El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, mantuvo una reunión tensa con representantes de las familias de los secuestrados en la Franja de Gaza, con los que solo se había visto cara a cara en una ocasión desde que empezó la guerra, y después de que lo acusaran el lunes de ignorarlos. Las familias de los rehenes abandonaron la reunión “furiosas” después de que Netanyahu dijera que “actualmente no es posible traerlos de vuelta a todos”.
Una reunión accidentada
Quienes estuvieron presentes en la reunión en la ciudad de Herzliya, en Tel Aviv, dijeron a los medios de comunicación que por momentos elevaron el tono y que Netanyahu no se comprometió directamente con ninguna de sus demandas. En gran medida leyó lo que tenía escrito en una hoja de papel, algo que enfureció a los familiares de acuerdo al diario online The Times of Israel. En las grabaciones compartidas por la radio pública Kan se podía escuchar a algunos de los asistentes al encuentro gritando y pidiéndole al primer ministro que renuncie.
En extractos filtrados de la reunión se puede escuchar a Netanyahu diciendo a las familias que en este momento es imposible traerlos a todos a casa. “¿Puede alguien realmente imaginar que si esa fuera una opción, alguien la rechazaría?”, preguntó el líder conservador. La declaración generó indignación entre los presentes, y algunos incluso se levantaron y abandonaron la reunión a mitad de camino. “Hamas tiene demandas que ni siquiera ustedes aceptarían”, habría dicho también Netanyahu en el encuentro.
Representantes de las familias celebraron el lunes una rueda de prensa en Tel Aviv en la que criticaron al gobierno y en particular al premier por ignorar a las familias. Si no tienes tiempo para reunirte con nosotros, encontraremos otro líder mundial que nos represente en las negociaciones para liberar a los rehenes de Gaza”, afirmaron después de que sus peticiones para reunirse con el Gabinete de Guerra o con el Gabinete de Seguridad no fueran atendidas hasta este martes.
Daniel Lifshitz, nieto de Yocheved Lifshitz, que volvió del cautiverio, y de Oded Lifshitz, que todavía se encuentra secuestrado, instó al gobierno a “volver inmediatamente a la mesa de negociaciones y traer de vuelta a los rehenes a cualquier precio”. “Hemos oído hablar de los horrores de los rehenes liberados y de la situación de los que estaban allí. Mi abuelo no tiene tiempo. No tiene medicación, no tiene sentido del tiempo. Piensan que allí los han olvidado“, afirmó Daniel.
Por su parte Haim Yitzhak Or, hermano del secuestrado Avinatan Or, aseguró que el Gabinete de Seguridad se comprometió a reunirse periódicamente con los familiares de los rehenes, algo que aún no sucedió. “Nos sentamos en silencio y no molestamos hasta que no pudimos soportarlo más. No queremos interferir en la gestión de la guerra táctica o estratégica, pero queremos respuestas”, apuntó.
Las familias expresaron su disgusto por el hecho de que Israel haya retomado la ofensiva sobe la Franja de Gaza el viernes pasado, luego de siete días de tregua, sin que hayan vuelto todos los rehenes. De los más de 240 cautivos que Hamas tomó en su ataque del 7 de octubre todavía quedan 138 rehenes en el enclave, la mayoría hombres, de los que al menos 15 han sido confirmados como muertos por Israel.
En los siete días de tregua fueron entregados 105 rehenes, pero semanas antes Hamas ya había liberado a cuatro rehenes mujeres y el Ejército israelí rescató a una soldado cautiva cuando empezó la incursión terrestre. Israel acusó a Hamas de romper la tregua tras negarse, según dicen, a liberar a las 20 mujeres que todavía están retenidas dentro de la Franja, lo que llevó a retomar los combates.
Pedido a la Cruz Roja
En las últimas semanas los familiares también expresaron su malestar con el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) porque todavía no tuvo acceso a la Franja de Gaza para comprobar el estado de salud de los cautivos. La presidenta del CICR, Mirjana Spoljaric, estuvo el lunes de visita en Gaza, donde denunció que “el sufrimiento de la población es intolerable” y exigió que los rehenes aún cautivos en la Franja sean liberados.
Ante su vista a la zona, las familias de los rehenes también solicitaron una reunión con ella y publicaron una carta en la que piden asistencia médica y pruebas de vida de los 122 rehenes que se estima que siguen vivos dentro del enclave. “Los rehenes sufren enfermedades, lesiones y negligencia criminal. Cada día que pasa podría ser el último. Reúnase inmediatamente con aquellos que soportaron el infierno en cautiverio de Hamas”, pidieron las familias en la carta a la Cruz Roja.
El gobierno de Hamas informó el martes que 16.248 personas murieron desde el inicio de la ofensiva israelí en el territorio palestino. El grupo islamista palestino dijo que no iniciará un nuevo proceso de negociación con Israel ni liberará a más rehenes si no se paran los ataques contra la Franja de Gaza, donde el Ejército israelí ha ampliado las operaciones tras la ruptura de la tregua.