Una particularidad de la quinta edición de la Bienal de la Performance (BP.23) es que tiene un sello muy político. “Viene desarrollándose desde 2015. Cada dos años en este país significa elecciones, pero nunca como ahora la coyuntura y sus resonancias se colaron tanto en nuestras mentes, cuerpos y quehacer. La performance, entre miles de cosas, es lenguaje y pensamiento en acción, y este año los artistas, desde diferentes miradas, están pensando en esta estrecha relación con el poder”, cuenta a Página/12 Gabriela Casabé, la directora del encuentro, que se realizará en distintas sedes desde este domingo. Varias propuestas son en el espacio público, como el cierre a cargo de Marta Minujín

Esta edición de la BP fue concebida para ser desarrollada en diferentes etapas a lo largo de 2023 y 2024. La primera se realizó en febrero. La segunda inicia este domingo y continúa hasta marzo de 2024. Organizada por la Fundación Babilonia para las Artes, la Ciencia y la Cultura, con apoyo de Fundación Santander a través del régimen de Mecenazgo del Ministerio de Cultura porteño y de Fundación Williams, tiene una programación que incluye propuestas seleccionadas por convocatoria, una invitada y otra internacional. Todo es producido por la propia Bienal, cuyo principal objetivo es dar empuje a las creaciones locales. Las entradas son gratuitas, con el requisito de inscripción previa.

Performance es ponerle el cuerpo al pensamiento. Los artistas siempre están atravesados por la realidad. En este caso, la coyuntura y sus resonancias se colaron un poco más, incluso en el caso de los internacionales”, destaca Casabé, creadora de la Bienal y directora desde la primera edición. Antes fue directora del teatro independiente Babilonia y del Festival Internacional de Buenos Aires durante una década.

Las tres primeras obras que se presentarán son claro ejemplo de aquella idea. Acabar con los homosexuales, de Guido Ignatti, es definida como un “palimpsesto”, escrito con el mismo estilo y materiales utilizados en las pintadas callejeras de campañas políticas latinoamericanas. “El mensaje se va tapando a sí mismo a medida que avanza la escritura, hasta finalmente cubrirse por completo. El resultado final es un mural que deja entrever vestigios de una manifestación política ilegible”, anticipa la sinopsis. El escrito nace del titular de un artículo publicado en 1975 en la revista El Caudillo, editada por López Rega, que llamaba a “acabar con los homosexuales”. La performance se presentará este domingo a las 18 en los exteriores de Proa 21, sobre la avenida Pedro de Mendoza.

Antiplan Ñews, de Ian Kornfeld, es un trabajo audiovisual sobre archivos extraídos de la web, las redes sociales, canales de información local e internacional y “toda aquella fuente que los humanos consumimos mecánicamente a diario”. “Hace un trabajo de remix sobre sonidos e imágenes, incluyendo las de los debates presidenciales”, adelanta Casabé. Se podrá ver el sábado 9 de diciembre, a las 21, en el Museo Nacional de Bellas Artes. En Equipamiento de rescate, el dúo Lindalinda, conformado por Romi Sak y Natalia Chami, lanzará desde el aire kits de salvación con instrucciones sobre cómo sobrevivir al capitalismo, el individualismo y el negacionismo que acechan a la sociedad en la actualidad. Este material, que se podrá disfrutar el domingo 10 de diciembre en Avenida Corrientes 1700, a las 18.30, busca “destacar la importancia de la unión y la reflexión en tiempos de crisis”, según se lee en el comunicado de la BP.23.

Estos tres proyectos, junto a Daño involuntario, de Fabián Gandini -que estrenará en febrero de 2024 en Espacio Urbano-, fueron elegidos por un jurado conformado por Luciana Acuña, Mercedes Claus y Natalia Laube. Alrededor de 150 trabajos llegaron como respuesta a una convocatoria a la creación de carácter nacional. Ninguno de los artistas elegidos había participado en alguna edición anterior. Así, el evento cumple con el propósito de abrir el juego a nuevos creadores. Pese a que la dimensión política aparece como línea común en la programación, la Bienal nunca plantea un disparador temático, porque la intención es “escuchar” lo que los artistas tienen para decir, aclara Casabé.

La performer María José Arjona. Foto: gentileza Lucía Dovre.

Dentro de la grilla también está Caminata hacia el río con Cecilia Vicuña (programa invitado, presentado por Malba), con la artista chilena Cecilia Vicuña. La obra dialoga con su exposición Soñar el agua y propone una activación sobre nuestro vínculo con el río en una caminata colectiva. Será el sábado 9 de diciembre a las 17, con el hall del Malba como punto de partida. El curador es Miguel López. En febrero será el turno de Aquello que transcurre fuera de lo perceptible, de la colombiana María José Arjona (programa internacional), performance que acude a la imaginación para “suscitar movimientos de reconstrucción social y política en medio de la crisis actual”. 

En marzo será el cierre, a cargo de Minujín, quien resignificará en el Puente de la Mujer, el 16, una performance histórica. Encuentra tu igual comenzará con la utilización de una app por parte de los presentes, quienes a través de una serie de preguntas encontrarán a sus almas opuestas, y finalizará con un encuentro en el puente de Puerto Madero, donde la artista dejará caer desde helicópteros miles de pétalos de flores. En 2015 realizó esta misma intervención con la diferencia de que los espectadores iban al encuentro de sus almas gemelas. Antes de este acontecimiento, el 9, en Fundación Larivière, Vivian Galbán presentará Tiempo realcon curaduría de Raúl Flores.

“Mientras en una performance tiran del cielo kits de salvación, en otra tiran pétalos de flores. Es decir que la performance reúne un abanico de expresiones posibles. Es hibridez pura. A lo largo de todas estas ediciones hemos llamado a artistas que provienen de diversas disciplinas, inclusive algunos que jamás ensayaron trabajos performativos. No puedo dar una característica que englobe a todos. Cada uno desde su lenguaje y mirada pone su pensamiento en acción”, concluye Casabé.



Fuente Pagina12