La caída de la ayuda occidental probablemente conduciría al colapso de la capacidad de Ucrania de contener al Ejército ruso”, advirtió el ISW en su último informe.