El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, advirtió a Israel de que la ofensiva prevista en el sur de la Franja de Gaza debe evitar el desplazamiento masivo de civiles que se produjo durante los bombardeos del norte del territorio palestino, informaron funcionarios estadounidenses.
Israel tiene previsto continuar la guerra contra el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas) una vez que expire la tregua actual, pero altos cargos del gobierno estadounidense declararon a periodistas que la próxima ofensiva debe evitar atacar refugios de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y hospitales, así como también centrales eléctricas y de suministro de agua.
“No se puede repetir en el sur el tipo de desplazamiento que se produjo en el norte”, indicó uno de los funcionarios a última hora del lunes, con la condición de que la información no se divulgara hasta el martes. “Es muy importante que cuando la campaña israelí se desplace al sur se haga de forma que, en la medida de lo posible, no esté concebida para producir nuevos desplazamientos significativos de personas”, avisó, y añadió que el presidente norteamericano y su equipo se lo transmitieron de una manera muy clara al gobierno israelí y que éste se mostró receptivo a las advertencias.
La ONU calcula que 1,7 millones de los 2,3 millones gazatíes –el 73,9% de los habitantes– abandonaron sus casas y se desplazaron a causa de la ofensiva que Israel lanzó en respuesta al ataque terrorista de Hamas el pasado 7 de octubre, que produjo la muerte de 1.200 personas y 240 secuestros. Como aliado de Estados Unidos, el gobierno de Biden respaldó firmemente a Israel en todas sus acciones, no obstante sí expresó su malestar por la cantidad de víctimas civiles en la represalía terrestre y aérea. Precisamente, según los balances del Ministerio de Sanidad de Gaza, los ataques israelíes acabaron con la vida de 15.000 personas, entre ellas miles de niños.
En este marco, llegaron a Egipto tres vuelos militares estadounidenses con ayuda para la Franja, y un funcionario de Washington declaró que el país está intentando hacer llegar la mayor cantidad posible de víveres y bienes durante la tregua. Se trata de los primeros vuelos del ejército norteamericano con alimentos, artículos médicos y equipamiento de invierno desde el estallido del conflicto bélico.
La CIA y el Mossad
Mientras tanto, el director de la CIA, William Burns, el del Mossad, David Barnea, y el jefe de la Inteligencia egipcia, Abás Kamel, se reunieron este martes en Doha para explorar las opciones de ampliar la tregua en la Franja de Gaza y de lograr un alto el fuego permanente, indicaron fuentes de seguridad a la agencia de noticias EFE.
Los informantes, que pidieron no ser identificados por la sensibilidad del asunto, afirmaron que en la reunión se discutió extender la tregua para convertirla en una permanente, el regreso a la mesa de negociación y la reactivación del proceso de paz, que estuvo congelado durante varios años. Y apuntaron que hubo un fuerte acuerdo entre los jefes de la Inteligencia de Estados Unidos, Israel, Egipto y Qatar para lograr dicho objetivo.
Además mencionaron que el director del Mossad mostró una respuesta muy positiva a las propuestas de ampliar la tregua. Barnea habría insistido en que las próximas extensiones del alto el fuego incluyan la entrega de rehenes militares israelíes, debido a que el acuerdo de tregua vigente solo estipula la liberación de civiles, mujeres y niños que fueron capturados por el grupo islamista. Las fuentes añadieron que también hubo una respuesta positiva por parte de la delegación israelí de abandonar el desplazamiento de los palestinos de la Franja de Gaza.
La perspectiva norteamericana
El portavoz del Ministerio de Exteriores catarí, Majed al Ansari, afirmó que “su país trabajará intensamente en las próximas 48 horas para alcanzar una prolongación de la tregua, algo que dependerá de la confirmación de Hamas sobre la posibilidad de liberar a más rehenes”.
El acuerdo de tregua, mediado por Qatar, Egipto y Estados Unidos y que incluye un intercambio de rehenes por presos y la entrada de ayuda humanitaria a Gaza, entró en vigor el viernes por la mañana y estaba previsto que durara cuatro días, pero Doha anunció el lunes una prórroga de dos días a pocas horas de que el pacto expirara.
La Casa Blanca recibió con satisfacción la noticia aunque espera que se extienda aún más. “Por supuesto aplaudimos el anuncio. Esperamos por supuesto que la pausa se prolongue más, y eso dependerá de que Hamas siga liberando a rehenes”, declaró a la prensa el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional estadounidense, John Kirby. “Estoy muy contento de ver que los rehenes que regresan vuelvan a estar con sus seres queridos, y estamos decididos a continuar así durante el mayor tiempo posible para sacar a tanta gente como nos sea posible”, agregó el secretario de Estado, Antony Blinken, desde Bruselas al inicio de una reunión de ministros de Exteriores de la OTAN.
Sin embargo, Kirby explicó que desde su punto de vista hay pocas esperanzas de que la tregua se convierta en un alto el fuego permanente. “No voy a hablar en nombre de las fuerzas de defensa israelíes, pero cuando terminen estas pausas, han dejado muy claro que van a seguir atacando a los dirigentes de Hamas”, estimó.