El Gobierno de Javier Milei aún no formalizó la devaluación del tipo de cambio con la que tantas veces coqueteó, pero el sector privado ya descarta que va a haber un retoque inicial fuerte. Según confiaron a Página I12 desde el sector comercial, las empresas fabricantes de alimentos y bebidas mandaron entre el viernes feriado y este lunes listados de precios con aumentos de entre 35 y 50 por ciento. Esas mismas empresas argumentaron que las subas, que se suman a las que ya venían haciendo desde el día después del balotaje, tienen que ver con “un ajuste por la devaluación que se viene”.
Para los productores de alimentos, el ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, tiene prevista una devaluación de al menos 40 por ciento en lo inmediato, y otra más adelante, que complete un 100 por ciento de devaluación. No casualmente, ese diagnóstico coincide con el cronograma devaluatorio que la semana pasada filtró el ex candidato a intendente porteño de La Libertad Avanza, Ramiro Marra, vía un informe de su consultora económica, Bullmarket. De todos modos, las firmas aclaran que si la devaluación es mayor a lo que se remarcó, habrá nuevas correcciones sobre los precios. “Estamos esperando los anuncios del ministro”, aseguraron, en relación a lo que Caputo dará a conocer mañana a última hora de la tarde.
Cabe destacar, tal como viene contando este diario, que desde que Milei quedó como presidente electo hubo una gestualidad clara de liberación de precios relativos de la economía, que puso a las empresas a remarcar con total libertad, aprovechando además la caída de los acuerdos de precios que había sostenido el ex ministro Sergio Massa. El caso más elocuente es el de Precios Justos, pero también hay acuerdos que caerán y están referidos a los rubros carnes, frutas y verduras, línea blanca, medicamentos, cuotas de colegios privados y medicina prepaga.
En este escenario, y mientras aún Milei arma el detalle de la cartera de Comercio Interior, que estará a cargo del ex PRO Fernando Blanco Muiño -que antes de eso tenía una ONG de representación de usuarios- los comercios barriales y grandes supermercados que recibieron las listas tratan de resistir la aplicación porque ya observan que “la demanda se va a caer como un piano, ¿a quién le vamos a vender a esos precios?”.
En el pelotón de los que mandaron aumentos están Mondelez, Fargo, Bimbo, Coca Cola, la cervecera chilena CCU, Molinos, Arcor, Mastellone, Ledesma, Aceitera General Deheza, Danone, Johnson, que apenas terminada la segunda vuelta electoral habían enviado listas con subas de entre el 25 y el 180 por ciento.
Hasta antes de la llegada de las listas con aumentos por la devaluación que se viene, las empresas cambiaban los precios tratando de equilibrar lo que entendían eran perdidas por los acuerdos de precios que regían en los hipermercados y no en los barrios. Esa diferencia hacía que en los super chinos y almacenes los precios fueran hasta un 50 por ciento más caros, dado que ahí había remarcación libre. En los super grandes, en tanto, se conseguían productos claramente más económicos, y de los muy consumidos, como el aceite y los lácteos. Hoy, los productores quieren descontar esa diferencia y, a la vez, aplicar otra suba para cubrirse de la devaluación tan anunciada.