Los egipcios votan este domingo en unas elecciones presidenciales ensombrecidas por la escalada en la vecina Gaza entre Israel y Hamas y con pocas dudas de que el actual presidente, Abdel Fatah al Sisi, logre un tercer mandato, pese a descontento por una aguda crisis económica.
Unas 67 millones de personas están habilitadas para votar este domingo, lunes y martes de 9 a 21, y los resultados se divulgarán el 18 de diciembre.
Unos 220 observadores de 14 organismos internacionales seguirán los comicios, que que se desarrollan en 9.376 centros de votación en estos tres días.
Los egipcios residentes en el exterior emitieron su voto del 1 al 3 de diciembre en 137 mesas electorales que fueron constituidas en 121 países.
Si ningún candidato saca el 50% de los votos más uno, habrá un balotaje en enero de 2024.
Medios locales mostraron el momento en que Al Sisi emitía su voto, en la mañana del domingo.
Su reelección es casi un hecho, a pesar de que el país viva una gran crisis económica, con una inflación por encima del 40% tras varias devaluaciones de la moneda egipcia, que encarecieron todos los bienes importados.
La moneda ha perdido la mitad de su valor desde marzo de 2022, y el Fondo Monetario Internacional (FMI) impuso una fuerte reducción de los subsidios a cambio de un préstamo para reflotar la economía.
Además, los opositores más conocidos se encuentran detenidos.
Los otros tres contendientes en liza son relativamente poco conocidos: Farid Zahran, líder del Partido Socialdemócrata Egipcio, una formación de izquierda; Abdel Sanad Yamama, del centenario partido Wafd y Hazem Omar, del Partido Republicano del Pueblo.
El presidente ni siquiera concurrió a un debate entre los candidatos y en su lugar envió a un legislador.
En tanto, dos figuras destacadas de la oposición que intentaron concurrir fueron marginadas por el gobierno. Uno de ellos está en prisión y el otro está procesado a la espera de juicio.
Este domingo, cuando abrieron los centros de votación, electores de todas las edades, pero sobre todo mujeres, llegaron a la escuela Abdeen, en el centro histórico de El Cairo, donde las fuerzas de seguridad desplegaron un importante dispositivo, informó la agencia de noticias AFP.
Delante del colegio, un DJ reproduce canciones nacionalistas y hay carteles con lemas como: “Salgan y participen”.
El foco de atención estará en el nivel de participación, que fue baja en las últimas citas electorales.
Al Sisi, un mariscal que llegó al poder en 2013 tras el derrocamiento en medio de protestas del único presidente elegido democráticamente, Mohamed Mursi, concurrió después a las urnas y ganó las elecciones en 2014 y en 2018.
Bajo el mandato de Al Sisi, miles de personas han sido encarceladas. Aunque un comité presidencial de perdón ha liberado a unas 1000 en un año, grupos de derechos humanos aseguran que, en ese mismo período, fueron detenidos cuatro veces más ciudadanos de los que fueron liberados.
La opinión pública prestó poca atención a la campaña electoral, que coincidió con el vigente conflicto entre Israel y el grupo islamista Hamas en Gaza, que domina la cobertura mediática.
En 2017, Al Sisi aseguró que solo presidiría Egipto durante dos mandatos de cuatro años en cumplimiento con la Constitución, pero en 2019, un referéndum constitucional modificó la extensión del mandato presidencial de cuatro a seis años.