Miguel Angel Russo, el segundo director técnico que más veces dirigió a Rosario Central detrás del sempiterno Ángel Tulio Zof, se halla ante la gran posibilidad de lograr un título con el club del barrio de Arroyito, en el que ocupa un lugar destacado en el corazón de sus hinchas sin haber jugado en él.
Nacido en Lanús el 9 de abril de 1956, Russo fue el 5 de Estudiantes durante 14 años consecutivos -el único club en el que jugó en primera división- hasta que una lesión de rodilla lo dejó afuera del Mundial de México 1986, en el que integraba el plantel conducido por Carlos Salvador Bilardo.
Russo comenzó su carrera como captador de jugadores en las divisiones inferiores de Estudiantes y como director técnico en su “Lanusito”, como le gusta decir, cuando el “Granate” estaba en Primera C y tenía la cancha de tablones rugosos.
Luego dirigió a su Estudiantes en la B Nacional, junto a su amigo, el extinto Eduardo Luján Manera, al que ascendieron en 1995.
Hasta que en 1997 llegó a dirigir a Central, el club con el que se enamoró futbolísticamente, al extremo de dirigirlo cinco veces, más incluso que el recordado Carlos Timoteo Griguol, que lo sacó campeón en el Nacional de 1973, con el recordado equipo de Los Picapiedras.
El 23 de noviembre de 1997 Russo dirigió el clásico más recordado por los hinchas “canallas” en la era moderna del fútbol, cuando Central goleó a 4-0 a Newell’s en el Gigante de Arroyito, en un partido que pasó a la historia porque el defensor uruguayo José Herrera simuló una lesión a los 64 minutos y el equipo abandonó el campo de juego porque se había quedado con seis jugadores, luego de sufrir cuatro expulsiones y haber agotado los cambios.
Russo volvió a dirigir a Central a fines de 2002, cuando reemplazó al “Flaco” Menotti y lo clasificó tercero en el Clausura 2003 y sexto en el Apertura del mismo año.
En 2009 volvió a Central en reemplazo de “Mostaza” Merlo y salvó al equipo del descenso en la Promoción contra Belgrano, cuando venció 1-0 de local y empató en un gol como visitante, pero luego emigró porque el presidente Horacio Usandizaga no le renovó el contrato y terminó en el descenso al año siguiente.
En 2012 Russo volvió por cuarta vez a Central, en reemplazo de Juan Antonio Pizzi, y condujo al equipo al ascenso a primera, la recordada tarde del domingo 19 de mayo de 2013, cuando goleó 3-0 a Gimnasia y Esgrima de Jujuy, en el estadio La Tacita de Plata, con tantos del delantero Javier Toledo.
Ese año, Central jugó su primer clásico en la vuelta a primera en el Gigante de Arroyito contra el Newell’s campeón del “Tata” Martino, que tenía un equipazo en el que brillaban el “Patón” Guzmán, Gabriel Heinze, Lucas Bernardi y “Maxi” Rodríguez, y que entonces iba primero conducido por Alfredo Jesús Berti.
Esa tarde, Central logró un triunfo épico 2-1 con un equipo de menor jerarquía, con un gol de cabeza del “Flaco” Donatti y otro del “Sapito” Encina, tras un pase “de hombro” del “Chino” Luna.
Y el 19 de diciembre del año pasado volvió a Central en su quinta etapa, cuando reemplazó a Carlos Tevez y acompañó al nuevo presidente Gonzalo Belloso desde su primera presentación de campaña.
Con un palmarés invicto único en la historia de Central, Russo dirigió 11 clásicos, con seis victorias y cinco empates, la última de las cuales se registró el sábado 30 de septiembre pasado, cuando venció 1-0 a Newell’s en el Gigante de Arroyito, con un golazo de tiro libre de Ignacio Malcorra en el descuento.
Desde entonces, Central cumplió una notable campaña, en la que terminó sin derrotas durante 28 partidos como local, venció 3-1 a River en la penúltima fecha en el Gigante de Arroyito, se clasificó cuarto a los play off y logró un cupo en la Copa Libertadores, al finalizar como el tercer mejor equipo de la temporada detrás de River y Talleres.
Ahora que el equipo y las manos mágicas de “Fatura” Broun sortearon a los poderosos Racing en cuartos de final y River en la semifinal, Russo y el mundo Central sueñan como nunca con la ilusión de lograr el título.
Como bien confió Russo: “Hay que ver de dónde largamos con Gonzalo (Belloso): a cinco puntos del descenso y con el club fundido, y hay que ver lo que logramos y dónde estamos ahora. Pero este club y su gente son así y siempre te exigen más. Yo estoy contento cuando veo feliz a la gente de Central”.