Arqueólogos que trabajan en excavaciones de las ruinas de la antigua ciudad de italiana de Pompeya descubrieron una “panadería” donde esclavos y asnos vivían encerrados bajo tierra moliendo granos, según informaron esta semana las autoridades del yacimiento.
El Parque Arqueológico de Pompeya notificó este viernes que, debajo de los escombros de una casa, se encontró “una estancia estrecha” con barrotes de hierro que servían para dejar entrar la luz, y la hipótesis que los arqueólogos sostienen es que se trata de una “panadería prisión”.
En la vivienda, que estaba dividida en una zona residencial y otra dedicada a la producción, también hallaron marcas en el suelo que serían índice del movimiento de los animales que eran obligados a caminar durante horas con los ojos vendados.
El hallazgo de tres esqueletos que se encontraban en una habitación de la casa, demostraría que ésta estuvo habitada. “Es un espacio donde hay que imaginar que había personas con estatuto de servidumbre cuyo propietario sentía la necesidad de restringir su libertad de movimiento”, explicó el director del yacimiento de Pompeya, Gabriel Zuchtriegel, en un artículo científico.
En este sentido, agregó: “Esto es lo más perturbador de la esclavitud antigua, desprovista de relaciones de confianza y de promesas de emancipación, donde todo queda reducido a una violencia brutal, una impresión que se confirma por los barrotes en las ventanas”.
La ceniza expulsada hace 2000 años por el volcán Vesubio se ha sedimentado en la mayoría de las casas de la zona, lo que permitió que se hayan conservado casi en su totalidad, así como los cuerpos de las 3000 personas que murieron por la catástrofe natural.